La turismofobia llega a Baleares. Los principales medios europeos se han hecho eco de la manifestación de más de 20.000 personas que este domingo recorrió las calles de Palma de Mallorca para protestar contra la masificación turística. Algo que puede dañar la imagen de la primera industria y fuente de ingresos de las Islas, en sus mercados emisores.
El Daily Mail, segundo diario más leído del Reino Unido, ha informado de la protesta con el siguiente titular: "Manifestantes contra el turismo en Mallorca se burlan de la derrota de Inglaterra en la Eurocopa ante España mientras miles de personas salen a las calles para exigir que Gran Bretaña 'recupere a sus borrachos'"
Por su parte, el Daily Express, que imprime cada día 300.000 ejemplares en papel, informa de una "audaz campaña contra los turistas" en las Islas: "Los lugareños con pancartas instan a su gobierno a 'cambiar la dirección' en la forma en que gestiona el turismo".
Más ecuánime, la BBC habla en su edición digital de "la lucha española contra el tsunami del turismo que amenaza con consumirlo todo a su paso".
La manifestación que este jueves recorrió las calles de Palma, bajo el lema "Menos turismo, más vida", ha sido convocada por un centenar de entidades, la mayoría de ellas muy críticas con la gestión del Govern que preside la popular Marga Prohens.
Además de los sindicatos UGT y CCOO, firman el manifiesto leído al final de la marcha varias asociaciones de vecinos, el poderoso lobby ecologista GOB (que ha marcado el modelo urbanístico de las Islas durante las últimas décadas), y la Obra Cultural Balear (OCB).
Esta última entidad, ligada a Òmnium Cultural, ha organizado durante los últimos años numerosos actos de apoyo a los líderes independentistas del procés condenados por el Tribunal Supremo.
También ha participado en la manifestación, enarbolando banderas independentistas, la Asamblea Soberanista de Mallorca, que cuenta con el respaldo de ERC y de Més per Mallorca, partido hoy integrado en la coalición Sumar de Yolanda Díaz.
Durante la manifestación, se han exhibido pancartas dirigidas a los turistas, con lemas como "Volved a vuestras casas" y "Llevaos a vuestros borrachos".
Al concluir el recorrido, los organizadores han leído un manifiesto en el que exigen prohibir los vuelos privados y reducir los vuelos comerciales en las Islas, imponer una moratoria al turismo de cruceros y limitar la presencia de yates en la costa y el número de amarres en los puertos deportivos.
También reclaman limitar por ley la venta de viviendas a extranjeros, exigiendo que acrediten un determinado número de años de residencia en Baleares.
La polémica llega a Alemania
Los manifestantes piden, igualmente, que la Administración no dedique ni un solo euro a promoción turística y que no se ejecute ni una sola inversión pública en la ejecución de infraestructuras como la ampliación de los puertos, aeropuertos, carreteras y desaladoras.
Entre otras reivindicaciones, también reclaman que no se autorice ni una sola plaza más para ampliar la oferta de alojamientos turísticos en el archipiélago.
La polémica también ha llegado a Alemania, que constituye el principal mercado emisor del turismo en Mallorca.
Un portavoz de los Verdes alemanes, Matthias Gastel, ha mostrado su solidaridad con los manifestantes y ha advertido que "si la falta de espacio vital, la escasez de agua y las montañas de basura son las consecuencias de un turismo insular que se caracteriza por la cantidad y no por la calidad, habrá que actuar en interés de las personas y de la naturaleza", informa Europa Press.
Por su parte, desde la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU/CSU), Anja Karliczek ha recordado que "los turistas, incluidos los alemanes, aseguran puestos de trabajo y generan ingresos fiscales que, a su vez, revierten en inversiones en infraestructuras" de Baleares.