El choque entre Sánchez y Milei resucita a Vox y relanza al PSOE: la pinza contra el PP ante el 9-J

Esas son las palabras que este martes utilizaban en Génova para definir las estrategias "sobreactuadas" de Vox y el PSOE, que estarían encaminadas a desgastar a Alberto Núñez Feijóo y monopolizar la campaña entre dos únicos actores. Por un lado, acusan a los socialistas de actuar por electoralismo; por otro, reconocen que no pueden defender al presidente argentino, quien tiene sellada una alianza con Santiago Abascal.

El pasado domingo, Javier Milei acusó a la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, de ser "corrupta" durante un acto político de Vox. La reacción inmediata de la Moncloa, este lunes, fue llamar a consultas tanto a la embajadora española en Buenos Aires como al jefe de la misión diplomática argentina en España, rompiendo de facto relaciones con el país.

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En medio de la crisis diplomática, los populares se ven a sí mismos inmersos en otra crisis, electoral, que creen que beneficia a sus dos rivales directos nada más empezar la campaña. Para intentar salir del atolladero, Génova ha tratado de centrar el debate político en sus propuestas de programa, que iniciaron el lunes con una supresión de impuestos a los jóvenes que empiezan a trabajar. No ha funcionado.

Las claves de la campaña hoy por hoy son mucho más sencillas: Vox ha resucitado como el azote del socialismo y el PSOE se ha relanzado como única alternativa al tsunami de extrema derecha (más aún tras el impulso de las catalanas). Todo esto con el PP en medio, justo cuando las encuestas le daban una clarísima primera posición en las europeas. 

La situación recuerda al verano pasado, con la "remontada" de la coalición de Gobierno en la recta final de la campaña de las generales. Entonces, no hay que olvidarlo, parte del éxito vino por cómo plantearon las elecciones: "O nosotros o el abismo", decían entonces, y llamaban a votar para detener el avance de Vox. "Hasta enterrarlos en el mar".

Ajenos a la disputa, el PP espera poder "acaparar el centro"  de la discusión a lo largo de los próximos días —también hablan de "el término medio"— y reivindicar un hueco "entre Sánchez y Milei". Y donde dicen Milei quieren decir Abascal. "Si entramos en ese marco, perderemos", insistían este martes fuentes de la cúpula del partido.

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Milei profundiza la crisis

La respuesta de Javier Milei al bloqueo diplomático de España no se hizo esperar. Su primera reacción fue considerar la llamada a consultas de la embajadora "un disparate propio de un socialista fatalmente arrogante" e insistir en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "no es España, y mucho menos su mujer".

Sánchez "se convertirá en el hazmerreír de todo el mundo por la payasada que está haciendo por un tema de índole personal", aseguró Milei, entrevistado este martes en LN+. La reacción de Vox apoyando al argentino fue inmediata y por todos los medios posibles. 

De hecho, este efecto Milei ya se nota en los cuarteles de Bambú, donde Vox tiene su sede nacional, y las expectativas están por las nubes. Sobre todo después de haber resistido el envite de las catalanas, donde incluso crecieron en votos. Se sienten, a todos los efectos, los opositores reales al Gobierno, por mucho que el PP les cuadruplique en escaños.