El batacazo que el PSOE ha sufrido este domingo en las elecciones gallegas ha dejado al partido casi sin palabras, enmudecido. La portavoz de la formación, Esther Peña, compareció en la sede de Ferraz, pero de forma breve, hablando apenas dos minutos y sin admitir preguntas de los periodistas.
"A pesar de que la izquierda crece y la derecha retrocede, no ha sido suficiente. No ha sido un buen resultado", admitió. Este lunes, el PSOE celebrará una reunión de su Ejecutiva, a la que acudirá Pedro Sánchez, para analizar más a fondo los resultados, que han quedado muy por debajo de lo esperado.
Este domingo, el PSdeG ha obtenido sólo nueve escaños en las elecciones gallegas, cinco menos que en las de 2020 y muy por debajo de los 25 del BNG, el partido con el que aspiraba a gobernar la Xunta en coalición. Se trata del peor resultado de la historia del partido en Galicia.
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"Los socialistas somos demócratas y aceptamos sin reserva alguna el mandato de las urnas", dijo el candidato socialista a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro. "No obtuvimos el resultado que esperábamos, no lo hemos obtenido. (...) Debemos consolidar un proyecto que sea reconocido entre toda la ciudadanía y que sea una alternativa", añadió.
Con las elecciones gallegas, Pedro Sánchez ha perdido la oportunidad de asestar al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, un golpe que podría haber sido decisivo para su liderazgo. Además, el PSOE ha quedado dibujado en la comunidad autónoma como un partido muleta para el nacionalismo gallego.
El liderazgo de Besteiro en Galicia, sin embargo, no parece discutirse internamente. Al menos por ahora. Él mismo se ha mostrado dispuesto a liderar "una nueva etapa" del PSOE en la comunidad y Esther Peña ha dicho que la formación confía plenamente en él: "Es el mejor líder".
La realidad es que este domingo, el PSOE se ha quedado lejos de los resultados que obtuvo en las elecciones generales del pasado 23 de julio. Si entonces llegó a sacar casi medio millón de votos, ahora apenas ha conseguido superar los 200.000. Aunque casi todas las voces coinciden en analizar esta situación en clave gallega, el PP sí ha obtenido unos resultados casi idénticos a los del 23-J.
La amnistía 'no influyó'
Las elecciones gallegas son los primeros comicios después de que el PSOE iniciase la tramitación de la Ley de Amnistía y un peligroso preludio antes de las elecciones de País Vasco, las europeas y las catalanas.
Desde el PSOE insisten, sin embargo, en que la Ley de Amnistía no ha sido uno de los motivos del batacazo. La lectura que hacen en Ferraz es que los partidos que defienden la amnistía (BNG y PSOE) han obtenido un escaño más que en 2020 y que el PP, que es el partido que se mantiene en contra de la norma, ha retrocedido dos escaños con respecto a las anteriores elecciones.
"No se ha votado por la amnistía, sino en clave gallega", aseguran fuentes de Ferraz. "El partido que más crece (el BNG, que ha subido seis escaños) es un partido que está a favor de la amnistía", añaden, aunque bien es cierto que los nacionalistas no han hecho bandera de la norma de gracia.
Una de las grandes esperanzas del PSOE es que medidas como la amnistía puedan tener cierta acogida en los territorios periféricos. Pasó con los indultos y el crecimiento notable del PSC en Cataluña en las elecciones del 23-J. Los resultados en Galicia ahora demuestran que eso no es una tendencia, que nada se puede dar por hecho.
Para los socialistas, el principal problema es que ha habido mucha transferencia de voto al BNG, que ha subido casi tanto como ha caído el PSOE, pero que esa transferencia "no ha terminado de fructificar". Es decir, que los votos se han movido en el mismo bloque de izquierda, pero sin capacidad de atraer a nuevos votantes.
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"El principal objetivo era que hubiera más movilización que en otros comicios. Pero el segundo objetivo era que se movilizase más la izquierda que la derecha, algo que no ha ocurrido", reconocen.
También ha jugado en su contra, aseguran, el poco conocimiento que se tenía de su candidato, Besteiro. No es un perfil conocido en el electorado gallego y los ejercicios para darle a conocer, como hacerle el primer diputado que habla gallego en el Congreso, han sido en balde.
Además, el adelanto de las elecciones ha hecho que los socialistas jugaran con el tiempo en contra, sin demasiado espacio para hacer más popular a su cabeza de lista. Según las fuentes, ese es uno de los motivos para respaldar a Besteiro y que siga siendo el candidato en el futuro.
Las elecciones de Galicia marcan el pistoletazo de salida de un 2024 con nuevas elecciones en el horizonte. Las de País Vasco serán en abril, las europeas en verano y, si finalmente se adelantan, serán también las catalanas.
Ya que en las de País Vasco tampoco se esperan grandes resultados –por el crecimiento de EH Bildu igual que ha pasado este domingo con el BNG–, el PSOE afronta la serie con pobres resultados en las urnas.
Esta situación genera un estado de ánimo adverso de cara a las europeas, que se consideran una especie de plebiscito sobre las políticas de Pedro Sánchez, ya que serán las primeras elecciones en las que se votará en toda España después de que haya iniciado la tramitación de la amnistía.