El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha conseguido este jueves sacar adelante la Ley de Amnistía propuesta por el PSOE con 178 votos a favor y 172 en contra. Sin embargo, el texto aprobado no es el ideal deseado por los socialistas, sino el aceptado por el expresidente catalán, Carles Puigdemont.
La norma pasará ahora al Senado, donde el PP usará su mayoría absoluta para retrasar todo lo posible su aprobación. Esto tardará unos dos meses, pero acabará volviendo al Congreso para aprobarse de nuevo y entrar en vigor.
El pasado 30 de enero, contra todo pronóstico, Junts acabó tumbando la Ley de Amnistía porque consideraba que no garantizaba la cobertura de Puigdemont y otros imputados por terrorismo. Eso llevó la norma de nuevo a la Comisión de Justicia para seguir negociando.
Los socialistas aseguraron por activa y por pasiva que no modificarían las partes de la amnistía relacionadas con el terrorismo. Consideraban que, de hacerlo, la norma podría perder su seguridad jurídica y acabar siendo tumbada por el Tribunal Constitucional o por los tribunales europeos. Todo eso, hoy, ha quedado en nada.
El texto aprobado este jueves incluye la rectificación radical del Gobierno y acepta que se incluyan como amnistiables delitos de terrorismo, sin hacer referencia al Código Penal y sólo a la definición de los tratados europeos.
La norma aprobada este jueves también amplía la fecha de aplicación de la amnistía. En vez de amnistiar los delitos cometidos a partir del 1 de enero de 2012, donde estaba el baremo inicial, se ha retrasado al 1 de noviembre de 2011. También abre la puerta a que se devuelvan las multas.
El portavoz del PSOE, Patxi López, ha sido el encargado de defender la postura de los socialistas. Aunque ha avalado la ley, ha basado gran parte de su intervención en atacar al PP y a Alberto Núñez Feijóo. "La enorme diferencia entre ustedes y nosotros es que cuando llegó al Gobierno, Pedro Sánchez entendió que sólo la política podía resolver un problema político de tal magnitud", ha dicho.
"La política, aunque ustedes no lo entiendan, es presentar alternativas. No nos escondemos detrás del Código Penal. Eso lo hacen ustedes y fracasaron estrepitosamente. Nuestras políticas ayudaron a distender la situación", ha añadido.
Feijóo, por su parte, ha recogido el guante y se ha mostrado muy contundente: "Esto no es reconciliación, esto es sumisión", ha dicho. "Pedro Sánchez depende de lo que diga el señor Puigdemont y depende de lo que haga el señor José Luis Ábalos. Se mantendrá sólo si Puigdemont quiere.", ha añadido.
El líder de la oposición ha criticado que Sánchez no se encontrara este jueves en el debate del Congreso de los Diputados [aunque después sí ha ido a la votación] y ha dicho que "hasta él se ve incapaz de dar la cara por este delirio".
Feijóo ha dicho que el PSOE ha incumplido su programa y su palabra. "Primero, no iba a haber amnistía. Después, no se iba a amnistiar el terrorismo. Después, se amnistía el terrorismo, pero sólo un poco. Tampoco iban a amnistiar la alta traición. Finalmente, amnistían el terrorismo, la alta traición y hasta la malversación. Lo han acatado todo", ha defendido.
Los partidos independentistas han sacado pecho de la medida que han conseguido del PSOE y han insistido en que su objetivo es la autodeterminación. La diputada de ERC Pilar Vallugera ha sido taxativa: "no vamos a parar hasta el ejercicio del derecho de autodeterminación".
"No hubo delito y la amnistía repara. No hubo golpes de Estado, no hubo malversación y no ha habido esta locura de terrorismo. Este es el reconocimiento de ello, hace mucho tiempo que lo tendríamos que haber tenido", ha dicho Vallugera. Ella ha hablado agradeciendo a Oriol Junqueras y a la vicepresidenta de la Generalitat catalana, Laura Vilagrà, que se encontraban en la tribuna de invitados.
El diputado Josep María Cervera, de Junts, ha explicado que su partido no aceptó la primera amnistía que proponía el PSOE "porque tenía carencias". "El no razonado nos confirma que, manteniendo con firmeza la posición, se avanza de verdad", ha dicho, asegurando que esta "es la mejor ley de amnistía porque no deja a ningún independentista fuera".
En una situación de estabilidad política, sacar adelante la Ley de Amnistía habría supuesto una victoria y un respiro para Pedro Sánchez. Moncloa había trabajado con la norma el apoyo de los independentistas a los Presupuestos Generales del Estado, y lo había hecho para no tener que pagar un precio demasiado elevado.
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Pero ese contexto sólo era válido hace dos días. Este miércoles todo cambió cuando el presidente de Cataluña, Pere Aragonès, convocó elecciones anticipadas para el próximo 12 de mayo al no lograr sacar adelante sus Presupuestos autonómicos.
El apoyo de los independentistas a las cuentas del Estado ya no está garantizado y la batalla campal que librarán entre sí complica la posibilidad de sacar leyes adelante en el Congreso. Además, según quién gane en Cataluña, tendrá ecos en la Cámara Baja.
Todos estos elementos hacen crecer la posibilidad de que Sánchez acabe teniendo que convocar elecciones generales cuando se cumpla un año de las anteriores. Sin embargo, como ya viene siendo habitual en la política española, no hay nada que se pueda dar por hecho.