La visita de Pedro Sánchez al primer ministro esloveno, Robert Golob, no ha producido los réditos esperados. El presidente español acudía a Liubliana a confirmar su liderazgo en el seno de la UE para el reconocimiento "en las próximas semanas" del Estado palestino como "mejor vía para impulsar la solución política de los dos Estados" en Oriente Próximo. Sin embargo, el primer ministro de Eslovenia le prometió "coordinación" para hacerlo "cuando esta decisión concite más consenso".
Golob coincide en parte con la prudencia con la que este lunes Luís Montenegro, primer ministro de Portugal, le respondió con otro no educado al presidente español. El nuevo mandatario luso sí apoya la entrada de Palestina como Estado de pleno derecho en Naciones Unidas, que se discutirá este jueves en el Consejo de Seguridad. Y sólo en caso de que se complete ese proceso, Lisboa daría el paso.
"Reconocer el Estado palestino es sólo uno de los pasos que tenemos que dar, quizás el primero, pero hay más trabajo que hacer", añadió.
De hecho, se puede decir que el primer ministro esloveno ha matizado su opinión. Porque no hace un mes que Golob firmaba un comunicado conjunto con Sánchez y los mandatarios de Malta e Irlanda en este sentido [consúltelo aquí en PDF], al finalizar el último Consejo Europeo.
Entonces, el presidente español colocó esas circunstancias en "este semestre". Pero tras el ataque iraní a Israel de este sábado, según fuentes diplomáticas, las circunstancias de la región han cambiado: "En días o semanas podríamos estar ante una guerra en Oriente Medio sin precedentes", explica un alto diplomático español.
Ese conflicto abierto se podrá evitar, o no, continúa esta fuente. Pero no dependerá de lo que haga España por sí misma, o liderando a un pequeño grupo de países de la Unión Europea.
En la comparecencia conjunta, Golob ha aclarado: "No quiero hablar sobre el calendario, porque también depende de toda una serie de factores internacionales". Y Sánchez ya no ha puesto fecha a su plan, aunque fuentes de Moncloa insisten en que "no hay ningún cambio" y "se mantiene" el horizonte de antes del fin de junio, a la espera de las decisiones que se tomen en Naciones Unidas.
"España seguirá delante"
En todo caso, "España seguirá delante", explica otra fuente diplomática implicada en este conflicto. "Ya no había unanimidad en la UE", antes del ataque iraní. "Por lo tanto, todos guardan la ropa" ahora.
Moncloa ha invertido mucho capital político en esta tercera gira que Sánchez ha emprendido en las últimas semanas con el objetivo de que el reconocimiento de Palestina como Estado por parte de nuestro país fuera "conjunto con otros países europeos" para que sirviera de "detonante" para unas conversaciones de paz.
De hecho, la comparecencia institucional de Sánchez y Golob tras su entrevista de este martes, ha transcurrido en los mejores términos políticos. Ninguno ha contradicho al otro, y simplemente han marcado sus matices al tiempo que trataban de mostrar algo parecido a la unidad de acción.
El presidente español ha explicado que se debe impulsar el reconocimiento de Palestina "cuando las circunstancias trasladen un impacto positivo". Y el esloveno ha matizado que lo hará "cuando sea el momento", y que su país entiende que eso significa que "cuando haya más consenso, daremos el paso adecuado".
Efectivamente, Golob no ha explicitado su cambio de postura y Sánchez no ha recibido un varapalo expreso.
Fuentes oficiales de Moncloa aclaran que el debate abierto convocado este jueves por la presidencia maltesa (uno de los países de la UE más alienados con el plan español) puede aclarar la situación. "Haya o no veto en el Consejo de Seguridad, los países árabes pueden llevarlo a la Asamblea General, y hay más de 140 países que ya han reconocido a Palestina como Estado... el peso político de una resolución así es ahora".