Se han reunido, en cierto modo, para dos cosas: simbolizar su abrazo ante la amnistía antes de que se produzca y escribir al alimón el prólogo de lo que va a venir. Oriol Junqueras (ERC) y Mertxe Aizpurua (líder de Bildu en el Congreso) han mantenido un diálogo organizado por una fundación independentista catalana en la noche de este lunes. Junqueras hablaba en catalán y Aizpurua le escuchaba a través de un pinganillo-traductor.
La periodista moderadora, Carmen Rocamora, les ha situado como punto de partida ante esta pregunta: "¿Se está instalando un nuevo orden?". Han convenido que sí. La amnistía instala un nuevo orden que acaba de empezar. "Este es el inicio del verdadero conflicto político", ha sintetizado Junqueras. Acto seguido, Aizpurua ha completado: "Estoy de acuerdo".
Mientras Puigdemont y el PNV trazan su alianza con la vista puesta en las elecciones autonómicas, Bildu y Esquerra Republicana hacen lo propio. Hay serias divergencias, disputas por el poder, pero empieza a cundir un convencimiento. Lo ha explicado Junqueras con palabras de Antonio Gramsci: lo del relato y la hegemonía. Traducido: se puede discutir entre nacionalistas, pero no debe olvidarse que lo que importa es que impere en Cataluña y Euskadi el relato de la independencia.
"Hasta ahora, la política estaba judicializada. La Justicia había asaltado la política", ha dicho Junqueras para describir cómo era "El Estado español" antes de la amnistía. Los dos han coincidido en que Sánchez se ha lanzado a la aprobación de esta ley por "necesidad" electoral.
De ahí que hayan llamado a sus respectivos electorados a darles la "fuerza" suficiente como para que, en cada elección general, puedan presionar a Moncloa y ser la bisagra fundamental. "En el Estado español no va a haber gobierno de progreso si no es con el independentismo. El PSOE se va dando cuenta poco a poco", ha aseverado Aizpurua.
La fundación Irla, organizadora del acto, es de corte soberanista y tiene sus raíces en los mitos de Francesc Macia y Lluis Companys, los dos presidentes de la Generalitat que proclamaron la república catalana.
Junqueras ha llegado a hablar de "vía amplia". Una fórmula que pretende combinar a todos los independentismos, de derecha e izquierda, de distintas regiones, para empujar a Sánchez a estudiar el derecho de autodeterminación.
"Ha habido un antes y un después. Con esto no se acaba nada. La duda es si el PSOE está dispuesto a llevar a cabo más cambios", ha incidido Aizpurua. La líder de Bildu en Madrid ha empleado el verbo "acompasar" para llamar a la unidad de los independentismos de izquierdas y empujar a Sánchez a más claudicaciones: "No tendría más remedio que ceder".
Para Aizpurua y Junqueras, el problema de Cataluña y de Euskadi "es el mismo". Por eso no creen que la solución vaya a ser diferente para una y otra tierra. La complicidad entre ambos –pese a haber renunciado a emplear para comunicarse la lengua que hablan en común– ha estado patente durante todo el acto.
Lejos de asumir el marco que impulsa Sánchez para justificar la amnistía –ese según el cual el independentismo se está arrepintiendo de la unilateralidad–, Aizpurua ha celebrado que el procés de 2017 "moviera mucho el tablero".
El camino, a tenor de la estrategia exhibida por Junqueras, pasa por ir del relato hegemónico a la mayoría social, para después convertirse en "mayoría política". En ese supuesto, la fuerza será imparable.
"¿Habrá algún día una izquierda española mayoritaria dispuesta a acompañar el procés de Cataluña y Euskadi?". Deberá responder Pedro Sánchez a partir de mañana. Bildu y ERC intentarán empujarle para que lo haga en dirección afirmativa.