Que el ambiente está caldeado en la izquierda se ha notado este 1 de mayo en la manifestación por el Día del Trabajador en Madrid. Un grupo de manifestantes ha boicoteado con una batucada a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, mientras pronunciaba su discurso.
Cuando Díaz ha empezado a hablar, después de hacerlo Pepe Álvarez y Unai Sordo, se han empezado a escuchar gritos de "Sí se puede" provenientes de la sección de Podemos en la manifestación y una batucada ha empezado a tocar muy fuertemente, haciendo imposible a los asistentes escuchar a la vicepresidenta.
La batucada estaba ubicada en la parte de CC. OO. Sin embargo, no consta que haya sido una acción premeditada. De haberlo sido, tampoco lo reconocerían en público. Lo que sí ha pasado es que la vicepresidenta ha tenido que ponerse a gritar, sin que sus palabras se escuchen.
Cuando Díaz ha terminado de hablar, ha sido del turno de María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda. Ella es del PSOE y, al poco de comenzar su discurso, la batucada ha dejado de tocar.
Durante su discurso, Díaz ha asegurado que el Gobierno va a reducir la jornada laboral, algo que se ha convertido en el lema de esta campaña y que desde Sumar, la coalición que lidera, han asumido como bandera. Sin embargo, a pesar de ser una de sus principales luchas políticas, se ha escuchado al resto de oradores reclamar eso mismo, pero no a ella.
"La reducción de la jornada laboral es un clamor en la calle y la vamos a hacer posible", ha dicho María Jesús Montero. Aunque ha habido representantes de Podemos, como las exministras Ione Belarra e Irene Montero, no han sido invitadas a la tribuna de oradores para dar un discurso.
Podemos y Sumar todavía no han firmado la tregua desde que los morados decidieron salirse del grupo de Sumar en el Congreso de los Diputados. Ambas formaciones son incapaces de ponerse de acuerdo para presentarse en conjunto en las distintas elecciones autonómicas y sumar fuerzas.
[María Jesús Montero: "La reducción de la jornada laboral es un clamor y la vamos a hacer posible"]
Además, Sumar tiene sus propios problemas internos. La coalición iba a integrar en la dirección de Sumar a los distintos partidos que la forman. Esto iba a suceder la semana pasada, pero fue aplazado por las dudas de Izquierda Unida, que quiere construir una federación de partidos "sin asimetrías", lo que implicaría la pérdida de poder de Díaz.