El PSOE ha colocado a Sumar, su socio de Gobierno, en una difícil encrucijada por la prostitución. La plataforma de Yolanda Díaz tendrá que pronunciarse sobre el asunto este martes, a pesar de que las formaciones que integran Sumar tienen distintas sensibilidades y no hay una sola voz.
Ello hará patente la división interna en el proyecto de Díaz y sucederá a sólo dos días de que comience la campaña electoral de las europeas del 9-J, donde el PSOE espera crecer a costa de Sumar y cuando las relaciones entre ambos socios se encuentran en horas bajas.
Este martes, el Congreso de los Diputados debatirá la toma en consideración de la proposición de ley de los socialistas para prohibir el proxenetismo en todas sus formas. Ya cuando se registró, el pasado mes de marzo, desde Sumar acusaron al PSOE de intentar dividirles y de generar un cisma en el feminismo.
Ahora, en la formación liderada por Díaz no ha gustado que el debate se vuelva a abrir, menos aún a las puertas de la campaña. Según aseguran fuentes del partido, no tenían ni idea de que el PSOE haría ese movimiento la semana pasada, cuando la incluyeron en el orden del día del pleno de este martes.
Según fuentes del PSOE, a lo largo de la tarde de este lunes se estuvieron reuniendo para negociar tanto con el PP como con Sumar, esperando que alguno de los dos partidos salve la toma de consideración. Pero en Sumar no quieren adelantar la posición y no anunciarán nada hasta este mismo martes.
El gran problema de Sumar son las distintas sensibilidades que hay al respecto dentro del proyecto. Formaciones como Más País y los comunes son partidarias de regular la prostitución en términos generales, mientras que otras como Izquierda Unida respaldan las posturas abolicionistas en las que se alinea el PSOE.
Lo más probable es que Sumar dé libertad de voto a las distintas formaciones, algo que ya hizo Unidas Podemos la pasada legislatura al debatirse otra norma sobre la prostitución. Sin embargo, no se sabe exactamente qué hará la propia Yolanda Díaz y si su voto podría soliviantar a las direcciones de los otros partidos que integran el proyecto.
[Pedro Sánchez bloquea las iniciativas de Sumar en el Gobierno para ningunear a Yolanda Díaz]
El pulso que le tiende el PSOE a Sumar llega en un momento con las relaciones entre los socios de la coalición bajo mínimos. Según ya explicó este diario, Pedro Sánchez está bloqueando las iniciativas de Sumar en el Gobierno para ningunear a Yolanda Díaz y hacerse con su espacio electoral.
Sánchez no sólo está tomando decisiones, como esta del proxenetismo, al margen de Díaz, sino que también está limitando algunas de las decisiones que tienen que ver con competencias de los ministerios que controla Sumar. Todo ello después de que el proyecto de Yolanda Díaz esté concatenando malos resultados electorales y encare las europeas en horas bajas.
Depende del PP
A pesar de la división interna de Sumar, lo cierto es que el PSOE tampoco parece contar con apoyos suficientes para sacar adelante su ley contra el proxenetismo. Los socios habituales del Gobierno también están partidos en este frente.
Formaciones como ERC o Junts ya votaron en contra de este tipo de iniciativa la legislatura pasada y otros como EH Bildu o el PNV se abstuvieron. Sin poder contar con Sumar, el PSOE depende exclusivamente del PP.
Al tratarse de una toma en consideración, el PSOE sólo necesita que en la votación de este martes haya más síes que noes. Si los de Alberto Núñez Feijóo se abstienen, la norma seguirá su tramitación en el Congreso. Si votan en contra, a Sánchez no le darán los números y la proposición de ley morirá este mismo martes.
El PSOE ha podido contar tradicionalmente con el PP para los asuntos relacionados con la prostitución y sería difícil de justificar que esta vez votaran que no, cuando en ocasiones anteriores habían votado que sí.
Sin embargo, las relaciones de ambos partidos también pasan por un mal momento y los de Feijóo difícilmente van a tender la mano al PSOE para que se pueda apuntar un tanto que los socialistas consideran que les beneficia enormemente entre el electorado femenino.
Pero la abstención del PP sólo podría ayudar al PSOE este martes, en la toma en consideración. Al tocar el Código Penal, la norma necesitará una mayoría absoluta para ver la luz definitivamente y esta sólo sería posible si el PP vota que sí.
Fuentes parlamentarias ven muy difícil que esta iniciativa acabe aprobándose definitivamente y temen que pase como en la anterior legislatura: que se apruebe la toma en consideración y que quede guardada sine die en un cajón hasta que muera por la disolución de las Cortes.