El expresidente de la Junta de Extremadura Guillermo Fernández Vara ha pronunciado este sábado un emotivo discurso en el Congreso regional del PSOE, que se celebra en Mérida, en el que abandona el cargo de secretario general del partido para entregar el testigo a Miguel Ángel Gallardo.
Vara ha subido al estrado con el cabello cubierto por una gorra, debido al tratamiento de quimioterapia al que está sometido, tras ser intervenido de un tumor en el estómago, tal como anunció el pasado mes de diciembre.
Ante Pedro Sánchez, el expresidente de la Junta ha mostrado su agradecimiento a Felipe González y a Alfonso Guerra, dos dirigentes socialistas hoy proscritos por la cúpula del PSOE, debido a sus aceradas críticas a la ley de amnistía y a la política de alianzas del Gobierno con los partidos independentistas.
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También ha mencionado en este capítulo a su antecesor en la Junta, Juan Carlos Ibarra (igualmente crítico con la amnistía), a José Luis Rodríguez Zapatero, a Joaquín Almunia y al fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba.
De ellos ha dicho que fueron capaces de "unir, sumar, de que ganáramos todos", en un PSOE sin exclusiones. Porque, ha indicado, "el mejor PSOE ha sido a lo largo de la Historia el PSOE unido, más fuerte". Sus palabras han sonado a un cierto reproche respecto a la etapa actual, en la que casi todos los barones socialistas han sido laminados en las urnas, debido a las polémicas alianzas del Gobierno de Pedro Sánchez.
Fernández Vara ha dejado claro que sus palabras no son "una despedida". "Uno no se despide de los suyos, de su familia", ha dicho; en todo caso "se aparta, ocupa otro lugar, pero siempre voy a estar a vuestro lado ayudando, apoyando".
Tampoco ha eludido la enfermedad, que reveló ante los medios el pasado mes de diciembre. "Alguien me dijo hace unos meses, cuando me diagnosticaron la enfermedad: qué mala suerte", ha comentado.
Contra el victimismo
Sin embargo, ha aclarado ante los dirigentes socialistas presentes, "para mí es una suerte militar en este partido, que me permite luchar por las cosas justas". Y ha anunciado a sus compañeros: "En la medida en la que me encuentre mejor, intentaré estar más en contacto con todos vosotros, sois una parte importante de mi familia".
En un breve discurso que ha antecedido a la intervención de Pedro Sánchez, Fernández Vara ha asegurado que no quiere reconocimientos públicos: "No me propongáis para nada, no quiero calles, no quiero premios, ni homenajes, ni medallas... Porque ya las tengo, mis plazas y homenajes son mi foto en la casa de los extremeños".
El hasta ahora líder del PSOE extremeño ha criticado a quienes recurren al discurso victimista y sostienen desde la región que "Madrid tiene la culpa de todo". "Eso es más viejo que el hilo negro", ha dicho al respecto, "volver 40 años después a esa visión oscura y pesimista demuestra una ausencia absoluta de confianza en nuestras propias capacidades".
Durante la pasada legislatura, Vara fue junto a Emiliano García-Page uno de los barones socialistas más críticos respecto a la alianza de Pedro Sánchez con los partidos independentistas. Sin embargo, tras las autonómicas del 28-M fue desalojado del gobierno de la Junta debido al pacto suscrito por el PP con Vox.
Fernández Vara ha concluido su breve intervención evocando la trayectoria de su partido: "El pasado es historia, el futuro es un misterio, el hoy es un regalo. Por eso se le llama presente", ha señalado, "brindo por el PSOE de hoy, por el PSOE de ayer y por el PSOE de siempre".