El rey Felipe VI ha recibido este miércoles en el Palacio de la Zarzuela al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, nueve años después de la última audiencia con un jefe del Govern en La Zarzuela.
"Qué bien", ha señalado el monarca con cara de sorpresa ante la gran expectación mediática por la cantidad de periodistas que han ido a cubrir la audiencia. "Esto no es lo habitual", ha añadido, entre risas. Salvador Illa se ha mostrado "muy contento de estar aquí".
De esta forma, un president catalán retoma las audiencias en la Casa del Rey después de que Artur Mas fuera el último en acudir a este encuentro en 2015. Desde entonces, sus predecesores Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonès no asistieron a estos encuentros coincidiendo con el procés y la posterior sentencia.
La reunión supone un gesto más en la normalización de la relación entre la Jefatura del Estado y la Generalitat, según informan fuentes del Govern, después de casi una década en la que los independentistas han mostrado su rechazo a la Corona por la postura de Felipe VI hacia el desafío separatista.
El Rey ya estuvo con Salvador Illa el pasado 29 de agosto, dos semanas después de su investidura como nuevo presidente del Govern, cuando Felipe VI visitó Barcelona, una ocasión en la que le dio la bienvenida en el saludo oficial, algo que los presidentes independentistas habían evitado.
Artur Mas, el último
Fue en enero de 2013 la última vez en la que un presidente de la Generalitat acudió a la Zarzuela tras tomar posesión de su cargo, ocasión en la que Juan Carlos I se reunió con Artur Mas un mes después de su designación por el Parlament.
Dos años después, en julio de 2015, Felipe VI se entrevistó en la Zarzuela con el entonces dirigente de CiU Artur Mas, aunque fue en el marco de los contactos del jefe del Estado con responsables de administraciones.
Los sucesores de Mas al frente de la Generalitat, Carles Puigdemont (2016-2017), Quim Torra (2018-2020) y Pere Aragonés (2021-2024) declinaron ser recibidos por el jefe del Estado, coincidiendo en una etapa política marcada por el desafío independentista.
"Este Govern quiere lo mejor para Cataluña y para los catalanes, cuando uno quiere avanzar y lograr objetivos nos parece que el mejor camino y el más óptimo es mantener buenas relaciones con todas las instituciones", afirman desde el Govern.