La vicepresidenta María Jesús Montero, el pasado fin de semana en el Congreso del PSOE en Sevilla.

La vicepresidenta María Jesús Montero, el pasado fin de semana en el Congreso del PSOE en Sevilla. Europa Press

Política caso koldo

Montero admite 4 reuniones de su jefe de gabinete con Aldama porque "los ministerios tienen que reunirse con empresas"

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La vicepresidenta María Jesús Montero ha reconocido este domingo que su jefe de gabinete, Carlos Moreno, se reunió en cuatro ocasiones (entre diciembre de 2019 y mayo de 2021) con el empresario Víctor de Aldama, considerado por la Guardia Civil como el "nexo corruptor" de la trama Koldo que hizo negocios a la sombra de varios ministerios.

Montero ha justificado estos encuentros alegando que el Gobierno está para "ayudar a las empresas", aunque niega rotundamente que Moreno dispensara ningún "trato de favor" al cabecilla de la trama corrupta.

En su comparecencia voluntaria ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, Víctor de Aldama declaró que hizo un regalo de 25.000 euros al jefe de gabinete de Montero, Carlos Moreno, para que se comprara un piso, después de que mediara para que la Agencia Tributaria aplazara la deuda de una de las empresas de la trama. 

Y en un nuevo escrito dirigido el pasado miércoles al Tribunal Supremo, Aldama pidió al juez que reclame a Hacienda el expediente de dicha empresa, Pilot Real Estate, para comprobar la veracidad de estas afirmaciones.

Tras "poner la mano en el fuego" por su jefe de gabinete, la vicepresidenta admite ahora hasta cuatro encuentros de su número dos con Aldama, pero niega cualquier implicación delictiva. 

Preguntada por estos encuentros, en una entrevista que publica este domingo El Diario, María Jesús Montero argumenta que "los ministerios del Gobierno se tienen que reunir con empresas. El sector empresarial no puede tener un muro en el Gobierno por miedo a que alguien pueda sacar de contexto determinadas reuniones o determinadas conversaciones porque se quedarían sin ninguna interlocución dentro del Gobierno".

"Nosotros tenemos que ser un Gobierno abierto a la realidad, a los problemas que tienen los ciudadanos", abunda en el mismo sentido, "y estamos aquí, por supuesto, para ayudar a las empresas españolas, para ayudar a que puedan competir en otros mercados, para ayudar a que puedan crecer".

No obstante, advierte la ministra de Hacienda, "querer asimilar que todas las ayudas que el Gobierno hace al tejido productivo buscan una contraprestación a cambio, con mentiras, y falsedades, es una perversión de la política que nos tiene indignados".

En cualquier caso, la vicepresidenta del Gobierno niega rotundamente que su jefe de gabinete recibiera cualquier pago de la trama corrupta. Según recuerda, Carlos Moreno "ha anunciado acciones legales para defender su honor", por lo que espera que "la Justicia también diga qué tiene que hacer respecto a esto".

La agenda de Koldo

Y recalca al respecto: "Es evidente es que mi director de gabinete nunca, en ningún caso, tuvo ningún tipo ni de favor, ni de regalo, ni de contraprestación... Nada que se pudiera asimilar a un trato de favor a ninguna empresa".

EL ESPAÑOL ya desveló el pasado 23 de noviembre que la agenda de Koldo García (entonces asesor y hombre de máxima confianza de Ábalos en el Ministerio de Transportes) incluía cinco encuentros con Carlos Moreno: el primero celebrado el 18 de diciembre de 2019 y el último, una comida que tuvo lugar el 6 de mayo de 2021.

Las fechas son coincidentes con las reuniones del jefe de gabinete de María Jesús Montero que la vicepresidenta reconoce ahora, lo que sugiere que cuatro de estos encuentros podrían haberse celebrado a tres bandas: el comisionista Víctor de Aldama, Carlos Moreno y el asesor del Ministerio de Transportes Koldo García (quien estaba a sueldo de la trama corrupta).

Preguntada al respecto en la entrevista publicada este domingo, la vicesecretaria general del PSOE admite que pudo ser el entonces ministro José Luis Ábalos (o bien su asesor Koldo García) quien puso en contacto a Aldama con su jefe de gabinete, Carlos Moreno.

