El 41º Congreso Federal del PSOE que tuvo lugar este fin de semana en Sevilla fue el pistoletazo de salida para la verdadera batalla por el poder territorial dentro del partido: los congresos regionales de cada comunidad autónoma, donde las federaciones socialistas se enfrentarán a renovar o mantener su cúpula.
Para Ferraz, uno de los principales argumentos para apoyar o no a sus barones es su resultado electoral. Ello, a pesar de que muchos salieron perjudicados en las pasadas elecciones autonómicas por las políticas de Pedro Sánchez, algo que no le pasó factura a él en las generales por el miedo a los pactos de PP y Vox.
Pero Sánchez ya dio un aviso a navegantes en su discurso de clausura del congreso federal: "Este es un partido de ganadores. Aquí no sólo se viene a soñar utopías, aquí se viene a hacerlas realidad. Somos la izquierda que gana el presente para conseguir el futuro", dijo.
De hecho, el gran encargo que dio a los suyos fue el de ganar las siguientes elecciones. Para ver el peso de los distintos barones territoriales del partido y el peso que tienen en sus federaciones con respecto a Pedro Sánchez (ver si se vota más al candidato autonómico o nacional), este diario ha comparado los resultados de todas las elecciones generales y autonómicas que se han realizado desde 2018, cuando Sánchez llegó a la Moncloa.
En las elecciones generales, se ha tenido en cuenta el porcentaje de voto que ha obtenido Sánchez en cada comunidad. Así, se ve qué papeleta vale más. Y esto será fundamental a partir del próximo lunes.
Espadas no despega
Andalucía es uno de los territorios donde la batalla por el poder será más interesante. No sólo es la federación socialista más grande de España y donde el PSOE ha gobernado durante décadas, sino que al celebrar el congreso en Sevilla el partido busca relanzarse en la comunidad autónoma.
Tras diversos vaivenes en los que no estaba clara cuál sería la apuesta de Ferraz, Pedro Sánchez parece respaldar ahora al secretario general andaluz y portavoz del PSOE en el Senado, Juan Espadas. Pero el partido por dentro es un hervidero y la guerra podría salir desde la misma federación.
Con los números en la mano, lo cierto es que Espadas no termina de despegar. En las elecciones autonómicas de 2018, todavía con Susana Díaz al frente del PSOE andaluz, el partido obtuvo el 27,95% de los votos. En las de 2022, ya con Espadas, los socialistas cayeron 3,05 puntos porcentuales en voto. Es decir, hay una tendencia a la baja.
Sin embargo, en las elecciones generales, el partido se ha comportado en Andalucía de forma muy distinta. La papeleta de Sánchez en Andalucía ha crecido levemente en las últimas dos elecciones generales (0,12 puntos). Además, el porcentaje de voto al PSOE en Andalucía se sitúa muy por encima del porcentaje de voto al PSOE en toda España.
Dicho de otra forma, en las generales de 2023 los andaluces votaron a Pedro Sánchez casi diez puntos más que a Juan Espadas en las anteriores autonómicas. Esto demuestra que en Andalucía la marca nacional del PSOE goza de mejor salud que la marca autonómica.
Lobato crecía, pero poco
La Comunidad de Madrid es otra de las grandes tareas pendientes del PSOE a nivel electoral. Los socialistas no terminan de conseguir resultados esperanzadores en este territorio, donde el PP arrasa en cada convocatoria electoral.
La dimisión de su secretario general, Juan Lobato, ha provocado un terremoto dentro del PSOE en los días previos al congreso federal y ya no se espera que aquí haya una batalla por el poder. Todos dan por hecho que la del ministro Óscar López será la única candidatura y que resultará elegido.
Pero a nivel electoral sigue siendo un territorio interesante de analizar. En las pasadas elecciones generales, Sánchez obtuvo el 31,68% de los votos de toda España. Atendiendo sólo a la Comunidad de Madrid, Sánchez obtuvo el 27,84%. Esto significa que Sánchez convence menos a los madrileños que a los españoles.
Sin embargo, el resultado de Sánchez fue muy superior al de Lobato. En las autonómicas de 2023, el PSOE obtuvo el 18,19% de los votos, casi diez puntos menos de los que obtuvo Sánchez en la Comunidad de Madrid en las generales del 23-J. Podría deberse a que los votantes de izquierda eligen otras formaciones en clave autonómica, como Más Madrid, pero en el plano nacional priorizan el voto útil.
Si bien estos datos no jugaban a favor de Lobato, el ya exsecretario general de los socialistas madrileños sí tenía un argumento positivo: era secretario general desde noviembre de 2021 y sólo se presentó a unas elecciones, en las que mejoró 1,74 puntos el resultado de su antecesor. Sánchez también ha crecido en Madrid en las últimas dos generales, pero sólo 0,97 puntos, menos de lo que creció Lobato.
