La cuenta atrás emprendida por Pedro Sánchez el pasado miércoles mantiene en vilo a la dirección del Partido Popular, donde anida cierta preocupación por lo pueda pasar a partir del lunes. "Nada bueno", asumen la mayoría de dirigentes populares consultados por EL ESPAÑOL.
Según creen, el presidente del Gobierno no sólo no anunciará su dimisión, sino que "todo forma parte de una estrategia que tiene, entre otros objetivos, neutralizar a la oposición y acorralar al Poder Judicial", asegura un cargo destacado de la formación.
En el entorno de Alberto Núñez Feijóo se muestran convencidos de que la carta, los cinco días, el amago de dimitir... obedecen a una estrategia del presidente para poder afianzar su mandato. Para muestra, indican, los mensajes que están lanzando los miembros del Consejo de Ministros y la cúpula del PSOE para caricaturizar a la "derecha y la extrema derecha", que asocian de forma directa con el "trumpismo" y el "golpismo".
Desde que Sánchez publicara en sus redes sociales la carta abierta a la ciudadanía, en la que acusaba a PP y Vox de activar la "máquina del fango" y perpetrar una operación de "acoso y derribo por tierra, mar y aire" contra su figura y la de su mujer, han circulado distintas teorías por la sede de Génova sobre el posible desenlace.
De momento, gana con fuerza aquella que piensa que Sánchez se someterá a una cuestión de confianza en el Congreso de los Diputados y, posteriormente, anunciará una agenda política para dar un impulso a la legislatura con medidas como la reforma para cambiar el sistema de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
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Para el PP, lo más grave de la situación política que ha generado Sánchez, con la inédita decisión de suspender durante cinco días su agenda pública, es que la izquierda está dando pábulo a todas las conspiraciones sobre la existencia de lawfare en la judicatura.
La apelación de Sánchez a una "coalición de intereses derechistas y ultraderechistas", en la que de forma velada introduce también a medios de comunicación y otros resortes del sistema, marca un punto de inflexión para los principales dirigentes del PP.
"Dimitir de la democracia"
De ahí las palabras de Feijóo este sábado en un mitin: "Cuando se ataca a jueces y periodistas por hacer su trabajo en libertad, de lo que se quiere dimitir es de la democracia".
"Confío plenamente en que la gran mayoría de los españoles, mujeres y hombres, jóvenes y no tan jóvenes, no se van a dejar engañar con nuevas mentiras", recalcó Feijóo. "España no tiene un problema. Lo tiene su presidente. Y no tiene ningún derecho a arrastrar a su partido con él... y mucho menos a su país".
En definitiva, en Génova consideran que Sánchez está allanando el terreno para, desde una posición victimista, poder justificar el asalto a la única institución que le queda por controlar: el CGPJ, que está pendiente de renovación desde hace un lustro. En este momento, el Gobierno mantiene una negociación con el PP que no termina de consumarse por la negativa del ministro de Justicia, Félix Bolaños, a pactar un nuevo modelo para que los jueces elijan a sus pares.
Aunque en el PP se han mostrado convencidos desde el primer momento de que Sánchez continúa, la manifestación de este sábado ha movido los ánimos en la cúpula del partido. "Si esperaba un baño de masas para defender su continuidad, no lo ha encontrado", se jactan fuentes próximas a Feijóo a este periódico.
Para los populares, el PSOE encalló ayer en su afán de movilizar a un nicho importante de la sociedad para animar a su líder a no dar un paso atrás. "¿La imagen? Ciento veinte autobuses con cincuenta personas... Si pretendían evidenciar que España entera salía a la calle en defensa de una democracia comprometida con Sánchez, no lo han conseguido", agregan.
Sobre el Comité Federal y la concentración simultánea frente a la sede de los socialistas, en el PP hablan de un "fracaso evidente" que, sin duda, "complica mucho más el relato de continuidad" de Sánchez. No obstante, en el PP tratan de zarandear al jefe del Ejecutivo, al que los socialistas intentan cortejar desde el prisma emocional: "Haga lo que haga, no ha logrado la adhesión ciudadana".