A escasos cinco días de que se destapen las urnas en el País Vasco, el Partido Popular lanza una campaña para desenmascarar al PNV. Lo hace a través de un vídeo en el que le pone frente al espejo. En él, se refleja la imagen de Yolanda Díaz. La idea a transmitir es simple: "Han traicionado a su votante, ya no defienden las ideas en las que antes creían".
En el tramo final de la campaña vasca, los populares, ante la volatilidad que la demoscopia refleja en el PNV -al revés que el de Bildu, que cada vez se muestra más fiel a sus siglas-, han decidido lanzar una ofensiva a fin de capitalizar papeletas en ese nicho de votantes.
La estrategia consiste en identificar al PNV con los aliados de Pedro Sánchez en el Congreso. De esta manera, el PP pretende neutralizar el voto útil que pueda recibir la formación nacionalista ante el temor de una victoria de Bildu y atraerlo a su orilla.
En un vídeo de no más de medio minuto, el PP incidirá en que el grupo de los nacionalistas vascos en el Congreso vota exactamente lo mismo que el resto de formaciones que sostienen el Gobierno: Podemos, Sumar, ERC... y Bildu.
En realidad, el PP lleva tiempo enhebrando un discurso hostil contra el PNV, al que acusa de haberse plegado a los intereses del bloque sanchista, a costa de perder su identidad, más próxima a la casta empresarial que a formaciones que se identifican con el marxismo.
De hecho, durante su discurso de investidura, Alberto Núñez Feijóo lanzó un primer órdago a los nacionalistas vascos cuando le dijo a Aitor Esteban: "Hay un votante del PNV al que le provoca desazón ver cómo su partido vota lo mismo que Bildu. Hay un votante del Partido Nacionalista Vasco moderado al que le cuesta entender que forme parte de la coalición con Bildu, ERC y el Partido Comunista".
Ahora, sobre esta misma idea, el PP trata de reclutar a electores procedentes de las filas nacionalistas que no comulgan con el viraje de la formación a la izquierda. De esta forma, la candidatura que encabeza Javier de Andrés aspira ensanchar su base y cumplir uno de sus objetivos: crecer tanto en votos como en escaños.
En la dirección popular son conscientes de que el País Vasco es una tierra hostil, y que el temor a que pueda gobernar Bildu propicia que no decaiga en picado el apoyo al PNV. De ahí que el candidato del PP vasco apenas esté mencionando a la formación de Arnaldo Otegi en esta campaña.
Al menos, no lo está haciendo tanto como lo están haciendo el PNV o los socialistas, que se mantienen en sus trece de que no le darán la lehendakaritza (con el pretexto de que todavía no han condenado el terrorismo) aunque sí lo hicieron con la alcaldía de Pamplona.
La campaña en Cataluña
La campaña que el PP pone en marcha este martes en el País Vasco es calcada a la que lanzó ayer en Cataluña. Aunque, en ese caso, el enemigo a batir es el PSC de Salvador Illa.
La dirección popular compartió un vídeo en el que ponía frente al espejo al votante socialista, para "retratar a un PSOE que ha abandonado el ideario socialista y se ha entregado al independentismo, tratando de llevarse por delante la igualdad de todos los españoles".
En la comunidad catalana, además, el PP irá más lejos: recorrerá las calles de Barcelona con un autobús en el que proyectará el vídeo. Todo para descubrir la "triste realidad" de que el voto a los socialistas "solo sirve para encumbrar a Puigdemont" y que "el candidato de Sánchez en Cataluña no tiene credibilidad alguna tras abjurar de la amnistía y ser ahora su mayor defensor".