Pedro Sánchez, junto a su esposa Begoña Gómez, este martes en un encuentro con el gobernador del Estado de Maharashtra, en India.

Pedro Sánchez, junto a su esposa Begoña Gómez, este martes en un encuentro con el gobernador del Estado de Maharashtra, en India. Efe

Política CASO BEGOÑA

Sánchez en la India: "Gobernaré hasta 2027, las izquierdas se volverán a presentar y volveré a ganar a Feijóo o a otra lideresa"

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El presidente del Gobierno ha cerrado su viaje oficial a la India con una rueda de prensa en la que sólo se ha hablado de política nacional. Pedro Sánchez ha puesto empeño en hablar del "relanzamiento" de las relaciones bilaterales "tras 18 años sin la visita de un presidente español" a aquel país de "las enormes oportunidades" de comercio e inversiones en la quinta economía del mundo.

Pero el estallido del caso Errejón y las dos nuevas imputaciones de delitos a su esposa -que lo acompañaba en el viaje- lo han imposibilitado.

En todo caso, después de 10 preguntas casi monotemáticas, Sánchez ha logrado colocar un titular que retendía cambiar la carga de la prueba, ya que se estaba hablando en términos judiciales: "Seguiremos gobernando, como es nuestra obligación, para transformar España. Lo haremos hasta 2027, en ese año las izquierdas se habrán reorganizado y se volverán a presentar, y volveré a ganar... a Feijóo o a otro líder o lideresa que presenten".

Esta afirmación venía a cuento de una penúltima pregunta, en la que se le inquiría por cuál sería la frase que le diría a sus votantes, abrumados por los casos de corrupción, el hundimiento de Sumar y el retraso de los Presupuestos en el Congreso. 

Para Sánchez, "es indiscutible que España está viviendo uno de los mejores momentos en los últimos 20 años", porque la economía crece "cuatro veces más que la media de la zona euro", se crea empleo "como nunca" y hay "paz social".

El presidente se compromete "a gobernar" y reclama a periodistas y votantes que "levanten la mirada" sobre los avatares que lo cercan, ya sea en los titulares de prensa, en los tribunales o en las Cortes: "Llevamos seis años de una transformación extraordinaria de España, estamos reindustrializando el país, abordamos la inmigración de un modo distinto a otros países, defendemos causas sociales como el feminismo y bordamos de manera singular la paz en Oriente Próximo y en Ucrania... hay motivos para sentirse orgulloso".

Pero concretamente, sobre la última "semana difícil", según los periodistas, dentro de un octubre negro, el líder socialista no ha cambiado el guion.

Las dos nuevas imputaciones de su esposa, por presuntos delitos de apropiación indebida e intrusismo, Sánchez le han dejado igual, no le ha cambiado el gesto: "De donde no hay nada, nada se puede sacar", ha afirmado. "Son las mismas asociaciones ultraderechistas las que han presentado todas y cada una de las querellas a mi mujer, así que tendrán el mismo recorrido".

Sólo en sus palabras se ha podido atisbar algo de nerviosismo. Y es que ha dicho, con tono hastiado que "llevamos casi un año con lo mismo"... cuando, en realidad, el caso Begoña cumple ahora sólo seis meses. Pues fue a finales de abril cuando él se tomó los famosos cinco días de reflexión, al conocer la primera imputación de su esposa.

En todo caso, sí añadió que "la acusan falazmente". Y que, por tanto, él mantiene su "confianza en la Justicia, en el Estado de derecho y en que el tiempo ponga las cosas en su sitio".

'Caso Errejón'

Respecto al caso Eerrejón, Sánchez ha cerrado filas con su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y su ministra de Sanidad, Mónica García. De ambas, ha dicho que tienen su "rotunda y total confianza". Aunque lo cierto es que ha añadido en ese punto a"todo el Consejo de Ministros"... y lo cierto es que todo el PSOE está expectante ante una inminente crisis de Gobierno. Según las fuentes consultadas, será antes del congreso federal, convocado para dentro de un mes en Valencia.

De modo que tal afirmación tampoco debería otorgar ninguna tranquilidad a las afectadas.

En todo caso, la afirmación con la que se iniciaba esta crónica en la que Sánchez confirmaba que se volerá a presentar a las próximas elecciones, más allá de "la desesperación de la oposición", venía a cuento de una pregunta sobre si el escándalo de unos presuntos abusos sexuales y su eventual encubrimiento, protagonizado por Íñigo Errejón y las dos aludidas como lideresas de Sumar y de Más Madrid podía "desbaratar a las izquierdas".

Para el presidente no hay caso, porque tanto Díaz como García "reaccionaron de manera contundente en el primer segundo en el que tuvieron conocimiento de las acusaciones y de su gravedad". Según el líder socialista, ambas han hecho "lo que tenían que hacer". Es decir, "demostrar una reacción rápida, ponerse a disposición de las víctimas, y seguir gobernando".

Y en un intento de desviar el tiro, Sánchez ha comparado el "compromiso feminista inequívoco" de su Gobierno y de estas dos responsables políticas con el que muestran "otros partidos". En ese sentido, ha deslizado que "otros llevan en sus listas a condenados con sentencia firme por actos de violencia de género, y otros justifican su presencia como diputados en las Cortes Generales".

Sánchez no ha podido dar nombres, y ha tratado de aguar el escándalo admitiendo que "el machismo no atiende a ideologías", pero añadiendo posteriormente que "lo que nos diferencia a unos y a otros es cómo respondemos ante estos execrables hechos".

En todo caso, la distancia desde España a la India le jugó una mala pasada. La realidad es que el presunto caso similar al de Errejón que el PSOE denunció el lunes por la noche sobre el alcalde de Algeciras, José Emilio Landaluce, ya había sido desmentido "rotundamente" por las dos supuestas víctimas, "absolutamente indignadas" por haber sido implicadas en un asunto "falso"

Sin embargo, Sánchez ha continuado removiendo la basura, explicando que "España ha cambiado mucho desde el caso Nevenka".

Aquel episodio sucedió en el año 1999, y tuvo por protagonista a una concejal de Ponferrada independiente, pero vinculada al Partido Popular. "Ya hemos visto casos de acoso en el PP", ha continuado el presidente, "a ver si hay una respuesta tan contundente o no, vamos a ver si ellos han cambiado o no".