La ministra portavoz, Pilar Alegría, ha confirmado que el Gobierno va a presentar unos nuevos Presupuestos al Congreso "en tiempo y forma", es decir, antes del 1 de octubre, más allá de la incertidumbre por la falta de apoyos que puedan tener las cuentas públicas, sobre todo desde el independentismo catalán.
Junts ya ha dejado claro que venderá carísimo su apoyo. Lo hizo en el último pleno antes del verano, votando en contra de la senda de déficit, que es el primer paso para que el Gobierno pueda llevar unas cuentas públicas para 2025. La portavoz ha revelado como único detalle que "serán acordes con la buena marcha de la economía española" y ha sugerido que ya hay negociaciones en el seno de la coalición con Sumar.
En la rueda de prensa del primer Consejo de Ministros celebrado tras el período estival, Alegría ha ratificado que el Ejecutivo cumplirá con su "responsabilidad" al llevar a la Cámara Baja su proyecto Presupuestario para el próximo año, y después ya será competencia de los grupos parlamentarios actuar como corresponda. Este matiz lo ha añadido cuando ha sido preguntada expresamente por si el Ejecutivo contempla negociar con el PP, en caso de que la formación de Carles Puigdemont se mantuviera en el no.
"Con el primer partido de la oposición, ya sabemos a qué se opone, que es a todo; pero nos falta saber qué propone, porque es nada", ha repetido hasta en tres ocasiones. Una respuesta de manual que se pudo ver escrita en sus apuntes al finalizar la rueda de prensa, y que aplicó a la crisis migratoria, a la financiación autonómica y al asunto presupuestario.
Después de tres semanas sin comparecencias en Moncloa, el regreso del curso político sólo ha cambiado en parte el panorama informativo. La portavoz tuvo que hacer frente a preguntas sobre el concierto-no-concierto catalán, aunque no dijo nada que no fuera una retahíla de frases de argumentario. El asunto quedó tan oscuro como cuando, antes de las vacaciones, aún se estaba negociando el acuerdo de investidura de Salvador Illa.
Sólo ha quedado una cosa clara: que el pacto no fue realmente entre el PSC y ERC, sino que fue "el acuerdo alcanzado con la Generalitat de Cataluña", en palabras de Alegría. Es decir, que el Gobierno asume como propia la firma del PSC en ese documento, "que sólo habla de financiación singular y de solidaridad", concluyó la ministra... para no responder con detalle.
El documento dice muchas más cosas, como que esa solidaridad está "limitada por el principio de ordinalidad", pero ella se negó expresamente a aclararlas. Con Esquerra podrá contar el PSOE, sin duda, porque es la madre del pacto y necesita que la estabilidad en Madrid le dé réditos en Cataluña. Pero eso es, precisamente, lo que echa a Junts de la llamada "mayoría de investidura".
Crisis migratoria
También se tuvo que pronunciar la ministra sobre la emergencia migratoria en Canarias y en Ceuta, una crisis inconclusa, que su Ejecutivo no ha sabido resolver. En este caso, tirando de que el PP es el "responsable" de que no haya habido un arreglo hasta la fecha, la también ministra de Educación, acusó a los de Alberto Núñez Feijóo de "preferir copiar las políticas xenófobas de Vox a sentarse a negociar con el Gobierno".
No hubo ocasión de preguntarle por la única reclamación del PP: que el Estado ponga financiación a las CCAA para la acogida de los menores. Los populares han dicho que con eso acordado, votarían sí a la reforma legal... la última, Cuca Gamarra, este mismo martes, de buena mañana. Entre otras cosas, porque gobiernan en Ceuta y, en coalición con CC, en Canarias.
Y como no se le pudo preguntar por este punto a la ministra, el Gobierno quedó libre de ataduras argumentales, para arremeter contra el PP.
A la misma hora en que ella comparecía, junto a la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, el presidente terminaba sus maletas para irse de gira africana, a Mauritania, Gambia y Senegal.
Se supone que Pedro Sánchez acude a estos tres países para tratar de resolver la crisis migratoria en origen... pero fuentes de Moncloa confirman que no hay un plan alternativo al cambio en la ley. Es decir, que, de inicio, no habrá nuevas medidas de control marítimo de las rutas a las islas o de las fronteras de la ciudad autónoma con Marruecos.
Eso sí, la ministra ha resaltado que, por parte del Gobierno, habrá "mano tendida" al PP. Para el tema migratorio, para el de la financiación autonómica -que será uno de los puntos del orden del día de la, aún sin fecha, Conferencia de Presidentes de otoño- y en el asunto mollar, el de las cuentas públicas de 2025.
Según Alegría, la ministra de Hacienda las presentará en el Congreso, incluso sin contar con los apoyos políticos para aprobarlas. "Ahora que cumplimos casi un año de legislatura, y que no hay convocatorias electorales, es el momento de ponerse a trabajar con calma".
Otra cosa es que esa calma, de verdad, propicie acuerdos: porque sin dinero para las autonomías, no habrá reforma de la Ley de Extranjería; sin una concesión de alto nivel a Junts no habrá Presupuestos; y sin negociar en serio con el PP no habrá nueva financiación autonómica. El Gobierno ha vuelto del verano, la bronca sigue igual, sus socios son contradictorios... y el único partido que le podría sacar de todos los atolladeros es precisamente el que no lo hará.