La Ley de Amnistía a los enjuiciados del procés ya es una realidad. Un Congreso de los Diputados partido en dos ha levantado este jueves el veto del Senado sobre la norma, que ya queda para su publicación en el BOE. Lo ha hecho con el apoyo de los socios del Gobierno, con 177 votos a favor, a pesar del rechazo de la mayoría social. Sólo PP y Vox han votado en contra, sumando 172 noes. Se han emitido 349 votos, ya que la diputada de Podemos Martina Velarde se ha ausentado del pleno.
Con la jornada de este jueves, la amnistía culmina un largo y polémico recorrido que comenzó tras las elecciones generales del pasado 23 de julio, cuando Pedro Sánchez se abrió a aprobarla, en contra de lo que había sostenido hasta el momento, para conseguir el apoyo de Junts y ERC y así poder ser investido presidente del Gobierno.
La aprobación, sin embargo, llega sin que el Gobierno tenga garantías fehacientes de que sus socios del independentismo catalán vayan a seguir apoyando al Ejecutivo para mantener la legislatura en pie. También hay preocupación en Moncloa sobre su aplicación, que a partir de mañana queda en manos de los jueces.
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La Ley de Amnistía es una de las normas más polémicas de la política reciente. La mayoría de las encuestas han mostrado este tiempo que una parte mayoritaria de la sociedad está en contra de la ley.
Esto lo llegó a reconocer el pasado mes de marzo el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, cuando dijo que "hay una parte muy importante, mayoritaria, de la sociedad española que discrepa de la amnistía", pero se mostraba convencido de que con el tiempo se verían "las bondades de la ley de amnistía, como pasó con los indultos".
Sin embargo, esas bondades todavía no habían calado este jueves en parte del hemiciclo. "Saben que no cuentan con el aval suficiente. Ni jurídico, ni social, ni moral", ha dicho el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, desde la tribuna. "Hoy, les decimos desde la Constitución española, que se queden con la ambición de un sólo hombre. A nosotros no nos han elegido para mentir", ha añadido.
Feijóo ha hablado ante un escaño de Pedro Sánchez vacío. El presidente del Gobierno ya había llegado al Congreso, pero decidió seguir el debate desde la zona reservada para los miembros del Ejecutivo. Sólo accedió al hemiciclo a la hora de votar.
"Pueden hablar de derecha, ultraderecha y Franco, pero hay una realidad que no cambia: ustedes han mentido porque prometieron no hacer la amnistía", ha subrayado Feijóo, que ha asegurado que este jueves se ha asistido "al acta de defunción del Partido Socialista Obrero Español".
Referéndum y jueces
Pedro Sánchez habló de "hacer de la necesidad, virtud" y defendió la aprobación de la amnistía para pacificar Cataluña. Si bien parece que funcionó en las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo, con una clara victoria del socialista Salvador Illa, sus socios independentistas en el Congreso sienten que lo sucedido este jueves no es más que un paso para su objetivo definitivo: el referéndum de autodeterminación.
"A partir de hoy, la lucha continúa y estamos más preparados", ha dicho la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras. Ha enmendado la plana de los objetivos de los socialistas y ha dicho que "esta ley no es de pacificación, sino de reparación de una parte de las injusticias cometidas".
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"Hoy es un día histórico en toda la amplitud del término. Hoy no se perdona, hoy se gana una batalla del conflicto que hace siglos existe entre dos naciones", ha añadido. "Nunca habríamos llegado a este extremo si el Estado español hubiera hecho una transición democrática real", ha apuntalado.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha reconocido que la "siguiente parada" es el "referéndum". Rufián ha hablado bajo la atenta mirada de Oriol Junqueras, que se ha trasladado este jueves a Madrid para seguir el Pleno desde la tribuna de invitados. "Hoy es un día de victoria, pero también de derrota, porque estamos ante la primera derrota del Régimen del 78", ha asegurado.
Los partidos independentistas, igual que el Gobierno, desconfían de la aplicación de la Ley de Amnistía por parte de los jueces. Tal y como ha informado EL ESPAÑOL, los fiscales del procés del Tribunal Supremo están redactando un texto contra la aplicación de la amnistía y el organismo al que pertenecen pedirá la opinión de la Fiscalía y las demás partes sobre dicha aplicación.
"Lo de hoy no es un punto final, todavía queda un partido por votar en este país, todavía no está aquí, pero es muy importante: el partido judicial español", ha dicho Rufián. "Y votará lo que todo el mundo sabe que votará. Desde aquí interpelo a todos los demócratas para que no lo permitan", ha añadido.
Parte al PSOE
La Ley de Amnistía también ha supuesto una importante fractura para el PSOE. Los socialistas habían estado diciendo hasta el 23-J que no la llevarían a cabo, hasta que Sánchez la necesitó para seguir en la Moncloa y se abrió a aprobarla, algo que no han compartido muchas voces de su partido.
Desde barones críticos como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, o el expresidente de Aragón, Javier Lambán, a cargos históricos como el propio Felipe González, han sido numerosas las voces que se han levantado contra esta norma y que han dificultado la convivencia dentro del PSOE.
El encargado de defender la postura de los socialistas en el Congreso este jueves ha sido el diputado Artemi Rallo. Se trata de un perfil muy bajo para la importancia que el Gobierno le otorga a la norma. De hecho, Sánchez ni siquiera ha acudido a su escaño para apoyarle.
"Europa, España y Cataluña han dicho sí a la amnistía, aunque les cueste creerlo. Europa la ha bendecido, Cataluña la ha agradecido y estas Cortes Generales la avalan", ha dicho Rallo.
El diputado ha agradecido a los españoles "que ya empatizan y a los que lo harán en el futuro, cuando comprueben que la amnistía abre la puerta al diálogo, al acuerdo y al buen gobierno con una meta única: la justicia y el bienestar para los catalanes".
La suya ha sido una de las intervenciones más polémicas. En su arranque, los diputados de Vox no le han dejado hablar, levantándose y gritándole "traidor". Rallo, por su parte, ha llamado "neonazi" y "filofascista" a Vox, a la par que ha criticado duramente al PP por la forma en la que se ha opuesto a la norma durante su tramitación, acusando a los de Feijóo de llevar a cabo una utilización espuria de las instituciones.
Este rifirrafe da cuenta de lo polarizada que está la situación en el Congreso de los Diputados a causa de la amnistía. Tras su aprobación, las Cortes se asoman a un vacío difícil de prever y que tendrá que empezar a resolverse tras las elecciones europeas del próximo 9 de junio.