"Hasta el 8 de abril hay margen". En la dirección del Partido Popular no corre prisa para elegir al candidato -o candidata- de las próximas elecciones catalanas del 12-M. A cincuenta días de que se abran los colegios electorales, la continuidad del actual líder, Alejandro Fernández, sigue en el aire.
Pese a las presiones internas en las filas populares, donde buena parte de los dirigentes apremian a tomar una decisión "cuanto antes", Alberto Núñez Feijóo se ha dado tiempo y está decidido a apurar los plazos. El límite para que haya fumata blanca en Génova es el 8 de abril, día en que se cierran las candidaturas.
"Si fuésemos un partido de gobierno, si nuestro candidato fuera a presidir la Generalitat, sería más urgente. Pero estamos buscando al líder de la resistencia y tenemos que ver quién la lidera con más eficacia", resumen fuentes próximas al presidente popular.
En el proceso para seleccionar a la persona clave, los populares priorizan, sobre todo, los microdatos que arrojan los estudios demoscópicos. Especialmente, después de haber detectado "un cambio" que todavía no está "muy medido", y es una "bajada potente de la fidelidad de voto del PSC".
Si bien "cada encuesta caduca cada día", el cambio de tendencia ha encendido las alarmas en la sede popular, donde admiten que la pérdida de fidelidad en las filas socialistas "no quiere decir" que haya un trasvase directo hacia el PP, pero es una información a tener en cuenta.
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Al menos, abre la reflexión. "Las encuestas no contemplan aún a Puigdemont, tenemos que ver si hace que la gente concentre el voto en torno al PSC, a ERC; si la gente de izquierdas se concentra en torno a ERC para que no gobierne Puigdemont, o al revés".
En el análisis que están llevando a cabo en la cúpula del PP, uno de los elementos más relevantes está siendo la evolución del voto constitucionalista en las últimas décadas. "Tenemos que ver qué gente ha votado a Alicia Sánchez Camacho, a Arrimadas, a Salvador Illa y ahora está dispuesta a cambiar de partido".
Actualmente, en el Parlamento catalán la suma de Vox, Ciudadanos y PP alcanza los 20 escaños. "¿Pero y si hay alguno más que se fue a Illa?", se cuestionan en el partido. "Porque Arrimadas en su momento llegó a treinta... tenemos que ver cómo conseguimos que el constitucionalismo esta vez elija nuestra marca como la preferida, recuperar ese liderazgo", agregan.
En definitiva, en el entorno de Feijóo aseguran que antes de precipitarse hay que pormenorizar todos los elementos: "Vamos a trabajar con información, con datos. No es igual que las temáticas sean idioma, identidad, economía; a que tengamos que poner el foco en vivienda, servicios sociales, sequía. Vamos a darnos tiempo para conocer el mapa político en Cataluña".
Los nervios cada vez se acrecientan más en los cuadros del PP. Para muchos mandos autonómicos es "incomprensible" que, a estas alturas, siga en suspenso el futuro de Alejandro Fernández.
No obstante, en la dirección popular se muestran impasibles: "Hay que diferenciar los tiempos comunicativos y mediáticos de los tiempos políticos, a los que más urge la respuesta no es a la sociedad en Cataluña, es a los medios".
El escenario sería diferente, aseguran fuentes de Génova, si a la hora de decantarse por un candidato u otro, se estuviera hablando de dirimir "entre alguien que suma a la marca diez escaños o alguien que los resta". No es el caso: "Hablamos de pequeños matices, de hacer microcirugía y de ver temáticas, perfiles y demás".
Como publicó EL ESPAÑOL, la opción preferida de Feijóo para encabezar la candidatura de su formación en Cataluña es Dolors Montserrat. La exministra de Sanidad, sin embargo, prefiere conservar su puesto actual como portavoz del PP en el Parlamento Europeo. En realidad, admiten en su entorno, "hará lo que le ordenen".