Junts presiona a Sánchez para que suba el techo de gasto y destine más dinero a Cataluña

Junts presiona a Sánchez para que suba el techo de gasto y destine más dinero a Cataluña Tomás Serrano

Política PRESUPUESTOS

Junts presiona a Sánchez para que suba el techo de gasto y destine más dinero a Cataluña

El Gobierno prevé una derrota parlamentaria el jueves y los socialistas reconocen que ya no negocian con el partido de Carles Puigdemont. 

24 septiembre, 2024 03:12

Apenas quedan dos días para que el Congreso vote la senda de estabilidad y Pedro Sánchez ya prevé acumular una nueva derrota parlamentaria. El último indicador son las manifestaciones del secretario general de Junts, Jordi Turull, en las que pide subir el techo de gasto y destinar más dinero a Cataluña. Si no sucede así, su formación volverá a votar en contra el jueves.

"No tiene que sorprender a nadie. Todo lo que sea para consolidar el café para todos o agravar el déficit de Cataluña nunca tendrá nuestro voto", aseguró. Los independentistas pretenden que el Gobierno presente una nueva senda en la que se recojan sus peticiones, mientras que el Ejecutivo ha presentado prácticamente la misma que ya decayó.

Turull se pronunció este lunes en una línea muy similar a la que ya esgrimió Carles Puigdemont la semana pasada. El expresident dijo que "la respuesta será la misma que siempre hemos dado". "Al igual que votamos que no, volveremos a votar que no. Si la cambian, hablaremos", aseguró en la red social X, antigua Twitter.

El único matiz existente entre las palabras de Puigdemont y de Turull es que, entremedias, altos cargos del PSOE y de Junts se reunieron este fin de semana en Suiza. Aunque ninguna de las partes quiere desvelar detalles de la reunión, es evidente que no se llegó a un acuerdo que permita facilitar un sí el jueves.

Según reconocen fuentes del PSOE, ya no hay una negociación concreta en marcha para conseguir el sí de Junts. Las fuentes indican que sí que hay conversaciones, como con el resto de grupos parlamentarios, pero que no hay una negociación en la que tengan que ofrecer algo concreto para conseguir su apoyo.

"Si no hay negociación, no hay votos", responden fuentes de Junts. Desde el Gobierno, en cambio, están dispuestos a hablar sobre el contenido de los Presupuestos Generales del Estado, pero no negociar a cambio de otras cosas. "Es que ya vale. Aquí lo que está en juego es la continuidad de las políticas que hemos aprobado con esos grupos parlamentarios", comentaba una fuente socialista la semana pasada.

Presión territorial

Desde Moncloa esperan, aunque con más optimismo que convencimiento, que la presión de las administraciones locales sirva para condicionar el voto tanto de Junts como del PP. La posición que los miembros del Gobierno defienden continuamente es que los objetivos de estabilidad conllevan un margen de gasto de cerca de 11.500 millones de euros para las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

Si no se aprueba la senda de déficit el jueves, las administraciones tendrán menos margen de maniobra, según el Gobierno. De hecho, desde Moncloa defienden que si no se aprueba la nueva senda, tendrán que continuar con la anterior y que esa beneficia al Gobierno central y perjudica a los territorios.

Creen que esto, que desde la oposición tildan de chantaje, puede servir para elevar la presión sobre el PP, ya que controla la mayoría de comunidades autónomas y ayuntamientos, y sobre Junts, que gobierna en más de 300 consistorios.

La portavoz del PSOE, Esther Peña, intentó ahondar en esta idea este lunes. "Hay 11.500 millones de euros que se pueden perder, pero tendrán que ser los que voten en contra los que tendrán que explicarlo", aseguró desde la sede de Ferraz. "Cada diputado tendrá que dar explicaciones en su territorio cuando vuelva a él. Cada diputado tendrá que volver a casa y mirar a sus vecinos a la cara y decir lo que votó", añadió.

Sin embargo, desde el PSOE reconocen que Carles Puigdemont "está a lo suyo, mientras que nosotros estamos a lo de todos". Es decir, que el expresidente está descontento con la aplicación de la Ley de Amnistía, especialmente en su caso, y que ello complica la relación entre el socio de investidura y el Gobierno central.

A pesar de esta situación, el Gobierno no parece que vaya a renegar de presentar los Presupuestos para 2025. Incluso desde el PSOE consideran que, aunque el jueves tumben la senda de déficit, eso no implica que en el futuro les vayan a tumbar las cuentas generales.

Lo que sí es posible es que las tengan que presentar un poco más tarde de lo previsto ya que la idea inicial de presentarlos a finales de septiembre, tal y como indica la Constitución, ya no es tan viable. Junts celebrará un congreso en la segunda quincena de octubre, por lo que el gobierno podría retrasar la tramitación a noviembre y así facilitar el posible apoyo, sin debates internos.