El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha convertido su último mitin de la campaña gallega en un show nostálgico, en el que ha reivindicado el Plan E, el fin de ETA, el Nunca Máis contra el chapapote, el matrimonio igualitario y la boda del dirigente popular Javier Maroto.
Pero el logro del que más orgulloso se ha mostrado, como expresidente del Gobierno, es del fin del terrorismo de ETA. "Fue un final limpio, donde la democracia se impuso, no tuvo que dar nada a cambio", ha relatado, "fue un final para siempre, desde entonces no ha habido ni un acto más de terrorismo ni de violencia".
Después de guerras civiles, guerras carlistas y de dos dictaduras, ha enumerado, "por primera vez en la historia de los dos últimos siglos en España tenemos un país sin violencia política. Y quien logra eso dos siglos después, el fin de la violencia política, fue un Gobierno del PSOE".
Zapatero ha pronunciado estas palabras en un mitin del PSOE en Vigo, mientras el juez Manuel García-Castellón instruye dos investigaciones por presunto terrorismo (la del Tsunami Democràtic, en la que está imputado Carles Puigdemont, y la de los CDR) que el PSOE quiere incluir en la amnistía.
El expresidente del Gobierno ha estado acompañado durante el acto por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y por la exministra Elena Espinosa, que es cabeza de lista por la provincia de Pontevedra en las elecciones del 18-F.
Zapatero ha reprochado al PP que hable ahora de ETA (los populares han denunciado que un condenado por pertenencia a la banda terrorista, Pernando Barrena, encabezará la lista conjunta de Bildu, ERC y BNG a las elecciones europeas) porque la campaña electoral no le va tan bien como esperaba.
"El PP tiene una gran capacidad de apabullar e intimidar", ha dicho Zapatero durante el mitin, "pero capacidad de convencer, muy poca; capacidad de comprender los problemas de los ciudadanos, menos; y de contribuir a la convivencia democrática, escasísima".
A pesar de que todas las encuestas colocan al PSOE en tercera posición para los comicios del domingo, tras el BNG, Zapatero se ha mostrado muy optimista: "Ya sabéis que ganamos las elecciones como nadie y lo solemos hacer por sorpresa, siempre en el sprint final".
"El otro día salió Michavila", ha dicho respecto a la última entrevista concedida por el responsable de la encuestadora Gad3, "o sea que el domingo vamos a tener una noche de alegría", ha bromeado.
Zapatero ha ironizado afirmando que seguramente fue el "gemelo" de Feijóo quien, en una comida informal con periodistas celebrada en Lugo, dijo que "Pedro Sánchez tiene razón, que hay que hacer una política de reconciliación, con indultos, amnistía y que Puigdemont no es terrorista".
"Merecen un castigo en las urnas por la hipocresía", ha añadido al respecto, porque "mintieron en muchas ocasiones, como con el Prestige". A las puertas de la campaña electoral, el PSOE y el resto de partidos de izquierdas intentaron impulsar un movimiento similar al del Nunca Máis con los pellets aparecidos en algunas playas, aunque la polémica se agotó en pocos días.
Zapatero ha equiparado la "hipocresía" que a su juicio ha mostrado Feijóo respecto a la amnistía, con la que mostró el PP de Rajoy al oponerse a la ley del matrimonio igualitario.
"Montaron una manifestación con obispos", ha relatado, "yo no sabía que había tantos obispos en España. Allí estaban los dirigentes del PP en primera línea, muy campanudos. Anda, y seis meses después todos en la boda de Maroto, disfrutando y bailando", ha bromeado.
Antes de concluir el acto, ha reivindicado el Plan E que impulsó su Gobierno para mantener durante unos meses la creación de empleo, tras estallar la crisis financiera de 2008.
"A muchos ayuntamientos les supuso una ayuda en un momento muy difícil", ha explicado Zapatero, "se repartieron todos los recursos por igual, de forma equitativa según el número de habitantes de cada municipio. ¿Qué gobierno ha hecho eso?"
Quizá en el momento más inoportuno de la campaña, Zapatero ha recordado que el candidato del PSOE a la Presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, estuvo imputado en 2016 en la llamada Operación Pulpo, acusado de los presuntos delitos de cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, fraude a las Administraciones Públicas, fraude de subvenciones y malversación de caudales públicos.
"Besteiro es un hombre decente, que sufrió un acoso judicial injusto para apartarle, una infamia", ha relatado Zapatero al respecto, "hasta que se desmostró su inocencia y la maniobra asquerosa que le intentaron hacer".
El presidente Pedro Sánchez participa esta tarde a las 18 horas en Santiago de Compostela en el acto de cierre de campaña del PSOE, junto al candidato a la presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, y al secretario general del PSdeG, Valentín Formoso.