Los últimos 'tracking' acortan la distancia entre Illa y Puigdemont y sitúan a Vox cerca del PP

Según esos sondeos, ERC mantiene la tendencia a la baja, Vox muestra un suelo más sólido del esperado y también consigue estrechar la distancia que le separa del PP: ambas formaciones se disputan la cuarta posición.

En la parte baja, los Comunes de Ada Colau parecen haber logrado frenar su caída, mientras se confirma el hundimiento de la CUP y emerge Aliança Catalana (el partido independentista y xenófobo de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols), que finalmente podría entrar en el Parlament.

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Todos estos movimientos pueden alterar la foto final y pueden ser decisivos para la formación de una coalición de gobierno tras la votación del domingo. Eso sí, si se mantienen las actuales tendencias, Illa sólo conseguirá ser presidente de la Generalitat si obtiene el apoyo de Junts o de ERC.

El último sondeo de SocioMétrica publicado por EL ESPAÑOL el pasado lunes (último día en el que es legal difundir encuestas, según la Ley Electoral), otorgaba al socialista Salvador Illa una amplia mayoría con 41 escaños.

Junts lograría hacerse con la hegemonía del bloque independentista, con 32 escaños, mientras que ERC, la formación del president Pere Aragonés, caería hasta los 26 diputados (lo que supone un severo retroceso respecto a los 33 que tiene actualmente).

El PP de Alejandro Fernández se colocaría en cuarta posición con 13 escaños (lo que cuadruplica el resultado que obtuvo en 2021, cuando se quedó con sólo tres escaños), seguido muy de cerca de Vox, que conservaría sus 11 actuales.

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El sondeo otorgaba seis escaños a los Comunes (que aspiran a participar en un tripartito con el PSC y ERC), sólo cuatro a la CUP (menos de la mitad de los nueve que obtuvo en las anteriores elecciones catalanas), mientras que la Aliança Catalana podría entrar en el Parlament con hasta dos.

Nuevas tendencias

Desde entonces, las tendencias se han movido. Con Carles Puigdemont protagonizando todos los mitines de campaña desde el sur de Francia, a la espera de regresar a España gracias a la amnistía, Junts gana terreno y se acerca al PSC.

Puigdemont no logra amenazar la victoria de Salvador Illa, pero el crecimiento de Junts puede ser clave para la configuración del nuevo Ejecutivo autonómico. Durante la campaña, tanto el fugitivo de la Justicia como Pere Aragonès han tratado con desdén al candidato socialista, al que presentan como un simple "delegado de la Moncloa" en Cataluña, sujeto a las instrucciones que reciba de Madrid.

Desde el pasado fin de semana, Puigdemont ha endurecido su discurso y ha garantizado que en ningún caso respaldará la investidura de Illa, al que culpa del "empobrecimiento" de Cataluña que, a su juicio, causó la aplicación del artículo 155 de la Constitución. También acusa de Illa de falta de "empatía" y "humanidad", por no haber visitado en la cárcel a los responsables del procés cuando se encontraban presos.

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Pero no fue el artículo 155, sino el referéndum ilegal del 1-O y la declaración de independencia promovida por el propio Puigdemont, lo que provocó la fuga de las grandes empresas de Cataluña desde los primeros días de octubre de 2017.

Si bien todos los sondeos dan por descontada la victoria de Salvador Illa, la gran incógnita de los comicios del domingo es si podrá contar con los apoyos suficientes para gobernar.

Y cómo afectará todo ello a la política nacional, pues Carles Puigdemont ya ha anunciado que si el PSC impide su "restitución" como presidente de la Generalitat, tumbará el Gobierno de Pedro Sánchez.

En un acto celebrado este jueves en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), el presidente Pedro Sánchez ha equipado al PP y Vox con la "ultraderecha independentista".

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El avance del partido xenófobo de la alcaldesa Sílvia Orriols ha provocado que la inmigración entre en el debate de la campaña electoral. En sus últimos mítines desde el sur de Francia, Puigdemont ha advertido que el crecimiento de la inmigración pone en peligro la integración de los jóvenes en las aulas y la supervivencia de la lengua catalana.

En el acto del domingo celebrado con jóvenes independentistas, Puigdemont se quejó de que la Generalitat tenga que contratar a médicos y enfermeras procedentes de países de Sudamérica, algo que, argumentó, "empobrece a sus países".

¿Empate PP-Vox?

Por su parte, el PP ha utilizado como uno de los talismanes de su campaña al alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, que obtuvo mayoría absoluta en las municipales del 28-M con la promesa de poner en marcha un plan contra las okupaciones ilegales.

El líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, aludió a esta cuestión tanto miércoles, en un acto celebrado en Cornellà de Llobregat (Barcelona) como ayer en Tarragona.

El miércoles pidió el voto a "aquellos que están a favor de la inmigración legal, pero que no admiten que la inmigración ilegal ocupe nuestros domicilios". Este jueves, ha culpado al PSC, Junts y ERC de los "índices de criminalidad" y las "okupaciones" en Cataluña.

Porque la pugna también está reñida entre la cuarta y la quinta posición. Si hasta hace una semana se daba por seguro el sorpasso del PP a Vox, los trackings de última hora colocan a ambos partidos en una situación próxima al empate técnico. 

Después de que se rompieran las negociaciones para presentar una lista conjunta con Ciudadanos (Cs), la dirección nacional del PP confirmó a Alejandro Fernández como candidato a la Presidencia de la Generalitat. Una apuesta de Génova que se ha visto avalada por los sondeos publicados hasta el lunes.