El Gobierno vino sin papeles y el PP no quiso negociar: el Ejecutivo canario indignado por un nuevo fracaso con los menas

"El Gobierno vino sin papeles y el PP no quiso negociar": el Ejecutivo canario indignado por un nuevo fracaso con los menas Ilustración: Tomás Serrano

Política CRISIS MIGRATORIA

"El Gobierno vino sin papeles y el PP no quiso negociar": el Ejecutivo canario indignado por un nuevo fracaso con los menas

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A la reunión nadie llegaba con verdadera esperanza de acuerdo migratorio: dos ministros del Gobierno de España (PSOE y Sumar); el presidente (CC) y el vicepresidente (PP) de Canarias; el de Ceuta (PP); y el portavoz parlamentario y la vicesecretaria de Igualdad del Partido Popular. 

Ángel Víctor Torres y Sira Rego, "sin papeles"; Miguel Tellado y Ana Alós con uno solo; y los líderes autonómicos, "con el mismo problema" a la entrada y a la salida de un nuevo fracaso en la negociación para la reubicación de los menas que se "hacinan" en las islas y la Ciudad Autónoma, "pero agravado" tras siete meses infructuosos.

Pasadas las horas, y ya de vuelta en Canarias, la sensación en el seno del Ejecutivo insular era de "indignación". Por un lado, con el Gobierno de Pedro Sánchez, por "no haber traído ninguna propuesta, después de dos meses" desde la última reunión. Y por otro, con la postura del PP, al que acusan de "falta de cintura" para "querer negociar" un acuerdo.

El problema es que en Canarias también gobiernan los populares, y uno de los presentes en la reunión era Manolo Domínguez, en su doble condición de vicepresidente en las islas y de miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP. Tamién, que en Ceuta, el presidente es un histórico popular, Juan Jesús Vivas. Y que los dos regresaron con las manos vacías y "sin esperanza cierta" de que haya manera de salir "de un bucle que ya dura siete meses".

La reunión

Varias fuentes presentes en la reunión explican a este diario cómo se desarrolló el encuentro, que duró unas dos horas, y se celebró en una de las salas de la Delegación del Ejecutivo canario en Madrid, en la calle Fernanflor, 8; junto al Congreso.

Los ministros no trajeron ninguna propuesta, es más, sostuvieron que su política migratoria actual "es la acertada". Los negociadores del PP se soliviantaron ante tal afirmación, y advirtieron de que, en esas circunstancias, a lo único que estaban dispuestos era a ofrecer al ministro Torres que se adhiriera al acuerdo firmado en septiembre por Alberto Núñez Feijóo, "en nombre de 14 gobiernos autonómicos", y por Fernando Clavijo.

Ahí sentado, el presidente canario se sentía atrapado, como el líder de un país en el que otros dos se hacen la guerra... lo mismo que el ceutí Vivas.

El pasado mes de julio, el PP y las CCAA que gobierna aceptaron un acuerdo de reparto de apenas 347 de los menas que ya "sobreocupaban" Canarias y Ceuta. Fue un gesto de buena voluntad más que de solidaridad, porque no aliviaba "en nada" la situación de los dos territorios receptores. Pero tuvo dos consecuencias: por un lado, "poner la pelota en el tejado del Gobierno", y por otro, que Vox rompiera los ejecutivos autonómicos de coalición con los populares.

Ahora, el Gobierno siente que está en ventaja, porque puede acusar a los populares de plegarsse a la última amenaza de Vox, la de no negociar los Presupuestos en esas regiones. Y los presidentes de Canarias y de Ceuta se ven debilitados, es decir, sin soluciones a la "emergencia migratoria" que sufren y sin herramientas de presión ante la Conferencia de Presidentes del viernes que viene.

En julio, fuentes oficiales del partido de Feijóo advirtieron a Sánchez que, si quería un pacto global, tenía que "cambiar su política migratoria". Y confesaron a este periódico que el PP estaba "satisfecho" con lo acordado y "dispuesto" a afrontar "con más orgullo de principios que preocupación por la gobernabilidad" la decisión del partido de Santiago Abascal.

"Y desde entonces, nada ha cambiado", explica un dirigente popular tras la reunión fracasada de este jueves. "Ni hemos cambiado nosotros, que seguimos exigiendo lo mismo; ni ha cambiado el Gobierno, que sigue sin ofrecer nada".

Un avance y una bronca

En un momento de la reunión, el ministro Torres planteó que el Gobierno podría negociar alguna de las condiciones que pone el PP, siempre que antes los populares dieran sus votos para aprobar el artículo 35 de la Ley de Extranjería. 

A eso, los negociadores del PP respondieron que "esa reforma ya se votó, en julio en el Congreso, y salió que no, porque no llegasteis a un acuerdo con vuestros socios de Junts".

