El candidato de Junts y expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en la presentación de su lista, en Elna (Francia).

El candidato de Junts y expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en la presentación de su lista, en Elna (Francia). Efe

Política ELECCIONES CATALANAS

Puigdemont ya escribe su discurso de investidura y dice que irá directo desde el "exilio" al Parlament

"Ya basta de que nos puedan quitar hasta el derecho a celebrar una victoria que España no quería. La amnistía era tabú, era el demonio", ha indicado.

13 abril, 2024 21:11
L.C. M.A. Ruiz Coll

El expresidente de la Generalitat y candidato de Junts Carles Puigdemont lleva "desde hace tiempo" preparando con su equipo un discurso de investidura y su regreso a Cataluña, que quiere convertir en "un acto de país, de unidad independentista". Y lo hará, según dice, el mismo día que retorne directamente desde su "exilio" al Parlament.

Según ha declarado en una entrevista a elNacional.cat, Puigdemont, que lleva huido de la Justicia desde 2017, pretende que toda la parafernalia de su regreso signifique la última victoria (simbólica) del procés contra el Estado.

Gracias a la amnistía, presume, "hemos conseguido impedir el principal objetivo que tenía la represión española", que era conducir al "president de la Generalitat esposado y de malas maneras, a una prisión española". 

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Ahora, afirma, tras la negociación que permitió consensuar el texto definitivo de la amnistía, los independentistas tienen derecho a celebrar con una enorme "alegría" su victoria sobre España.

"La amnistía era tabú, era el demonio. El mismo Salvador Illa lo ha dicho mil veces", recuerda Puigdemont en la entrevista que ha concedido desde Francia, "¿no creemos que esto es una victoria? Claro está que no es suficiente, que con eso no se acaba la pulsión represora del Estado. Solo faltaría. Pero caray, es una victoria que la hemos sudado, y que la hemos arrancado de las manos del Estado español, que no quería".

El fugitivo de la Justicia confirma que se retirará de la "política activa" si no logra la mayoría suficiente para ser investido presidente de la Generalitat en las elecciones autonómicas del 12-M, tal como anunció esta semana.

"La Generalitat hace siglos que existe", argumenta, "no es una presidencia de una comunidad autónoma ni de una región europea. Y yo he querido honrar esta condición preservándola al máximo del intento de humillación y de represión de las instituciones españolas".

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Por ello, señala, "no tengo plan B, por dignidad institucional no puedo ser el jefe de la oposición. Todo el mundo puede entender que el rol del 130.º president de la Generalitat no es hacer de jefe de la oposición". Por tanto, se lo juega todo en los comicios del próximo 12 de mayo.

Puigdemont también alude en la entrevista a las dos ocasiones en las que, tras su fuga, fue detenido en Alemania e Italia a instancias de la Justicia española. En ambos casos, acabó puesto en libertad, gracias a los oficios de su abogado, Gonzalo Boye

"Cuando me detienen en Alemania", relata, "la incertidumbre de que te envíen en un avión y que te extraditen existe, pero no solo no me doblegó, sino que me fortaleció".

Aunque admite que no puede comparar su situación con la del resto de dirigentes de la Generalitat, como Oriol Junqueras, que fueron condenados y pasaron tres años y medio de prisión, hasta que se beneficiaron del indulto. "Tampoco puedo decir que se me haya vejado en ninguna de las dos prisiones en que he estado", añade, "el trato ha sido siempre correcto".

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El expresidente de la Generalitat admite que regresa a una Cataluña muy distinta a la que abandonó en 2017, y se reafirma en que mantiene "intacto" el objetivo de lograr la independencia de la región.

"Pasar por el exilio ha sido una molestia", se lamenta, "nos ha hecho perder muchos años, nos ha llevado a una división y a una desmovilización, nos hemos tenido que dedicar sobre todo a la lucha antirrepresiva, más que a cómo construimos república (...) Pero el objetivo para mí está intacto", remata.

A preguntas del periodista, también alude a los momentos personales más duros que ha vivido desde que abandonó Cataluña, como la muerte de su padre.

"Despedirme de mi padre por Skype fue un momento duro, difícil", relata Puigdemont, "mi hija mayor tenía 10 años cuando yo me marché, ahora tiene 16 a punto de 17. Imagínese lo que es el proceso de crecimiento de las personas que amas más, lo que ha tenido que soportar mi mujer".

No obstante, asegura, siempre ha querido guardar ese sufrimiento para su intimidad: "Decidimos que no haríamos de nuestra situación personal un espectáculo público, que no hablaríamos, que no iríamos a llorar por los platós de las televisiones, explicando las penas que tenemos".

En cambio, asegura, lo que más le motiva es luchar contra España: "Cada vez que España pone una dificultad, un problema, una persecución, un espionaje, a mí eso me motiva".