Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en la bancada del Gobierno en el Congreso, con gesto serio.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en la bancada del Gobierno en el Congreso, con gesto serio. EFE

Política GOBIERNO

Las discrepancias abren brecha entre Sánchez y Yolanda Díaz y llevan la coalición al peor momento

Los socialistas reprochan a la líder de Sumar el fracaso de los Presupuestos, y su formación critica decisiones y estrategias de Moncloa. 

24 marzo, 2024 03:00

Robin Williams encarna en la película Desmontando a Harry de Woody Allen a un actor que se ve siempre con la imagen desenfocada y sin nitidez, como metáfora de alguien descolocado y confuso. Así describen miembros del Gobierno y dirigentes socialistas la actuación política de Yolanda Díaz.

Explican que la vicepresidenta y líder de Sumar hace esfuerzos por tener foco en la legislatura y opera poniendo distancia con respecto al núcleo del Gobierno de coalición. Y le reprochan que no controle a los partidos que constituyeron la candidatura y el Grupo Parlamentario de Sumar.

Al otro lado, fuentes de Sumar hacen un listado de asuntos y estrategias ejecutadas desde Moncloa sobre las que cada vez son más críticos y distantes.

[La estrategia de confrontación liderada por Sánchez y Montero divide al Gobierno y a sus socios]

Desde temas de calado como la renuncia a aprobar Presupuestos para 2024, la cesión de la competencia de migración a Junts, el aumento de los gastos de Defensa, el anuncio de infraestructuras como la ampliación de Barajas y el Puerto de Valencia y decisiones estratégicas como la gestión de crisis como la de la corrupción o la confrontación con el PP intercambiando graves acusaciones.

En ese panorama, fuentes de ambas partes del Gobierno de coalición admiten que la relación entre PSOE y Sumar pasa por su peor momento. Obviamente, ninguna de las dos formaciones pretende romper y todos muestran su voluntad de trabajar en favor de la coalición, pero la acumulación de discrepancias ha abierto una brecha visible.

Hay impresión de fin de ciclo y de profundo desagrado por el clima político y se dice que, en realidad, hay quien se está preparando para un futuro enfrentamiento electoral.

Varios ministros del sector de Sumar expresan en privado su incomodidad por la marcha del Gobierno en esta legislatura. Incluso por detalles como la reunión y la foto del presidente del Gobierno este lunes con los responsables de la industria de Defensa o la actuación del ministro de Transportes, Óscar Puente, "buscando charcos a los que tirarse de cabeza".

La propia vicepresidenta dejó patente la semana pasada en el Congreso su desagrado por el tono de Sánchez en la sesión de control. Mientras el presidente era aplaudido por su discurso de "y tú más", Díaz permaneció seria, quieta y visiblemente molesta.  

El asunto de más calado es el referido a los Presupuestos para 2024, que el presidente del Gobierno dio por liquidados en el mismo momento en el que Pere Aragonès convocó elecciones para el 12 de mayo ante la imposibilidad de aprobar las cuentas de Cataluña.

Los socialistas explican que es "insólito" que Sumar haya provocado que no se pueda aprobar los Presupuestos del Gobierno del que forman parte. Lo han hecho, según explican en el PSOE, al no ser capaces de lograr que los Comunes, su asociado catalán, aprobara las cuentas de Aragonès.

Legislatura en peligro

Ese hecho, dicen, puede suponer que la legislatura esté en peligro, y explican que muestra que Yolanda Díaz no controla a su formación, lo que puede suponer un riesgo para el Gobierno de coalición. De hecho, esta misma semana un senador de Compromís, que forma parte de Sumar, dijo solemnemente que rompía con el PSOE, sin que se conozca en qué se traduce eso.

Los socialistas aseguran que pidieron sin éxito la mediación de Díaz para que En Comú no rechazara los Presupuestos.

Esa situación se ha prolongado en el Ayuntamiento de Barcelona, donde Ada Colau también ha rechazado los Presupuestos y ha provocado que el alcalde socialista Jaume Collboni tenga que presentarse a una cuestión de confianza.

La versión de Sumar es radicalmente diferente y, obviamente, defiende su margen de actuación política, sobre todo sobre asuntos que no han sido pactados y no están en el acuerdo del Gobierno de coalición.

Según dicen en Sumar, la controversia sobre los Presupuestos de Cataluña tiene que ver con lo que llaman el "empeño de Illa" por no acceder a cambios para que los pudieran apoyar los Comunes.

Y, en todo caso, señalan que no había ninguna necesidad de suspender la tramitación de los Presupuestos. De hecho, explican que los de 2025 que se negocien en otoño van a tener un "precio" mucho mayor por parte de los socios y van a estar limitados para no ser expansivos.

De hecho, la tarde posterior a la convocatoria electoral en Cataluña se reunieron, como estaba previsto, en el Ministerio de Hacienda las delegaciones de PSOE y Sumar para tratar sobre los Presupuestos. La idea era llevar al Consejo de Ministros el proyecto de ley.

Bien avanzada la reunión, les fue notificado que el presidente del Gobierno daba por suspendida la tramitación de las cuentas, y que así había sido filtrado a algún medio.

En Sumar creen además que la estrategia de seguir al PP para embarrar el campo sólo puede perjudicar al Gobierno. "Es una estrategia claramente perdedora", dicen, desmarcándose visiblemente de la propia actuación del presidente del Gobierno en el Congreso. Aunque no lo manifiesten en público para no dañar a la coalición.

Por eso han optado por la vía más propositiva, presentando un plan contra la corrupción. Pero hasta eso provoca disgusto en el PSOE, que entiende que esa actuación de Sumar sólo sirve para fijar el marco en el que quiere jugar el PP, el de la corrupción generalizada.

Todo ello ocurre en el contexto de las dificultades del Gobierno y los malos resultados de ambos en Galicia, que pueden ser preludio de un desastre en las europeas de junio, con paso previo por las vascas y catalanas que no apuntan bien para los de Yolanda Díaz.