El ex secretario general de Podemos Pablo Iglesias (c); la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (i), y la exministra de Igualdad, Irene Montero.

El ex secretario general de Podemos Pablo Iglesias (c); la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (i), y la exministra de Igualdad, Irene Montero. Mariscal EFE

Política ELECCIONES EUROPEAS

Yolanda Díaz dilapida la herencia de Iglesias: Sumar se hunde e IU y Más Madrid piden dimisiones

La coalición de partidos queda tocada (3 escaños) y no logra rematar a Podemos (2), que se presentaba sin aliados y al borde de la desaparición.

10 junio, 2024 09:30
Luis Casal Sara de Diego

Sumar encadena otra derrota en una tendencia de la que no se atisba, por ahora, el final. La coalición liderada por Yolanda Díaz ha caído hasta la quinta posición en las elecciones europeas y ha estado a punto de ser adelantada por Se Acabó la Fiesta, la agrupación de Alvise Pérez, con la que ha empatado a 3 escaños. Peor todavía: no ha conseguido rematar a Podemos, que ha reabierto el debate sobre la hegemonía a la izquierda del PSOE.  

El choque de realidades fue incluso escenográfico. Toda la plana mayor de los morados, que obtuvo 2 eurodiputados, salió a arropar a Irene Montero en una comparecencia llena de sonrisas y ojos vidriosos. En contraste, Yolanda Díaz dejó a su candidata, Estrella Galán, sola ante los medios con la única compañía del ministro de Cultura, Ernest Urtasun. La vicepresidenta lo vivió todo desde su casa. 

En cierta manera, la voladura a la izquierda del PSOE ha vuelto a empezar. En poco más de un año desde su designación oficial como líder del espacio político, la vicepresidenta segunda del Gobierno no ha logrado superar los resultados de Pablo Iglesias ni una sola vez. Ni siquiera en las pasadas generales, después de juntarse con Más País y Compromís. 

Más aún, Sumar cae estrepitosamente por debajo del 10% que obtuvo Unidas Podemos en 2019, un resultado que ya por aquel entonces se consideró malísimo y un signo de que su tiempo llegaba a su fin. La vicepresidenta ha conseguido menos de la mitad, después de los batacazos de Galicia y País Vasco y el pírrico resultado de Cataluña.

Un hecho relevante que deja entrever este domingo es que, al conseguir sólo tres escaños, Izquierda Unida se ha quedado fuera del Parlamento Europeo desde su fundación en 1986. Una anécdota para Bruselas, pero una bomba dentro de la coalición, abocada a una inminente crisis interna entre Díaz y su alianza de partidos, que exigen explicaciones y "asumir responsabilidades" por el "desastre" del 9-J. 

Las palabras salen del dirigente Carlos Sánchez Mato, publicado en redes sociales la mañana siguiente a las elecciones"Lo mismo algún día nos dejamos de hostias, de peleas cainitas y de miopía y nos dedicamos a ser herramienta útil", ha afirmado el exconcejal madrileño.

También desde Más Madrid, otro que se ha quedado sin representación, exigen responsabilidades. "Esto es un antes y un después", afirman los de Mónica García, que aseguran que "la hoja de ruta de Sumar es fallida y requiere enmienda a la totalidad".

Primarias de la izquierda

Seis meses después de la ruptura en el Congreso de los Diputados, Podemos y Sumar son conscientes de que el balance de daños se haría no sólo en función de sus resultados, sino de la distancia que guarden el uno con el otro. Eran, a todos los efectos, "las primarias que no quisieron el año pasado", como decía hace una semana una fuente de la dirección morada.  

En cierto sentido, se podía decir que Podemos partía con desventaja. Aquejado por un ERE con el que el año pasado despidió a la mitad de sus trabajadores, sin representación en el Gobierno de España y con cuatro diputados en el Grupo Mixto, los morados se jugaban su supervivencia en estas elecciones. 

Su gran baza a favor era la candidata, Irene Montero, mucho más conocida que Estrella Galán, pero que se enfrentaba sola a una coalición bastante implantada en el territorio. Sobre todo, el sabor de boca entre los morados es que no han perdido contra Yolanda Díaz, sino que han empatado contra la suma de los Comunes, Más Madrid, Compromís e Izquierda Unida. 

