Sumar vuelve a romper con el PSOE y se abstendrá en la votación de la reforma del Poder Judicial

Es la segunda vez en un mes que los socios del Ejecutivo amenazan con votar divididos en el Congreso, toda vez que Pedro Sánchez se vio obligado a retirar la Ley de Suelo a finales de mayo para evitar salir derrotado del hemiciclo. Entonces, los 27 votos de Sumar habrían resultado clave, pero este jueves serán irrelevantes siempre que PP y PSOE se mantengan fieles a lo firmado. 

"Las medidas son correctas, pero insuficientes", explicaban este miércoles fuentes de la dirección de Sumar para justificar su abstención. Hasta hace unos días, la idea que barajaban los de Yolanda Díaz era presentar enmiendas al texto para, entre otras cuestiones, reducir la mayoría parlamentaria necesaria para elegir a los vocales del CGPJ, que actualmente está fijada en tres quintos. Finalmente, tampoco lo harán.

El motivo, aclaran las mismas fuentes, es que el grupo parlamentario se encuentra dividido en dos bloques muy claros. El primero, más crítico con la ley, lo conforman los regionalistas de Compromís, Més y Chunta Aragonesista, precisamente los tres que no forman parte de los órganos de Sumar; y el segundo, que abogaba por el "sí crítico" a la ley, de Movimiento Sumar, Izquierda Unida y Más Madrid.

Aquel debate interno llevó a un cambio de posición. De hecho, la primera impresión que Sumar trasladó sobre la renovación del órgano de gobierno de los jueces (en el momento en que se anunció el acuerdo) fue positiva, casi de victoria por desbloquear una ley que llevaba cinco años estancada. 

Pero, a medida que fueron pasando las horas, fue calando otra corriente. Nadie entendía ciertos puntos del acuerdo, sobre todo los referentes a las incompatibilidades y los tiempos que maneja la ley. Los socios se enfadaron, Podemos también, y en un abrir y cerrar de ojos Sumar se quedó solo apoyando un texto que encima no conoció hasta el jueves pasado. 

Aquello agrandó las grietas internas de una coalición que se encuentra más débil que nunca. La riña fue tan grande que el grupo parlamentario llegó incluso a plantearse dar libertad de voto, aunque finalmente han decidido votar todos abstención para evitar una imagen de división.

"Hemos participado de la renovación de los vocales del CGPJ, pero también queremos advertir que el camino a la democratización del Estado no es con el PP del bloqueo, sino con la mayoría de la investidura", aclaran desde la dirección del partido. Con participar, las fuentes se refieren a que el nuevo consejo tendrá dos vocales propuestos por ellos, el magistrado Carlos Preciado y la fiscal Inés Herreros.