El futuro de Sánchez, pendiente de que Aldama aporte pruebas: dice que su "Gobierno actual está limpio"
- La versión de Sánchez, del Gobierno y del PSOE es la de mostrarse tranquilos y tachar de "mentiroso" y "fabulador" al comisionista del 'caso Koldo'.
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"Sabemos que no puede aportar nada", asegura uno de los miembros más destacados del Gobierno a propósito de la declaración de Víctor de Aldama, comisionista del caso Koldo, en la que acusó a ministros y dirigentes socialistas de cobrar comisiones.
Los socialistas reaccionaron este jueves a esas acusaciones negando los hechos, poniendo de manifiesto que es una "declaración bajo precio" porque se realiza para obtener la libertad provisional y, sobre todo, explican que el empresario no aporta ni una sola prueba concreta.
Los miembros del Gobierno fueron siguiendo durante la mañana en el Congreso casi en tiempo real lo que se iba conociendo de las declaraciones del empresario ante el juez. A primera hora de la tarde se incorporó Sánchez en la zona reservada al Gobierno en el edificio del Congreso.
Todos ellos celebraron la aprobación de su reforma fiscal que les acerca a tener unos Presupuestos, lo que les permite avanzar hacia el final de la legislatura y se esforzaron en desacreditar ls acusaciones de corrupción contra el Ejecutivo. Según un ministro, los comentarios fueron "jocosos" y con bromas sobre las cuantías que Aldama atribuía a los presuntos pagos a cada uno de los ministros.
La lectura detallada que hace el Gobierno de las declaraciones les lleva a constatar que, por contra, Aldama sí imputa acciones delictivas concretas a José Luis Ábalos y a su mano derecha, Koldo García. Y que esas acusaciones sí coinciden con datos de la investigación judicial.
Es decir, que Pedro Sánchez, el Gobierno y el PSOE tendrán que hacer ya frente a su responsabilidad política porque esta presunta trama corrupta nació en su seno, pero afirman estar tranquilos sobre las implicaciones penales de otros ministros y dirigentes socialistas. Y, obviamente, del propio presidente del Gobierno.
Si por contra Aldama pudiera probar alguna de sus acusaciones quebraría el futuro político de Sánchez y todo saltaría por los aires. Porque supondría imputar delitos a miembros del Gobierno y, además, quebraría el discurso del presidente del Gobierno basado en perimetrar la responsabilidad penal en Ábalos, exministro de Transportes y responsable de Organización del PSOE.
La versión de Sánchez, del Gobierno y del PSOE es la de mostrarse tranquilos y tachar de "mentiroso" y "fabulador" a Aldama. "Mi Gobierno es un Gobierno limpio; estamos tranquilos porque en lo que respecta a mi persona, a mi Gobierno actual, a mi organización, al PSOE, todo lo que ha dicho este señor es categóricamente falso", dijo este jueves Pedro Sánchez.
"Que no se preocupe el señor Sánchez, va a tener pruebas de todo lo que se ha dicho", dijo el empresario horas después, cuando el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz acordó su libertad provisional, con medidas cautelares.
Los socialistas ponen en contraste ese apartado de las acusaciones de Aldama contra Ábalos y Koldo García con las manifestaciones sobre diferentes miembros del Gobierno o dirigentes del partido. Las primeras están basadas en indicios, como probó el informe de la Guardia Civil, el escrito de la Fiscalía y la exposición razonada del juez instructor, mientras que las segundas en este momento carecen de indicios o pruebas.
Por ejemplo, el responsable de Organización del PSOE, Santos Cerdán, insiste en que no conoce a Aldama, que nunca se ha reunido con él o que carece de sentido que haya recibido un sobre con dinero en un bar frente a la sede del PSOE. "No le conoce ni de cruzarse por el pasillo, no le ha visto en su vida", explican los socialistas.
La versión oficial que dan desde la dirección del partido es que hace pocas semanas recibieron una información que indicaba que en vísperas del Congreso Federal del PSOE —que se celebra entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre— se haría pública una acusación de este tipo por parte de Aldama.
El PSOE, que asegura haber puesto en marcha una querella contra Aldama y contra "otros partidos que repliquen las acusaciones e intenten sacar tajada de esto", dice haber encontrado incongruencias en las declaraciones del empresario. Por ejemplo, al hablar del CNI a las órdenes del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y explican que Aldama fantasea y busca un acuerdo con la Fiscalía para poder salir de la cárcel.
La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, respaldó expresamente a su jefe de Gabinete y mano derecha, Carlos Moreno, acusado por Aldama de haber recibido dinero en metálico de la trama.
"Un sinsentido"
Respecto al presidente del Gobierno, fuentes de Moncloa mantienen que no conoce a Aldama, más allá de la foto tras un mitin y consideran "un sinsentido" la versión del empresario, según la cual Sánchez le buscó en ese acto y le felicitó por lo que hacía. El propio Sánchez declaró este jueves delante de un grupo de periodistas que "la estrategia de defensa [de Aldama] es una mentira". "Una inventada", resumió.
El contexto era el pleno en el que Sánchez cierra una semana que acaba con Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea, en contra del intento del PP de bloquear el nombramiento, y con la aprobación de parte de la reforma fiscal, con voto de todos sus socios parlamentarios y superando el vértigo de lo que hubiera sido una derrota fatal para el Gobierno. Ahora queda a la espera de ver si Aldama logra probar alguna de sus acusaciones.