Moncloa rechaza la cuestión de confianza y considera que Puigdemont busca subir el precio de los Presupuestos
El Gobierno asegura que el líder de Junts no romperá y explica que si quiere hacerlo debe apoyar una moción de censura de Feijóo.
Al Gobierno le ha cogido por sorpresa la petición de Carles Puigdemont de someterse a una cuestión de confianza. Pedro Sánchez y su equipo esperaban una intervención dura en vísperas de las negociaciones de Presupuestos, pero en ningún caso esperaban esa exigencia.
Fuentes de la Moncloa rechazan la posibilidad de que el presidente del Gobierno se someta a tal cuestión, entre otras cosas, porque podría perderla y eso supondría la dimisión inmediata de Sánchez.
Esas fuentes explican que si Puigdemont quiere acabar con el Gobierno de Sánchez debe sumarse a una moción de censura con PP y Vox y asumir esa responsabilidad.
Entienden en el Gobierno que el líder de Junts está marcando territorio y posición de máximos antes de abordar la negociación de los Presupuestos que, en todo caso, no se presentarán hasta bien entrado 2025.
Está en marcha la negociación de la senda de déficit y de asuntos atascados y pactados previamente con Junts como la cesión a Cataluña de las competencias de inmigración. El Gobierno daba por hecho que ambos asuntos podían estar listos antes de final de año, porque se negocia intensamente en diferentes ministerios.
Incluso, se apostaba con un cierre inmediato del acuerdo, aunque Junts quiere una “cesión integral” y el Gobierno se resiste a algunos detalles.
Pero, en todo caso, Moncloa explica que la negociación de la reforma fiscal fue un ejercicio de confianza y de protocolo de negociación entre las dos partes y, por eso, su optimismo sobre los Presupuestos. Aunque aún está por resolver la regulación del impuesto a las empresas energéticas.
Añaden que Junts siempre ha terminado por pactaren asuntos sobre los que ha lanzado firmes ultimátums. Por ejemplo, sobre decretos económicos y hasta por la senda de déficit que fue retirada para negociar. Entienden que ahora Puigdemont aprovecha la posición de cierta debilidad política de Sánchez para subir el precio de esa negociación, como posición de partida.
El líder de Junts tiene también pendiente que el Tribunal Constitucional facilite su amnistía y, por eso, necesita presionar a Sánchez.
El Gobierno reafirma que la voluntad de Sánchez es seguir con la legislatura hasta 2027, haya o no Presupuestos.