Lambán pierde valor
El secretario general de los socialistas en Aragón y expresidente de la comunidad, Javier Lambán, ya ha comunicado que no tiene intención de presentarse a las primarias. La duda ahora es qué camino seguirá el partido, si optará por una vía continuista o si Ferraz impondrá a su candidato.
Lambán es uno de los barones más críticos dentro del PSOE con Pedro Sánchez y con las distintas políticas que el presidente del Gobierno ha impulsado a favor de los independentistas catalanes. Todo apunta a que Ferraz presentará a la ministra portavoz, Pilar Alegría, de la confianza absoluta de Sánchez y que ya está allanando el camino para su candidatura.
A nivel electoral, los votantes aragoneses del PSOE apoyan a su partido de una forma similar tanto en autonómicas como en generales. Sin embargo, ha habido dos comportamientos distintos en 2019 y 2023, años en los que se celebraron generales y autonómicas.
En 2019, el PSOE autonómico gozaba de buena salud. En las autonómicas, Lambán obtuvo el 30,81% de los votos y, en las generales, Sánchez no llegó al 30% en España, pero sí lo superaba en Aragón. Esto apunta a que la gente votaba al PSOE en las generales porque era de Lambán y la papeleta de Sánchez no lastraba al partido.
Pero en 2023 la cosa cambió. El apoyo a Lambán bajó y el apoyo a Sánchez subió en Aragón. Ese año, el PSOE obtuvo en las generales un resultado por encima del 30%, tanto en el conjunto de España como en Aragón. Pero en las autonómicas del 28-M, dos meses antes, Lambán cayó por debajo del 30%.
Esto significa que en 2019 Lambán tiraba de la marca del PSOE en Aragón, y Sánchez, que aún no había aprobado leyes polémicas como la de la amnistía, servía como complemento. Pero las tornas han cambiado y los votantes del PSOE en Aragón han acabado mostrando mayor apoyo a Sánchez que a su barón autonómico.
Tudanca a la baja
Castilla y León es uno de los lugares donde más clara se ve una diferencia entre el voto en generales y autonómicas. Mientras que a nivel autonómico el partido firma resultados cada vez peores, en las generales mejora.
En las elecciones autonómicas de 2019, el PSOE obtuvo el 34,82% de los votos. Pero en las de 2022, cayó al 30,05%, 4,79 puntos menos. En las generales, sin embargo, el PSOE ha pasado de recibir el 31,27% de los votos de Castilla y León en las de noviembre de 2019, al 32,34% en las de julio de 2023. Ahí la subida es de 1,07 puntos.
Además, Sánchez ha obtenido mejores resultados en la comunidad autónoma que en el resto de España en las tres últimas elecciones generales. Aunque las variaciones son de pocos puntos, las tendencias demuestran que los votantes socialistas de Castilla y León son más fieles a Sánchez que a su secretario general autonómico, Luis Tudanca.
El pasado mes de octubre, Tudanca se enfrentó a la dirección federal al convocar las primarias del PSOE en Castilla y León antes del Congreso Federal, algo que Ferraz había prohibido y que frenó en seco.
La dirección nacional del PSOE interpretó este movimiento como un intento de mantenerse en el poder y, aunque todavía nadie ha alentado una candidatura alternativa a Tudanca, todos dan por hecho que habrá un intento de sucesión.
La fortaleza de los presidentes
El Congreso Federal también será el pistoletazo de salida para los congresos territoriales en aquellas comunidades autónomas donde el PSOE gobierna: Castilla-La Mancha, Asturias, Cataluña y Navarra. Aquí no se espera que haya renovaciones, porque hay un pacto no escrito que dice que al presidente de una comunidad no se le ponen problemas para liderar el PSOE de su federación.
Sin lugar a dudas, los más fuertes son Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) y Adrián Barbón (Asturias). Recientemente se les ha unido Salvador Illa (Cataluña), pero María Chivite (Navarra) está más débil porque depende de pactos para gobernar.
Empecemos por Page. En las dos elecciones autonómicas que ha habido desde 2019, el presidente se ha mantenido por encima del 44% de los votos en ambos casos. En las generales, sin embargo, el apoyo a Sánchez en Castilla-La Mancha estuvo entre el 32% y el 34%.
Si bien Sánchez obtiene mejores resultados en la comunidad que en el conjunto del país, estas cifras indican que la candidatura de Sánchez lastra las aspiraciones del PSOE y que, cuando él no está en la papeleta y sí está Page, el porcentaje de voto a los socialistas crece.
