José Manuel Albares, ministro de Exteriores, este viernes en RNE.

José Manuel Albares, ministro de Exteriores, este viernes en RNE. RNE

Política CRISIS CON VENEZUELA

Albares se niega a llamar "dictador" a Maduro, como Margarita Robles, y pide al PP que se lo llame a Franco

"No soy politólogo ni constitucionalista, un ministro de Exteriores no debe poner etiquetas". Pide "una solución dialogada" en Venezuela y acepta como "soberana" la decisión de Maduro de abrir una crisis diplomática con España.

13 septiembre, 2024 09:30

El ministro de Asuntos Exteriores se ha negado a valorar la crisis diplomática iniciada esta noche entre España y Venezuela. El régimen de Nicolás Maduro ha aprovechado que la ministra de Defensa española, Margarita Robles, lo calificaba este jueves de "dictadura" para llamar a consultas a su embajadora y convocar de urgencia al español en Caracas para una reprimenda.

En una entrevista en RNE, José Manuel Albares ha sido extremadamente prudente, salvo con el Partido Popular. El principal partido de la oposición le exige que reconozca la victoria de Edmundo González y lo llame "presidente electo". Pedro Sánchez lo recibió este jueves en Moncloa fuera de agenda, sin banderas, y sin convocatoria de prensa que explicara en calidad de qué -además de como "héroe"- lo recibía.

El ministro afeó al PP que "se empeñe en que tratemos a Venezuela como una dictadura y no califiquen así a otra que les afecta directamente, la dictadura de Franco". Albares exigió a los de Alberto Núñez Feijóo que "apoyen al Gobierno en la Ley de Memoria Democrática, en vez de dejarse vampirizar por Vox".

Para no llamar él mismo dictadura al gobierno chavista, como sí hizo Robles en unas declaraciones públicas en la noche de este jueves, el titular de Exteriores ha alegado que él no es "ni catedrático de Derecho Constitucional ni politólogo".

De este modo, huía de las palabras de su compañera de Consejo de Ministros, pero tampoco criticaba que Robles atacara de ese modo al régimen chavista: "Los ministros de Exteriores somos los últimos que debemos poner etiquetas".

Aunque tampoco salvaba a Maduro: "Lo que queremos es la mejor relación del pueblo español con el pueblo de Venezuela". Es decir, Albares reconoce que habla "con el Gobierno y con la oposición" democrática venezolanos. Pero su empeño es la "solución dialogada, genuina y soberanamente democrática" en el país caribeño.

Horas después, en la rueda de prensa tras la reunión en Madrid del grupo de contacto árabe-islámico para Gaza, en la que ha participado Albares, el ministro se ha negado a hablar de Venezuela. "Les pediría que hagan un esfuerzo por centrarse en esta reunión", ha dicho dirigiéndose a los periodistas.

Posición del Gobierno

El Gobierno exige ver las actas desde el primer día, no reconoce un triunfo "indemostrable" de Maduro, dice liderar la posición de la Unión Europea en esta crisis, e incluso se abrió a ese reconocimiento de González Urrutia "si se evalúa que es bueno" para el objetivo de "esa solución pacífica que respete la voluntad democrática de los venezolanos".

Lo hizo en una enmienda a la Proposición No de Ley del PP, que finalmente no fue aceptada este miércoles por el Congreso. 

Toda la polémica nace de la negativa de Moncloa a reconocer la victoria de Edmundo González como "presidente electo" del país, tras las elecciones del 28 de julio. Es decir, por haberle dado asilo político al diplomático líder de la oposición democrática y "haberle hecho un favor a Maduro", según las tesis del Partido Popular, que ganó la citada votación en las Cortes para instar al Gobierno a ese reconocimiento.

Albares ya tenía prevista esta entrevista radiofónica en su agenda oficial, pero le vino bien aprovechar este hueco ante los micrófonos públicos de RNE para salir al paso de la nueva crisis diplomática que tiene que atender. Fuentes de su Ministerio se limitaban a sacudirse el problema a primera hora de la mañana: "Es una decisión soberana de Venezuela que no comentamos". 

Eso sí, un portavoz oficial de Exteriores aclaraba cuál sigue siendo el tono que pretende mantener el Gobierno y que motiva, por ejemplo, los equilibrios de no reconocer a Maduro como ganador de las elecciones, pero tampoco, de momento, a Edmundo González: "Trabajamos por mantener la relación entre el pueblo hermano de Venezuela y el pueblo español".

El plan ha sido, desde antes incluso de las presidenciales del 28 de julio, el "pragmatismo" y la "prudencia" en lo político y lo diplomático.

Pero en esta ocasión, la clave estaba en que el Gobierno marca las relaciones "fraternales" que desea entre los pueblos: "Los 200.000 españoles que viven en aquel país, y los casi otros tantos venezolanos que viven en España, 120.000 han llegado desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno".

Albares recordó que son esas personas, las relaciones culturales y los intereses empresariales y económicos de las empresas españolas en el país caribeño lo que está protegiendo con su "trabajo día a día" desde que es ministro.

Para apuntalar la posición del Gobierno frente a la "alocada e imprudente" exigencia del PP, el ministro ha subrayado que "sólo dos países, Panamá y Ecuador, han reconocido a Edmundo González como presidente electo".

Para Exteriores es clave señalar que es diferente reconocer a Edmundo como presidente electo que como candidato más votado (que es lo que han hecho algún otro como EEUU o Perú). El PP está en lo primero, una posición solo de Ecuador y Panamá