El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado comienzo oficialmente a sus vacaciones de verano. El jefe del Ejecutivo dio por cerrado el curso político con su habitual balance ante los medios de comunicación el pasado 31 de julio y este lunes, apenas cuatro días después de la investidura de Salvador Illa como presidente de Cataluña y el regreso de Carles Puigdemont ha puesto rumbo a un destino español donde pasará unos días de descanso.
Sánchez ha elegido una isla española para pasar el inicio de sus vacaciones de verano junto a su familia. Se trata, nada más y nada menos, que de Lanzarote, mismo lugar al que viajó también en agosto del año pasado, después de la celebración de las elecciones generales del 23 de julio.
El presidente del Gobierno se trasladó este lunes desde el aeropuerto hasta la Residencia Real de La Mareta, donde se hospedará, en una furgoneta con los cristales tintados y escoltada por coches de seguridad, tal y como informa EFE.
Fuentes gubernamentales no han precisado cuantos días permanecerá Sánchez en la isla. No obstante, si tomamos como referencia el año anterior, podría pasar alrededor de dos semanas en este lujoso enclave.
La Mareta, ubicada en el municipio de Teguise, al noreste de la isla de Lanzarote, se ha convertido en uno de los lugares habituales de descanso de Sánchez desde que es presidente. La primera vez que se alojó en esta residencia de lujo fue en las Navidades de 2018. Después, repitió en agosto de 2020, el primer verano de la pandemia del coronavirus, y en ese mismo mes de los años siguientes.
La Mareta, una residencia de lujo regalo del rey Hussein
La residencia de La Mareta fue construida por orden del rey Hussein de Jornania a finales de los años 70. Una década más tarde, el monarca regaló el complejo al rey Juan Carlos que, a su vez, la cedió a Patrimonio Nacional. Desde 2015, se destina al servicio de los intereses turísticos de España.
En esta residencia de lujo se ha hospedado la Familia Real, diferentes presidentes de Gobierno español, como José Luis Rodríguez Zapatero, así como dirigentes internacionales como los cancilleres alemanes Helmut Kohl y Gerhard Schröder.
La residencia, que debe su nombre a "la preexistencia de un aljibe excavado en el suelo, construcción tradicional conocida en la isla", tal y como indica el Ministerio de Turismo, es obra del reconocido arquitecto Fernando Higueras, quien colaboró con el artista canario César Manrique para su diseño y decoración.
La casa-palacio tiene 30.900 metros cuadrados y se encuentra en una ubicación privilegiada, con acceso exclusivo al mar. Se caracteriza por su diseño típico de la zona, con edificios blancos y bajos y puertas y ventanas verdes. La casa-palacio presenta techos planos, con remates de chimenea adornados con decoraciones en forma de cúpula y toma referencias de la arquitectura colonial que se aprecian en sus balcones o miradores de madera.
A pesar de la sencillez del exterior, la residencia está llena de lujos. El complejo tiene diez alojamientos independientes de 1.900 metros cuadrados y una y dos plantas de altura. El bungaló principal cuenta con dos dormitorios y dos baños, salón, una terraza privada y distintas zonas de descanso.
Para disfrute de todos sus huéspedes, La Mareta tiene dos piscinas exteriores y un jardín de tierra volcánica con un pequeño lago. Además, cuenta con una pista de tenis y otros deportes y tiene incluso un helipuerto.