Con Pedro Sánchez como único candidato a dirigir el PSOE en el Congreso Federal de Sevilla, Felipe González no ha dudado en abrir la posibilidad de una sucesión dentro del partido convencido de que hay gente "muy valiosa" que podría disputarle la secretaría general.
Abierta la caja de Pandora, González, en una inédita entrevista junto a Alfonso Guerra por el 50 aniversario del Congreso Federal de Suresnes (Francia), -el último celebrado en el exilio y que sentó las bases del PSOE antes de la Transición- no ha dudado en cerrarla casi de inmediato al admitir que aunque tiene en la cabeza varios nombres decirlos públicamente supondrían su muerte política.
"Hay quien dice que no hay nadie que pueda sustituir a Sánchez, pero hay gente muy valiosa dentro del PSOE, mucho. Si digo los nombres que tengo en mi cabeza y se conocen públicamente están muertos", ha admitido este jueves en Espejo Público de Antena 3.
En la entrevista se ha puesto un nombre sobre la mesa: Emiliano García-Page, aunque el expresidente del Gobierno ha evitado pronunciarse si está entre sus opciones. "Yo no quiero perjudicar a nadie diciendo que es mi candidato", ha sido su respuesta.
"Se ha perdido el espíritu crítico"
González y Guerra han mantenido su rechazo a varias decisiones de Sánchez como la financiación singular a Cataluña o la amnistía a los presos del procés y han defendido fervientemente su posición crítica en los últimos años en "tiempos de inmensa confusión".
De hecho, ambos se han mostrado convencidos de que hasta ahora no han sido "purgados" porque han sido los "padres" del partido antes y durante la Transición. En este sentido, coinciden en que dentro del PSOE "se ha perdido el espíritu crítico" y que los comités federales ya no sirven para poner sobre la mesa las discrepancias internas sobre todo tipo de cuestiones.
"Nosotros no hacíamos un comité federal que durara menos de un día y medio y ahora no los hay que duren más de una hora y media", ha explicado el expresidente del Gobierno, que añade que en sus comités sólo podían intervenir quienes tenían que hacer críticas a la dirección. "Habría menos confusión entre los militantes si supieran cuáles son las posiciones de verdad y eso fuera contrastable", ha apuntado.
Así, Alfonso Guerra ha denunciado que dentro del PSOE hay quienes parece que quieren volver "a una dictadura" cuando "se opina de forma distinta". Misma línea ha defendido Felipe González, que ha opinado que "la tragedia" en el PSOE es que en estos momentos "la discrepancia es estar de acuerdo" con lo que aprobó el PSOE en su Congreso Federal y en su programa electoral. "Y luego todo eso cambia y nadie lo explica. ¿Por qué se cambia todo por los siete votos de ese señor -Puigdemont- que huye hábilmente? ", cuestiona, en referencia a la Ley de Amnistía.
Precisamente sobre los pactos de Sánchez, Guerra ha tirado de ironía e, incluso, opta por elecciones antes de hacer cesiones. "Ojalá tuviera mayoría absoluta y no tuviera que depender de delincuentes fugados que han logrado una amnistía pactada con ellos", ha dicho. Ambos coiniden en que los pactos con Junts, al definen como "extrema derecha", no se pueden justificar de ninguna manera con tal de conseguir una mayoría en el Congreso.
"¿Se puede pactar por todo, hay que ceder en todo para tener la mayoría? No. (...) Es lógico pactar con otros a cambio de mayorías. A cambio de eliminar la secesión, de la amnistía o un concierto económico con Cataluña, no. ¿Hay algún Gobierno en este mundo que prescinda de la fiscalidad del 28% del PIB? Yo creo que no. No puede cambiarse eso por tener una mayoría, hay que pensar en elecciones", ha llegado a decir el exvicepresidente.
Por su parte, Felipe González ha mantenido su rechazo total a la amnistía porque "es pedir perdón al que ha atentado contra la igualdad de los españoles y contra la propia Constitución".
Por último ambos han abordado la afirmación hecha por Sánchez hace poco más de un mes de que gobernará "con o sin" el Parlamento. Para Guerra esto es "imposible en democracia" y considera que fue "un lapsus de Sánchez", mientras que Felipe González ha recordado que tuvo que adelantas las elecciones en 1996 porque Jordi Pujol se negaba a apoyar los Presupuestos. "El Presupuesto no es más que el retrato en cifras que lo que un Gobierno está dispuesto a hacer", ha dicho.