Es decir, algo así como queridos ministros, que nosotros no somos aliados de Sánchez, y que ni nuestro electorado nos pide pactar nada con vosotros, ni ponéroslo fácil, porque no nos fiamos, y mucho menos os daremos un cheque en blanco.

Sí hubo un pequeño avance y acercamiento de posturas en un punto: por fin se fijó un criterio para el reparto de los menores y la financiación. Todas las partes acordaron tomar como referencia lo acordado en la Conferencia Sectorial de marzo de 2020.

"Entonces, había en España unos 9.000 menas", explica uno de los presentes en la reunión. "Esa es la cifra que se toma como base del 100% que tienen que tutelar y financiar las Comunidades Autónomas. Hasta el 150%, es decir, 13.500 menores, los tutelarían las CCAA pero pagaría el Estado. Y de ahí en adelante, el Gobierno debe buscar todos los recursos y poner la tutela y los fondos".

Pero ese paso, que era concretar por fin lo avanzado en la reunión secreta de agosto, se truncó pronto.

Tellado y Alós adujeron dos motivos concretos para no tener confianza en Pedro Sánchez, más allá de "los que da la experiencia".

Uno, que el PSOE pactó con Junts la "cesión integral" de la política migratoria, y Salvador Illa acaba de anunciar que eso llegará "pronto". Y dos, que el PSOE quiere pactar la reforma de la Ley, pero acaba de cambiar por su cuenta el Reglamento de la misma para regularizar a 900.000 inmigrantes sin papeles "y nos enteramos por el periódico".

En ese momento, ya había pasado una hora de reunión, y la tensión se apoderó del debate, que pasaba a ser una bronca, con canarios y ceutíes de espectadores.

El PP no acepta ese pacto con el partido de Carles Puigdemont porque, dicen las fuentes, es tanto como sacar a Cataluña de este reparto. "Y si hay que ser solidario porque el problema es de todos, no es de todos menos uno". Además, los populares no ven con buenos ojos que se les pidan los votos por un lado y se decida unilateralmente por el otro, para regularizar a casi un millón de personas, "sin debate ni criterio".

A eso, los representantes del Gobierno contestaron que la política migratoria es la adecuada. Que el PP debe aceptar la reforma de la ley porque "la situación ya es de emergencia" y se agravará "mientras sigan llegando" más migrantes. Y que los populares tienen que entender que "hay que hacer estructural la solución a un problema que lo es".

"Cambie de opinión"

Tellado y Alós estuvieron a punto de levantarse. En ese momento, concluyeron que, efectivamente, el Gobierno no está dispuesto a rectificar unas políticas que, en opinión del PP, "son las causantes de la emergencia".

¿Va a pedir Pedro Sánchez el despliegue de Frontex en El Hierro para disuadir la llegada de más cayucos y pateras? No, porque Torres defiende que Frontex ya está desplegado. Aunque lo que hay es el dispositivo general de apoyo a las patrulleras de los países de origen y tránsito, no los 3.000 agentes que ofreció el director general de la agencia de la UE el pasado septiembre en el Parlamento Europeo.

¿Va a solicitar el Gobierno la activación del Mecanismo Voluntario de Solidaridad para reubicar menas también fuera de España? No, "aunque lo ofreciera Ursula von der Leyen, que es del PP Europeo", al menos hasta que no haya un acuerdo en España en el que el PP vote a favor de la reforma de la Ley de Extranjería, como exige Moncloa.

¿Va a declarar la emergencia migratoria? No, porque el Gobierno alega que "no es jurídicamente viable". Pero el PP responde que "ya la declararon, pero sólo para los migrantes adultos, no para los menas"... lo que considera una prueba de que Sánchez sólo busca "romper el Gobierno canario, usando a los niños de rehenes".

En esas circunstancias, sólo quedaba escuchar a los verdaderamente afectados. Clavijo y Vivas ofrecieron fórmulas, como la convocatoria de una Conferencia Sectorial de Infancia, que el PP aceptó. El Gobierno no lo vio mal, pero no le puso fecha, por lo que no hay muchas opciones de que se haga antes de la Conferencia de Presidentes del próximo viernes 13, en Cantabria.

Fuentes populares aclaran que, si la ministra Rego convoca ese foro sectorial, los 14 consejeros del ramo que forman parte de sus ejecutivos regionales "defenderán el mismo pacto que ni ella ni Torres quieren firmar". Porque es lo negociado entre el PP, sus CCAA y la de Canarias.

"No vamos a dejar solas a las islas ni a Ceuta, queremos ser solidarios y nuestros gobiernos autonómicos lo han demostrado, pero Sánchez tiene dos caminos: o busca el apoyo de sus socios, que le han dado la espalda, o si busca el de la oposición, debe hacer autocrítica y cambiar de política... como cuando otros le imponen sus condiciones y él cambia de opinión".