El Pleno del Congreso ha respaldado este jueves la iniciativa del PSOE para pedir al Gobierno que rebaje la actual tasa de alcohol al volante de 0,5 gramos por litro en sangre a 0,2 (0,1 miligramos por litro de aire aspirado) y que esa tasa sea única para todos los conductores.



La iniciativa, que se debatió el martes y se ha votado este jueves, ha salido adelante con 175 votos a favor, 33 en contra y 138 abstenciones.



Se ha votado en sus propios términos, ya que los socialistas no han aceptado incluir la enmienda que presentó el PP, en la que se pedía que se reforzaran las campañas específicas sobre los riesgos del alcohol al volante, se incrementaran los mecanismos de sensibilización y se definieran estrategias concretas para los reincidentes, entre otras medidas.

El 37% de los muertos dio positivo

La rebaja de la tasa de alcoholemia está entre los próximos proyectos del Ministerio del Interior, tal y como ya han avanzado su titular, Fernando Grande-Marlska, y el director general de Tráfico, Pere Navarro.



En la exposición de motivos de la proposición, los socialistas argumentan que a pesar de que los conductores han aprendido a disociar consumo de alcohol y conducción, todavía un 32,7% de los conductores fallecidos en 2023 presentaban una tasa de alcoholemia positiva, según datos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.

La propuesta procede de la Dirección General de Tráfico (DGT). El pasado 2023 terminó con 1.145 muertos en accidentes de tráfico, según los datos del departamento dirigido por Marlaska. Una cifra muy similar a la del año 2002, eso sí, es prácticamente idéntica a la de 2002, cuando fallecieron tres personas menos; una cifra que se ha mantenido estable en los últimos años.

Interior cree que resulta esencial dar comienzo a los trámites parlamentarios para bajar la tasa de alcohol en sangre al entender que la "sociedad española está madura" para aceptar este cambio y reducir aún más la siniestralidad de las carreteras. Este anuncio llega pocas jornadas después de conocerse el balance de la Operación Verano gestionada por la Dirección General de Tráfico (DGT).

En los últimos años, aproximadamente la mitad de los conductores fallecidos en carretera dan positivo en alcohol, drogas o psicofármacos, aisladamente o en combinación. En 2022 fue el 51,9%, según se desprendía de la Memoria 2022 de Hallazgos Toxicológicos en Víctimas de Accidente de Tráfico, elaborada por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses con la colaboración del Observatorio Nacional de Seguridad Vial.

Ese año, 2022, se produjo un repunte de la delincuencia vial, lo que se tradujo en casi 60.000 condenas por delitos de conducción bajo la influencia del alcohol y/o las drogas, la cifra más alta de toda la serie histórica desde la reforma del Código Penal. Esta es la tendencia que se busca revertir.