Suenan las alarmas en el PSOE. Tanto sus socios de investidura como sus socios de coalición en el Gobierno tumbaron este martes junto al PP su ley contra el proxenetismo. Además, los diputados de Sumar también votarán el próximo jueves en contra de la reforma de la Ley del Suelo, haciendo que el destino de ésta pase a depender exclusivamente de la gracia del PP.

Más allá del contenido de las leyes, la situación tiene un profundo calado a nivel parlamentario para los socialistas. La de este martes ha sido la primera vez en la legislatura que el Congreso les tumba una proposición de ley, y el jueves será la primera vez que Sumar vote contra la tramitación de un proyecto legislativo que parte del Consejo de Ministros.

Esto pone de manifiesto la debilidad parlamentaria de Pedro Sánchez y su dependencia del resto de los socios para poder legislar. "Estamos solas", reconocía una miembro del Gobierno hablando de la ley contra el proxenetismo, pero planteando una reflexión extrapolable al resto de ámbitos.

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Eso sí, la semana que viene Sánchez tendrá un balón de oxígeno al aprobar definitivamente la Ley de Amnistía. Será el 30 de mayo.

El PSOE decidió la semana pasada que traería al pleno de este martes la ley contra el proxenetismo. Eso no sentó bien en Sumar, ya que la coalición de Yolanda Díaz está formada por distintos partidos con distintas sensibilidades al respecto.

Si bien lo que se esperaba es que hubiera libertad de voto para las distintas formaciones que integran la plataforma, algo que ya pasó con Unidas Podemos en la anterior legislatura, Sumar sorprendió este martes al anunciar que votaría no. Sus diputados acusaron al PSOE de electoralismo y de intentar dividirles a sólo unos días de que empiece la campaña de las europeas.

Además de Sumar, tampoco respaldaron la iniciativa socialista los socios habituales de ERC, PNV, Podemos, Bildu y Junts, algunos absteniéndose y otros votando en contra. Finalmente, hubo 122 votos a favor, 184 en contra y 36 abstenciones. 

El PP podría haber salvado la tramitación si se hubiera abstenido. Eso era lo que esperaba el PSOE. Pero durante el debate, en el que los populares no adelantaron el sentido de su voto, pidieron a los socialistas retirar su ley y negociar de forma conjunta una ley integral. Ahí todos entendieron que el PP votaría no y que la norma caería.

Todos en contra

La propuesta del PSOE tenía tres puntos clave: la persecución al proxenetismo en todas sus formas, el castigo de la llamada "tercera locativa" –penas para personas que ofrezcan sus locales para ejercer la prostitución– y el castigo a los clientes que recurran a los servicios sexuales.

Además, los socialistas pedían equiparar a las personas prostituidas, en su mayoría mujeres, con las víctimas de un delito. Para ellos esta era una cuestión clave para que al aprobarse la norma no fueran más vulnerables, algo que sus socios no han compartido.

La diputada del PSOE Andrea Fernández fue la encargada de defender la postura de su partido: "Consideramos que no existe la prostitución libremente elegida". "La prostitución no es un trabajo autónomo, es un negocio millonario y lucrativo para unos pocos", añadió.

"Dicen que vamos a condenar a esas mujeres a la marginalidad, ¿pero dónde creen que están ahora?", preguntó a sus socios. Fernández recordó que desde Podemos, Sumar y el PP ya apoyaron una iniciativa similar la legislatura pasada y les animó a dejar a un lado "los juegos, el regate corto y la política de bajo nivel". "Estamos a la altura de la palabra dada a las víctimas y lo que compartimos como partidos responsables", aseguró.

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Los socios, sin embargo, trasladaron que la propuesta era insuficiente y que no da una respuesta a los miles de mujeres que se verían afectadas por esta norma al día siguiente de su aprobación.

Desde Sumar defendieron que la "mejor forma de garantizar los derechos de estas mujeres es derogar la Ley de Extranjería", algo en lo que la propuesta del PSOE no entra.

La diputada Gala Pin denunció que "muchas de las mujeres que ejercen la prostitución están en situaciones de transfobia, racismo, etcétera y su propuesta no aborda ninguna de estas cuestiones".

"No propone alternativas. Están practicando el populismo punitivo y lo hacen porque estamos a las puertas de una contienda electoral", añadió.

"Bandera abolicionista"

El diputado del PNV Joseba Agirretxea recurrió al filósofo Max Weber para acusar al PSOE de basarse en la "ética de la convicción". "Pero necesitamos la ética de la responsabilidad, aquella que vale para plantear soluciones", ha dicho.

"¿Qué pasará con todas esas mujeres al día siguiente? ¿Tendrán vivienda? ¿Tendrán papeles? ¿Por qué no arreglan el tema de la Ley de Extranjería cuando sabemos que la mayoría de las mujeres que están en esos ámbitos tienen problemas de residencia legal? ¿Dónde están las medidas de acompañamiento? ¿Dónde está el corpus que tiene que sostener un tema tan complejo? No ha sido su prioridad. Su prioridad ha sido castigar a los proxenetas, que puede estar muy bien, pero no soluciona el problema", dijo.

La diputada del PP Ana Alós fue la encargada de defender la postura de su partido y también fue muy dura con el PSOE. "No existe voluntad política para abordar este asunto, sacan de un cajón su bandera abolicionista cada vez que tienen un problema", dijo, acusando al PSOE de intentar "dividir, sobre todo a sus socios parlamentarios".

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Alós también criticó que se aborde por separado la reforma del Código Penal y la parte de acompañamiento a las víctimas. "Necesitamos una ley integral", subrayó. Entonces, mostró un texto alternativo preparado por el PP y pidió al PSOE que se prestara a negociar. Eso sí, retirando la proposición de ley.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, acudió al debate y, al salir del mismo, mostró su decepción. Apuntó que la condición de víctima que otorgaba la proposición socialista habría servido para ofrecer el "acompañamiento" que piden los socios. También dijo que había hablado con el PP hasta el último momento para intentar conseguir su apoyo.

Redondo, a pesar del varapalo, también aseguró que no se va a dar por vencida: "Esta es la legislatura en la que vamos a terminar con la prostitución", dijo.