Las cuentas de Sumar: pide votar a los 16 porque se ve favorito en un caladero de 1M de nuevos electores

De hecho, la formación liderada por Yolanda Díaz cuenta con que casi 300.000 de los nuevos electores (rondan los 900.000) que se sumarían al censo podrían confiar en ella, una cifra muy superior a la del PSOE y sólo comparable a la de Vox, que sería muy similar. Sería, junto a la franja de los menores de 24, la única franja en la que los extremos superarían al bipartidismo.

La propuesta no es nueva. Unidos Podemos ya lanzó al aire en 2018 una idea similar que iba de la mano con sustituir el sistema de elección D'Hondt por el Sainte-Laguë, más beneficioso para los morados. Entonces, Irene Montero incluso llegó a pactar con Juan Carlos Girauta (Ciudadanos) un acuerdo para llevar la ley al Congreso, según aseguran fuentes de la formación. Aquello acabó decayendo por la negativa del PSOE y el PP.

El voto joven era el principal caladero de votos para Podemos y lo sigue siendo para Sumar, incluso aunque los morados se hayan separado. Según los datos brutos (sin cocinar) del CIS, ambos pierden paulatinamente apoyos a medida que los electores envejecen más allá de los 45 años, donde tocan un techo de 23,8% de simpatía. 

Los partidos más perjudicados, atendiendo a que son las que menos apoyos tienen entre los más jóvenes, son el PP y el PSOE, que apenas rascan un 5,7 y un 7,8% de votos entre los directamente mayores de 18 años. Sumar y Vox, en contraposición, suben hasta el 11,3 y 10,6%. Y la tendencia dice que estos números aumentarían cuanto más baje la edad.

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Otros partidos como ERC, el BNG o ERC también obtendrían beneficios de este cambio en la Ley Electoral. De hecho, los republicanos fueron los primeros en poner en la agenda esta reforma en 2016, en plenas postrimerías del 15-M, pero entonces Ciudadanos sí se unió al PP y al PNV para tumbarla en el Congreso. La votación fue ajustadísima y se saldó por cinco votos.

La idea de Rego

Lejos de los números fríos, el argumento que enarbola Sumar sigue siendo muy parecido al que entonces defendía Unidos Podemos: rejuvenecer la participación política e incluir a los jóvenes en el diseño social, dicen desde la formación. A su vez, argumentan que rebajar la edad de votación también acercaría a las nuevas generaciones al sistema democrático.

"Lo que es evidente es que reflejaría mejor el sentir general y la realidad del país, básicamente porque es más gente expresando su opinión", resumen fuentes de IU. Desde la coalición defienden también la "valentía" de Sira Rego por plantearlo en condición de ministra, con el apoyo previo del Consejo de la Juventud y en una comisión del Senado. Eso sí que es novedad. 

Desde su ministerio recuerdan que en España las personas jóvenes son responsables penalmente desde los 14 años y que desde los 16 pueden casarse, conducir algunos vehículos, mantener relaciones sexuales y trabajar, entre otras cosas. "Pueden participar en la vida social pero se les cierra la puerta de la política", justifican desde el entorno de la ministra. 

Aunque es cierto que la idea lleva años inmersa en los debates internos de Izquierda Unida, la declaración de Rego este lunes no ha sido del todo inocente.

Sobre todo, porque que se encuentra inmersa en las primarias a la portavocía confederal de IU, a las puertas de presentar la Ley de Juventud con los sindicatos en plena negociación con Sumar para conformar las listas a las elecciones europeas. Tampoco hay que olvidar que la ministra abandonó un sillón como eurodiputada y la vicepresidencia del Grupo de la Izquierda en el Parlamento Europeo para entrar en el Gobierno.