La celebración del 8-M ha confirmado este viernes la fractura del movimiento feminista, que ha desfilado en Madrid y otras ciudades con marchas separadas, debido a sus posturas irreconciliables sobre la prohibición de la prostitución y la aplicación de la ley trans.
La vicepresidenta Teresa Ribera, las ministras Ana Redondo, Pilar Alegría, Elma Saiz y el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, han participado junto a la cabecera de la manifestación convocada en Madrid por la Comisión 8M, que desde Atocha se ha dirigido a la plaza de Colón de Madrid bajo el lema "Patriarcado, Genocidios, Privilegios #SeAcabó".
También han participado en esta manifestación, aunque por separado, la vicepresidenta Yolanda Díaz junto a otros representantes de Sumar, así como una delegación de Podemos encabezada por la exministra de Igualdad, Irene Montero.
En un ambiente festivo, las asistentes han coreado eslóganes como "¡Madrid será la tumba del machismo!", "¡Abajo el patriarcado, que va a caer, que va a caer!" y "¡Arriba el feminismo, que va a vencer, que va a vencer!"
Al pasar ante el Ayuntamiento de Madrid, miembros de la organización han pedido un abucheo para el alcalde José Luis Martínez-Almeida. Entonces algunas asistentes han coreado gritos como: "¡Sois los responsables de las violencias machistas!" y "¡El violador eres tú!". No ha sido el único ataque dirigido contra el PP.
De forma paralela ha transcurrido, desde Cibeles hasta la Plaza de España, la marcha convocada por el Movimiento Feminista afín al PSOE, bajo el lema "La prostitución no es un trabajo ¡Abolición ya!"
Además de exigir que se prohíba la prostitución (mientras que Sumar es partidario de regularla), este Movimiento Feminista también se muestra extraordinariamente crítico con los efectos de la ley trans impulsada durante la pasada legislatura por la ministra Irene Montero.
Cerca de 32.000 personas
Fuentes oficiales de la Delegación del Gobierno han cifrado en 28.000 personas los asistentes a la manifestación de la Comisión 8M y en 4.000 personas la presencia en la marcha del Movimiento Feminista. Por su parte, la Comisión 8M ha elevado sustancialmente estas cifras hasta el medio millón de personas.
La vicepresidenta de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha proclamado que "hoy sí que podemos decir que se acabó el machismo en España, en el deporte, pero también en el cine y en todos los lugares de nuestras vidas".
Yolanda Díaz se ha referido así a la polémica del beso del expresidente de la RFEF Luis Rubiales a la jugadora de la selección femenina de fútbol Jenni Hermoso, pero también al movimiento de cancelación de algunos responsables del mundo del cine acusados (pero no en los tribunales) de acoso sexual.
La vicepresidenta ha puesto el énfasis en las cuestiones sociales al señalar que "España ha avanzado mucho en la conquista de derechos para las mujeres, pero hay que seguir conquistando muchos más derechos, avanzando en los permisos retribuidos, en la política de cuidados, reduciendo la brecha retributiva, que aunque la hemos reducido 25 puntos sigue estando muy alejada de la igualdad entre hombres y mujeres, y acabar con las violencias machistas".
Tanto Sumar como Podemos han aprovechado la celebración para exigir un alto el fuego en Gaza: "Los niños y las niñas que están siendo asesinados en una guerra absolutamente cruel", afirma el partido de Yolanda Díaz.
En algunas ciudades, la manifestación ha estado deslucida por la lluvia. Así ha ocurrido en Sevilla, donde la vicepresidenta de Hacienda, María Jesús Montero, ha participado junto al vicepresidente del Congreso de los Diputados Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y el líder del PSOE andaluz, Juan Espadas.
En declaraciones a los periodistas, Montero ha recordado que el PSOE lleva en su programa electoral la abolición de la prostitución y ha asegurado que el Gobierno va a seguir dando pasos para cumplir este objetivo.
Por su parte, la ministra de Ciencia, Diana Morant, y el titular de Transportes, Óscar Puente, han participado en la manifestación de Valencia, donde han advertido que existe un "riesgo evidente" de "retroceder" en los derechos de las mujeres, debido a "la llegada de la ultraderecha a la política española".
El 'Día del Hombre'
En similares términos se ha pronunciado el presidente Pedro Sánchez desde Chile, donde ha advertido que la "internacional ultra" y los "nostálgicos de un pasado machista" quieren hacer retroceder los avances de los derechos de las mujeres.
"Cerrar la brecha de género es un deber moral, pero también una exigencia de la razón. No hay causa más justa que el feminismo porque no hay frontera más noble que la igualdad real entre hombres y mujeres", ha afirmado Sánchez en un acto celebrado junto al presidente de Chile, Gabriel Boric.
Desde Chile, Pedro Sánchez se ha referido también a la polémica protagonizada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien por la mañana se había preguntado, en tono irónico, "cuándo se celebra el Día del Hombre".
En el acto institucional del Día de la Mujer organizado por su Ejecutivo autonómico, Ayuso ha lamentado que el feminismo tradicional que defendía la igualdad de derechos y oportunidades ha sido sustituido por una "revolución feminista", que "orquestó el ataque al hombre, a la familia, a la madre y a la maternidad".
Si Ayuso es presidenta, ha replicado Sánchez horas después, "lo es como consecuencia de la lucha de mujeres que incluso perdieron la vida".
Más incisivo se ha mostrado el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien desde Córdoba ha considerado que un partido como el PSOE que "tiene en su biografía la ley del solo sí es sí y que tiene a los Koldos y los tito Berni", no puede "dar lecciones de igualdad y de protección de las mujeres a nadie".
Los principales dirigentes socialistas se han mostrado indignados este viernes por un mensaje publicado en las redes sociales, en el que el PP recuerda que la ley del sólo sí es sí aprobada por el PSOE y Podemos en la pasada legislatura provocó rebajas de pena para más de 1.200 violadores, de los cuales 120 lograron salir de prisión antes de lo previsto.