Tal y como había anunciado el Athletic Club de Bilbao, este sábado, el alpinista Martin Zabaleta y el sherpa Pasang Temba, "los héroes que llevaron la ikurriña a la cima del mundo" al coronar el Everest en 1980, han efectuado el saque de honor en San Mamés, en el partido del club vasco ante el Espanyol.
Este homenaje ha estado envuelto por la polémica desde el momento en el que se anunció. Fueron varios los colectivos de víctimas del terrorismo que advirtieron que el montañero guipuzcoano se fotografió durante aquella expedición en la cumbre más alta del planeta con una bandera que incluía simbología de ETA. Concretamente, el hacha y la serpiente, emblema del grupo terrorista.
Según apuntaron fuentes cercanas del Athletic a EL ESPAÑOL, en el club desconocían aquel gesto de Zabaleta, quien en su momento llegó a decir que asumía "personalmente el eslogan" —que iba acompañado de un lema antinuclear—.
Aun así, la institución deportiva rehusó deshacer el tributo y lo llevó a cabo este sábado ante los miles de aficionados que llenaron el estadio de San Mamés.
Los montañeros, 'escoltados' por José Ángel Iribar, emblema del Athletic, fueron aplaudidos por los futbolistas y un público puesto en pie. La realización del partido no mostró imágenes ni comentó el momento en televisión.
El Athletic decidió rendir "un merecido homenaje" —como anunció en un comunicado— a Zabaleta y al sherpa con motivo del centenario de la Federación Vasco-Navarra de Alpinismo. Ambos "convirtieron la enseña vasca en la decimosexta bandera en ondear en la cumbre del Everest; sin duda un éxito incontestable que llenó de orgullo a una sociedad necesitada de noticias en positivo", decía en su nota el club rojiblanco.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y Ego Non, una plataforma ciudadana centrada en combatir la apología de la banda terrorista, mostraron rápidamente su rechazo al homenaje al hacerse eco de la noticia en redes sociales. Sin embargo, el Athletic decidió seguir adelante con su tributo a Zabaleta, figura a la que se refirió en su nota como "leyenda".
Fue el 14 de mayo de 1980 cuando Zabaleta, junto a Temba y un grupo integrado por otros once alpinistas vascos y navarros, coronaron el Everest, la montaña más alta del planeta con una altitud de 8.848 metros sobre el nivel del mar. Ese mismo año, el 1980, fue el más sangriento y cruel de la banda ETA, con hasta 98 asesinatos perpetrados por la organización terrorista.
El homenaje coincide, además, en una fecha sensible, ya que este sábado por la mañana ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado la reforma de la ley que beneficia a presos etarras. Se trata de un proyecto de ley del Gobierno que transpone una directiva europea y que contó con el apoyo unánime de todo el Congreso de los Diputados. Sin reparar en ello, el PP y Vox avalaron una enmienda de Sumar para que los presos de ETA se descontaran los años de prisión cumplidos en Francia.