La relación entre Podemos y el Gobierno pasa por sus horas más bajas y este viernes vivió su último episodio a causa del Sáhara. La exministra y secretaria general de la formación morada, Ione Belarra, se ha rebelado y ha acusado a Pedro Sánchez de estar siendo "cómplice" de la "dictadura marroquí" y de "deportar sin testigos" a activistas saharauis.
La exministra se trasladó este viernes, de nuevo, a la Terminal 1 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y volvió a intentar entrar en la sala de solicitantes de asilo, sin éxito. Según denunció ante los medios de comunicación, el Gobierno está "vulnerando los derechos fundamentales" de los saharauis que se encuentran ahí.
La visita de Belarra se produjo después de que se conociera que Interior ha deportado a 16 de los solicitantes de asilo retenidos en Barajas, algunos de ellos desde hace un mes, tras denegar sus solicitudes de protección. Actualmente, quedan 15 personas en esa sala y algunas de ellos ya tienen su deportación programada para este domingo.
Según ha recogido la agencia Efe, los deportados han sido detenidos por las autoridades de Marruecos nada más aterrizar el avión desde España. Todos los activistas contaban con documentación que acreditaba su origen saharaui y con una recomendación favorable de Acnur, la agencia de la ONU de protección al refugiado, para que se facilitase su entrada en España.
Belarra aseguró que distintos "cargos socialistas", en referencia a Sánchez pero también al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, han estado maniobrando para que estas deportaciones se realicen "sin testigos y sin posibilidad de escrutinio" por parte de cargos electos.
Según defienden fuentes de Podemos, se están vulnerando sus derechos como cargos electos para examinar la situación y ejercer sus "derechos constitucionales de representación y fiscalización de la acción del Gobierno en defensa de los derechos humanos".
La segunda visita
La de este viernes ha sido la segunda visita de Belarra a la T1 por esta situación y la segunda vez que se le ha negado el acceso. La exministra intentó entrar en la sala de solicitantes de asilo el pasado 23 de septiembre, cuando había varios saharauis en huelga de hambre por la situación que están viviendo.
Al día siguiente, el 24 de septiembre, Belarra pidió amparo a la Mesa del Congreso de los Diputados al considerar que sus derechos como diputada electa han sido vulnerados. Aseguró que había una "limitación injustificada y arbitraria de sus funciones" de diputada. También pidió amparo a la presidenta de la Comisión de Interior del Congreso, la socialista María Carmen Castilla.
Según explicó Belarra, la presidenta de la Comisión ofreció la posibilidad de organizar una visita a dichas instalaciones la semana que viene, algo que es inaceptable para los morados.
La exministra también mandó una carta a Fernando Grande-Marlaska en la que explicó que no la habían dejado entrar en la sala de asilo. Se trata de una situación que también vivieron, el pasado 27 de septiembre, las eurodiputadas Irene Montero e Isabel Serra, ambas de la formación morada.
Según explicó en la misiva, la orden de no dejarlas entrar vino del secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, según les trasladaron los agentes que les denegaron el acceso. "Esta manifestación es de suma gravedad", aseguraba en la carta, a la que ha tenido acceso este diario, y pedía "el cese inmediato de esta actividad obstructiva y la depuración de las responsabilidades".
Sin embargo, ello le ha servido para poco, como se vio este viernes. Según dicen desde Podemos, están estudiando todas las medidas parlamentarias y judiciales posibles para recurrir esta situación. Aunque son conscientes de que para los activistas deportados ya no hay marcha atrás.