Los dos tenían mucho que perder. Yolanda Díaz, por un lado, se jugaba la hegemonía del llamado espacio confederal y zanjar el debate sobre la unidad de la izquierda. Podemos, por su parte, lleva prácticamente un año coqueteando con la desaparición, primero tras (casi) diluirse en Sumar el verano pasado y luego al separarse del grupo parlamentario en el Congreso. 

Batacazo

Antes de empezar la campaña electoral, la mayoría de encuestas situaban a Sumar al filo del 10% de los votos, un porcentaje que se ha ido reduciendo hasta el 4,65% de este domingo (3,28% para Podemos). Hay tres motivos que explican el batacazo:

El primero, que el choque de candidatas no beneficiaba a los magenta. La desconocida Estrella Galán, elección personal de Yolanda Díaz, no terminó de calar en el electorado. Encima, el miedo generalizado a que "Irene Montero es mejor candidata" obligó a Díaz a volcarse de lleno en la campaña e incluso salir en el cartel electoral, dando la imagen de que ni siquiera la propia coalición confiaba en su número 1.

El segundo, la verticalidad de la candidatura y las constantes discusiones entre los socios para ver quién iría en puestos de salida. La coalición pasó por uno de sus peores momentos hace apenas dos meses, cuando los partidos secundarios hicieron piña contra Sumar y los Comunes. Díaz impuso su criterio, subió a Jaume Asens al número 2 de las listas y, en perspectiva, precipitó que Más Madrid e IU se quedaran sin representación.

El tercero, que el veto a Irene Montero el junio pasado podría habérseles vuelto en contra este mes de junio. La exministra de Igualdad lleva desde noviembre de 2023 preparada para estas elecciones, cuando Podemos aprobó una hoja de ruta que le despejaba el camino a Bruselas, y ha mantenido un perfil bajo desde entonces. Hace poco más de un mes volvió a la primera línea con fuerzas renovadas y no tan quemada como cuando dejó el Gobierno. 

La conclusión postelectoral, que además coincide un año después del acuerdo entre Podemos y Sumar para ir a las generales, es que Yolanda Díaz no ha conseguido unir a la izquierda confederal y, por el camino, tampoco ha sabido diferenciarse del PSOE. Por lo menos Podemos conseguía lo segundo. 

La coalición de partidos entra ahora en una crisis existencial en la que tendrán que discutir qué quieren ser en el futuro. Deberán de replantearse si el PSOE les está ahogando dentro del Gobierno de coalición y si tiene sentido existir así, indisciplinados, en duelo permanente, desconfiados entre sí, para que luego los resultados electorales tampoco les acompañen. 

Responsabilidades

Apenas unas horas después de darse a conocer el resultado de las elecciones, tatno Más Madrid como Izquierda Unida se han lanzado a pedir explicaciones. Más que eso, entre las direcciones de los dos partidos ya suenan peticiones de dimisión.

Sin filtro alguno, Carlos Sánchez Mato, de IU, ha señalado que Sumar tiene una "clara responsabilidad" por el mal resultado y que "toca asumirla". "Quien tenga la tentación de presumir de esta mierda de resultado, que se lo haga mirar. Eso sí, está en nuestra mano cavar más. Podemos dedicar esfuerzos adicionales a sacarnos los ojos y lo mismo logramos empeorar", ha indicado en redes sociales.

Por su parte, el portavoz adjunto de Más Madrid Ciudad, Eduardo Fernández Rubiño, ha puesto el acento en la dirección de Sumar. La formación madrileña lleva meses enfrentada internamente a la cúpula de la coalición, en especial a Yolanda Díaz, por la falta de pluralidad en los órganos y el hiperliderazgo de la vicepresidenta sobre los partidos regionales. 

"El núcleo dirigente de Sumar debe asumir su responsabilidad en las decisiones que nos han llevado hasta aquí y replantearse su incapacidad para incorporar y respetar a las organizaciones con arraigo territorial y resultados sólidos en sus territorios. Este resultado es un antes y un después para nuestro espacio político, que no admite más paños calientes", ha manifestado el concejal.

En la misma línea se ha mostrado el responsable de Organización de Más Madrid, Gabriel Ortega, quien señala que  han mostrado que la "hoja de ruta diseñada por el núcleo de Sumar es fallida, no vale" y "requiere una enmienda a la totalidad". "Poco mérito para tanto núcleo", ha resumido.