No sólo son las elecciones: las cinco fechas clave del calendario político en los próximos tres meses

El largo camino hasta el verano está plagado de baches para el Gobierno, desde la gestión del caso Koldo hasta lidiar con un año (su primero) sin Presupuestos Generales del Estado.

Este golpe es particularmente duro para el Ejecutivo y para la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, que llevaba cerrando números y atando compromisos desde el verano pasado, antes incluso de la investidura. Ahora todo es papel mojado.

Principalmente, porque el adelanto de las elecciones en Cataluña ha echado atrás a dos de los principales socios del Gobierno, ERC y Junts, que no se arriesgarán a apoyar unas cuentas del Estado tras haber quedado descartadas las catalanas. De ahía que vengan unos meses atropellados para Pedro Sánchez.

El cisma ahora mismo es tan grande —también entre PSOE y Sumar, por no haber sabido controlar a los comunes, responsables del fracaso de los presupuestos en Cataluña— y el cambio de ciclo político está tan abierto que nadie se atreve a hacer predicciones.

El último batacazo de la coalición fue hace menos de un mes, la noche de las elecciones gallegas, pero desde entonces la actualidad ha ido tan deprisa que para el Gobierno parece una eternidad. Y las que quedan.

[El Gobierno sale en tromba en defensa de la amnistía y Junts, en apoyo de la "vía unilateral"]

14 de marzo

El texto de la amnistía ya estaba pactado muchos meses antes de darse a conocer: saliese como saliese, el bloque de investidura irá con él hasta el final. Salvo que alguno de los socios se baje del carro a última hora, el olvido penal para los encausados del procés se someterá al Pleno del Congreso de los Diputados este jueves.

La ley final, de hecho, podría estar lista del todo a finales de mayo o principios de junio, coincidiendo de pleno con la campaña para las europeas. Los plazos, eso sí, son apretadísimos: se votará este viernes, estará dos meses en el Senado y saldrá adelante. Está por ver cuánto logra ralentizarla la mayoría del PP en la Cámara Alta, cuyo reglamento acaba de reformar ex profeso para la norma.

21 de abril

El resultado en Galicia fue malo, pésimo para la izquierda nacional, pero al fin y al cabo era esperable perder las elecciones. En el País Vasco, en cambio, el bloque progresista guarda muchas esperanzas de cara a ir a las urnas el 21 de abril.

En el caso del PSOE, porque su segurísimo tercer puesto en estos comicios le convertirá en la llave del Gobierno regional; eso significa un mutuo acuerdo entre Ajuria Enea y Moncloa, una dosis de oxígeno para Pedro Sánchez y una reafirmación frente a una España regionalmente pintada de azul. Para Sumar, las vascas son, más que unas elecciones, una oportunidad de reivindicar su espacio frente a Podemos. 

12 de mayo

Al fracasar su intento de sacar adelante los Presupuestos, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha convocado elecciones anticipadas para el 12 de mayo. Pese a las conversaciones in extremis, los comunes no han dado su brazo a torcer con el Hard Rock, lo que ha obligado a los republicanos a mover ficha y jugarse el todo por el todo.

Que los independentistas mantengan su mayoría es difícil, pero más todavía que mantengan el poder en la Generalitat. Con los partidos más divididos que nunca y todas las posibilidades abiertas, Sánchez y Salvador Illa se juegan en esas elecciones su propio plebiscito sobre la Ley de Amnistía.

29 de mayo

Tras su dilatada derrota en las elecciones autonómicas de 2023, Pedro Sánchez compareció ante los medios de comunicación el día después del 28-M para disolver las Cortes y adelantar las elecciones generales. Cuando se cumpla un año, el escenario cambia radicalmente.

Según establece la Ley de Gobierno, el presidente del Ejecutivo en plenas facultades no puede convocar elecciones generales hasta transcurrido un año de la última disolución de las Cortes. Una vez pasado ese año, Sánchez podrá volver a adelantar elecciones si así lo quiere... y también plantear cuestiones de confianza o proponer al Rey la convocatoria de un referéndum consultivo.

9 de junio

Las elecciones europeas llevan mucho tiempo marcadas en el calendario político como el cierre definitivo del ciclo electoral. En ellas, por su propio formato de circunscripción única, los motores de los partidos se enfrentan de tú a tú en todo el panorama nacional, lo cual abre también la puerta de entrada a formaciones como Podemos, incapaces de llegar al 5% en ciertas provincias. 

Si hoy se celebraran las elecciones, el PP ganaría con una ventaja de 15 puntos de intención de voto sobre el PSOE, según el último sondeo elaborado por SocioMétrica para EL ESPAÑOL. Esta tendencia se ha acentuado en los últimos meses, durante los cuales la imagen del Gobierno de coalición se ha visto especialmente erosionada.

El PSOE, por su parte, sufriría un severo descalabro: retrocedería más de 8 puntos de intención de voto respecto a la anterior convocatoria de 2019 y perdería cinco escaños. Se quedaría con sólo 16 eurodiputados, 10 menos que el PP. Vox conseguiría 7, Sumar 6 y Podemos se quedaría con uno, que sería Irene Montero.