El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, ha advertido al embajador de España en Caracas, Ramón Santos, de que el Gobierno venezolano "no permitirá" nuevas injerencias en asuntos internos y que adoptarán "las medidas necesarias para proteger su soberanía".
El representante español en Caracas ha acudido esta mañana al Ministerio de Exteriores de Venezuela, donde el canciller le avisó de que su país no va a tolerar "ninguna acción injerencista por parte del Gobierno de España en asuntos que son de competencia exclusiva de los venezolanos y venezolanas", según un comunicado compartido por Gil en Telegram.
"El Gobierno de Venezuela adoptará las medidas necesarias, en el marco del derecho internacional y la diplomacia bolivariana de paz para proteger su soberanía", señala la nota del canciller.
Ramón Santos fue convocado por el Gobierno de Maduro este jueves después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, afirmara que en Venezuela hay una "dictadura".
Robles se refirió a los venezolanos que han salido de su país como "víctimas de la restricción, de la violencia, de la falta de democracia y de la falta de libertad", y criticó la "persecución" y "limitación de derechos fundamentales" que, a su juicio, sufren los opositores en la nación sudamericana.
El Ejecutivo de Maduro, explicó Gil el jueves, ha llamado también a consulta a su embajadora acreditada en España, Gladys Gutiérrez, cuya llegada a Venezuela está prevista para la tarde de este viernes.
Por su parte, el Ejecutivo español optó por rebajar la escalada de tensión abierta entre Caracas y Madrid y calificó como "soberana" la decisión del Gobierno chavista de convocar a Santos y llamar a consultas a su representante en la capital española.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, insistió en la voluntad de buscar "las mejores relaciones posibles con el pueblo hermano de Venezuela" y de velar por los intereses de la comunidad y las empresas nacionales en el país latinoamericano.
La tensión entre ambos países se produce luego de que el Congreso de los Diputados, tras una propuesta del PP y con el voto en contra del PSOE, acordara instar al Gobierno a reconocer como presidente electo de las elecciones del 28 de julio en Venezuela al abanderado de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia, exiliado desde el domingo en el país europeo, donde ha solicitado asilo.
En respuesta, el Parlamento venezolano, controlado por el chavismo, propuso el miércoles elaborar una resolución, que espera aprobar, para instar a Maduro a romper "todas las relaciones" diplomáticas, consulares, económicas y comerciales con España.
El jueves, González Urrutia fue recibido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien aseguró que su país va a seguir trabajando en favor de la democracia, el diálogo y los derechos fundamentales del pueblo venezolano.
El líder opositor pidió asilo debido a la "persecución" que dijo sufrir después de las presidenciales del 28 de julio, cuya victoria oficial fue otorgada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) a Maduro.
Sin embargo, la oposición insiste en que el vencedor fue González Urrutia.