El goteo de deserciones de Vox tras la ruptura con el PP impuesta por Abascal delata la fractura interna
Cuatro dirigentes de Vox se desvinculan del partido y seguirán ocupando cargos públicos en los gobiernos autonómicos de Comunidad Valenciana, Extremadura y Castilla y León.
13 julio, 2024 02:39La tensa reunión de tres horas del Comité Ejecutivo Nacional de Vox celebrada el jueves vaticinaba una fractura interna, debido a la decisión impuesta por el equipo de Santiago Abascal de romper los pactos de gobierno con el PP en Comunidad Valenciana, Aragón, Castilla y León, Extremadura y Baleares.
Durante la comparecencia posterior de Santiago Abascal, que se retrasó una hora y media, la tormenta también se reflejaba en los rostros de algunos dirigentes de Vox. Como el de Vicente Barrera, quien esquivó ante las cámaras el abrazo de Abascal, pero ha acatado la orden del partido de renunciar a su cargo de vicepresidente de a Generalitat Valenciana.
En cambio, seis dirigentes del partido han decidido desvincularse de Vox, por disconformidad con la decisión. Cuatro de ellos seguirán ocupando cargos públicos en los gobiernos autonómicos del PP: el consejero de Gestión Forestal de Extremadura, Ignacio Higuero, el de Cultura de Castilla y León, Gonzalo Santonja, y dos directores generales en el Ejecutivo valenciano que preside Carlos Mazón.
Las fuentes internas consultadas constatan el malestar que ha creado en el seno del partido la decisión impuesta por el núcleo duro de Abascal, quien justificó la ruptura por el traslado de 120 menores inmigrantes a estas regiones.
Las mismas fuentes auguran que se trata sólo del primer paso y en las próximas horas podrían producirse nuevas deserciones. No en vano, la ruptura de los pactos de gobierno afecta a decenas de cargos de segundo nivel, desde directores generales a asesores con sueldo público.
En la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, lejos de retener a los consellers de Vox, los cesó con nocturnidad, con un decreto fulminante que llegó apenas una hora después de la intervención de Abascal.
El ya exvicepresidente Vicente Barrera se había negado de forma rotunda a continuar si su partido ordenaba lo contrario. Y, pese a estar disconforme con el imperativo de su jefe, acató las órdenes.
Barrera era el cargo de Vox con el que mayor sintonía tenía Mazón. Lo consideró "un amigo" en su discurso de este viernes. Solo contemplaba su continuidad, y fue imposible. Con los dos consellers restantes, Elisa Núñez y José Luis Aguirre, no dudó un ápice.
En cambio, tal y como avanzó el jueves EL ESPAÑOL, Mazón sí ha apostado por mantener en su equipo a altos cargos del segundo escalón de Vox, estrategia que ya desplegó con altos cargos socialistas a los que ha mantenido pese al cambio de Gobierno.
Es el caso de la directora general de Patrimonio Cultural, Pilar Tébar, que además ha sido ascendida a secretaria autonómica del ramo. También el del director general de Deportes, Luis Cervera, que continuará como tal pero, ahora, integrado en Presidencia de la Generalitat.
Se trata de dirigentes nombrados por Vox que han desobedecido al toque de corneta de Abascal, pero no de militantes que abandonan una formación para saltar a otra, tal y como su entorno subraya a EL ESPAÑOL.
Pero el mayor cisma se lo ha encontrado el equipo de Abascal en Castilla y León, el feudo del hasta ahora vicepresidente Juan García-Gallardo.
Los tres consejeros designados por Vox en el Ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco desafiaron la orden del partido y se negaron a dimitir: Gonzalo Santonja (Cultura, Turismo y Deportes), Gerardo Dueñas (Agricultura) y Mariano Veganzones (Empleo, Industria y Comercio).
Aunque finalmente Fernández Mañueco ha decidido mantener en el cargo únicamente a Gonzalo Santonja, un independiente que no está afiliado a Vox, y con el que ha mantenido una excelente relación personal desde el inicio de la legislatura.
Tanto el hasta ahora consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, como el titular de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, han anunciado que se desvinculan por completo de Vox.
Al anunciar la remodelación de su ejecutivo, Mañueco ha lamentado la ruptura impuesta por la dirección nacional de Vox: "Han pensado que íbamos a renunciar a nuestros principios y a ceder al chantaje, nosotros pactamos pero no vendemos nuestros principios por unos votos, yo no soy Sánchez".
La situación más paradójica se ha producido en Extremadura, donde la popular María Guardiola se resistió durante casi un mes a integrar en su Ejecutivo a miembros de Vox. Pese a ello, Guardiola ha decidido ahora mantener en el cargo al único consejero de su gobierno regional designado a propuesta de Vox, el titular de Gestión Forestal y Mundo Rural, Ignacio Higuero.
En una rueda de prensa ofrecida este viernes, Guardiola ha anunciado que Higuero continuará al frente del departamento tras haberle transmitido "su firme voluntad de seguir sirviendo a los extremeños al frente de la consejería". Un gesto que ha calificado como "un paso valiente y comprometido".
Tras perder el apoyo parlamentario de Vox, la presidenta regional se ha mostrado dispuesta a alcanzar apoyos con el PSOE para agotar la legislatura.
En cambio, el Grupo Popular en la Asamblea de Extremadura ha pedido a Ángel Pelayo Gordillo, de Vox, que dimita como senador por designación autonómica de la Asamblea y entregue su acta en la Cámara Alta al PP, partido que hizo posible su nombramiento.