"No sé exactamente si el señor Ábalos", afirma al respecto, "el teléfono de mi director de gabinete lo tiene hasta el último alcalde de este país", agrega, "cualquier alcalde se pone en contacto con el ministerio y lo puede hacer a través de otros cargos o del director de gabinete para cualquier cuestión (...) desde un aplazamiento hasta un expediente que en un momento determinado le dice el ministerio correspondiente que está parado. Todas esas cuestiones son frecuentes".

Aunque en este caso, no fue ningún alcalde quien se reunió con el jefe de gabinete de la ministra sino, hasta en cuatro ocasiones, el cabecilla de la trama corrupta cuyos negocios a la sombra de varios ministerios investiga la Audiencia Nacional, y ahora el Tribunal Supremo (dada la condición de José Luis Ábalos de aforado). 

"Evidentemente", indica la vicepresidenta sobre la posibilidad de que Ábalos propiciara estos encuentros, "este Ministerio de Hacienda intenta facilitar el trabajo del resto de departamentos y es sencillo que mi director de gabinete se interese por cuestiones que un ministro nos puede trasladar y que pregunta, o que un alcalde, presidente de una comunidad autónoma o cualquier otra persona que tenga interés".

Pero, agrega, "habrá que demostrar que hay una relación de favor o un trato privilegiado respecto a una empresa. Y ya le digo yo que no lo hay".

La número dos del PSOE intenta cuestionar la veracidad de la confesión de Aldama ante el juez porque, afirma, no ha aportado ninguna prueba: "El señor Aldama hasta la fecha no ha entregado nada. Una tarjeta de visita. Entiéndame usted que la tarjeta de visita de un cargo de un alto cargo del Gobierno la tienen miles de personas".

Víctor de Aldama también ha señalado ante el juez que el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, le pidió a través de Koldo una mordida de 50.000 euros, como contrapartida por los contratos que había adjudicado a empresas de la trama desde el Gobierno de Canarias, pero el comisionista no accedió a este pago.  

Y en su último escrito dirigido el miércoles al Tribunal Supremo, Aldama asegura que alquiló varias veces un piso en Atocha (Madrid), para que el ministro Torres mantuviera "encuentros de diversa naturaleza" con otras personas, a las que no identifica.

Preguntada al respecto, la vicepresidenta María Jesús Montero señala que "la honestidad de Ángel Víctor Torres la avala el trabajo desarrollado en su Comunidad autónoma y su importante labor como ministro. Y si alguien está lanzando mentiras y bulos tendrá que demostrar que eso es verdad".

"En este país, se lamenta la número dos del PSOE, "está saliendo gratis que alguien para intentar defenderse en un tribunal, porque entienda que un caso puede ser mediático, le dé vuelo y hala, a señalar a determinadas personas sin ninguna prueba. Son absolutamente inocentes y tienen que ver su nombre en los periódicos arrastrado porque alguien que está, insisto, en la cárcel, tiene dos juicios abiertos".

Pero Aldama ya no está en la cárcel. A petición de la Fiscalía Anticorrupción, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz le concedió la libertad provisional, tras constatar que ha accedido a colaborar con la Justicia para desentrañar la trama corrupta conocida hasta ahora como caso Koldo

"Ángel Víctor Torres está absolutamente tranquilo respecto a esa acusación", insiste la vicepresidenta María Jesús Montero en la misma entrevista, "pero también indignado con que su nombre aparezca aquí, igual que me pasa a mí con el señor Carlos Moreno".

Y añade respecto a su jefe de gabinete: "Es que el nombre del señor Carlos Moreno no es el que aparece en los medios, es que aparece su nombre vinculado a mí. Me provoca sufrimiento que alguien, para intentar hacerme daño a mí o hacer daño al gobierno, utilice a un servidor público, a un colaborador estrecho, a una persona excepcional como es el señor Carlos Moreno. ¿A dónde vamos a llegar?"

Por último, la vicepresidenta de Hacienda niega conocer personalmente a Víctor de Aldama: "He leído en algún sitio que en un cumpleaños al que yo asistí, estaba él. Ni tuve ocasión de saludarlo, que yo recuerde, ni sé quién es. Jamás he hablado con él. Jamás he cruzado una palabra. O sea, es que no tengo nada que ver con este señor, ni conocía de sus negocios, ni conocía nada de lo que en este momento está contando en los tribunales".