Algo muy similar pasa en Asturias, aunque con un margen de apoyo menor a Adrián Barbón. En las dos elecciones autonómicas desde 2019, la candidatura de Barbón ha estado siempre por encima del 35% de los votos. Sánchez, en cambio, ha sido votado por entre el 33% y 34% de los asturianos: Barbón recibe más apoyos que Sánchez.
En Cataluña, el PSOE ha sufrido un incremento de los votos notable, tanto en las elecciones autonómicas como en las generales. En 2021, Salvador Illa obtuvo el 22,7% de los votos, cifra que creció hasta el 27,96 en las del pasado mes de febrero.
El crecimiento ha sido aún mayor en las generales. Sánchez obtuvo en los comicios de noviembre de 2019 el 20,5% de los votos de los catalanes, ocho puntos por debajo de su resultado nacional. Pero en 2023 aumentó hasta el 34,47%, 14 puntos más.
Aquí se refleja que el tándem Sánchez-Illa funciona bien en Cataluña, especialmente para las elecciones generales. Y para el PSOE esto es de suma importancia, porque esta comunidad supone una de sus principales inyecciones de escaños.
En cuanto a Navarra, la situación de la presidenta María Chivite es muy distinta. Aunque los votos que recibe en las elecciones son suficientes para gobernar en coalición, lo cierto es que la marca nacional del PSOE tira mucho más en ese territorio.
En las últimas elecciones forales, Chivite obtuvo un 20,7% de los votos. En las últimas generales, Sánchez obtuvo en Navarra un 27,37%. Sánchez es más votado en Navarra que Chivite. Sin embargo, su porcentaje de apoyo ahí es menor que en el conjunto de España, donde llegó al 31,68% en esas mismas generales de 2023.
Otras comunidades
Islas Baleares. El PSOE de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha empeorado sus resultados autonómicos, pero la marca del PSOE en las generales ha mejorado en las islas. Eso indica que los socialistas están más movilizados a favor del PSOE en el voto nacional que en el autonómico.
Islas Canarias. El ministro de Política Territorial y líder del PSOE canario, Ángel Víctor Torres, ha visto cómo su apoyo ha ido cayendo en las elecciones autonómicas, mientras que el voto en clave nacional ha aumentado. Sin embargo, al igual que Francina Armengol, cuenta con el absoluto apoyo de Pedro Sánchez.
Cantabria. Aunque el apoyo al PSOE en Cantabria es relativamente bajo en comparación con otros territorios, está sufriendo un leve repunte. De todas formas, la marca nacional sigue pesando más: en las últimas elecciones generales, uno de cada tres cántabros votó al PSOE; en las autonómicas fueron dos de cada diez.
Extremadura. El voto en elecciones autonómicas ha caído en picado, del 46,73% al 39,9% en las dos últimas elecciones, mientras que el voto en clave nacional ha crecido levemente. Esto situaba en desventaja al anterior secretario general, Guillermo Fernández Vara.
El nuevo secretario general, Miguel Ángel Gallardo, no es del gusto de Ferraz y en este territorio podría haber tensiones. Sin embargo, ya ganó en las primarias al candidato de la dirección federal y una nueva derrota sería un duro golpe para Sánchez.
Galicia. El candidato del PSOE gallego, José Ramón Gómez Besteiro, obtuvo unos resultados nefastos en las elecciones autonómicas de este año. El voto al PSOE en las generales también ha caído. Sin embargo, en Ferraz achacan los malos resultados autonómicos a que no dio tiempo a conocer a su candidato. Su puesto no parece peligrar.
Murcia. El voto autonómico está cayendo notablemente y el voto nacional creciendo apenas unas décimas. Habrá que ver qué sucede, pero los resultados no avalan a la actual dirección autonómica: en Murcia no funcionan ni el candidato autonómico ni Pedro Sánchez.
País Vasco. De nuevo se ve una prioridad del voto útil en generales y una mayor dispersión en el autonómico. En las dos últimas elecciones vascas, los socialistas de Euskadi obtuvieron entre el 13% y el 14% de los votos. En las dos últimas generales, Sánchez creció del 19,21% al 25,27%, una tendencia mucho mayor.
La Rioja. Los riojanos votan al PSOE más en generales que en autonómicas. La federación ha perdido casi siete puntos entre 2019 y 2023, y a nivel nacional ha crecido poco, pero se sitúa por encima.
Comunidad Valenciana. Es llamativo que en las tres últimas elecciones generales el voto al PSOE a nivel nacional y sólo en la Comunidad Valenciana se ha comportado exactamente de la misma forma, arrojando resultados que varían sólo por décimas.
La tendencia ha sido al alza, aunque la marca tiene más tirón en generales que en autonómicas.