La ausencia del diputado Lorenzo por un "problema familiar" pone en riesgo la recaudación de 1.500 millones
- El secretario general del PSOE de Almería no estuvo en la votación sobre el impuesto del 7% a la producción eléctrica y su voto era clave.
- Más información: El nuevo acuerdo de PP y Junts contra un impuesto deja al Gobierno otra vez en minoría y en el aire sus ingresos fiscales
El Gobierno se ha metido de nuevo en un lío parlamentario que mezcla a sus socios y un impuesto. Un diputado del PSOE, Juan Antonio Lorenzo, se ausentó este lunes, por "problemas familiares", de una votación clave para evitar que decaiga el impuesto del 7% a la producción eléctrica y, ahora, el Ejecutivo tendrá que ceder ante ERC o PNV para que cambien su posición.
Si el Gobierno no consigue convencer a sus socios, algo complicado de lograr porque tendrían que retractarse, el Ministerio de Hacienda estima que las arcas públicas dejarían de ingresar 1.500 millones de euros. Ante esto, el PSOE ha multado con 1.200 euros a Lorenzo por no estar presente en la votación.
El problema comenzó el lunes durante la tramitación en el Congreso del Proyecto de Ley que regula el Régimen del Comercio de Derechos de emisión de gases de efecto invernadero. Por la tarde se reunió la ponencia designada en la Comisión de Transición Ecológica para debatir la norma y PP y Junts llegaron a un acuerdo para suprimir dicho impuesto a través de una enmienda transaccional.
El Gobierno tiene derecho a vetar aquellas iniciativas o enmiendas que considere que supondrían una afectación grave a la recaudación de las arcas públicas. Es el caso de esta supresión, y Hacienda envió el escrito en el que justificaba el veto argumentando que se dejarían de recaudar los 1.500 millones de euros.
Sin embargo, la Mesa de la comisión puede apreciar que el Gobierno no ha justificado correctamente su derecho a veto y podrá rechazar la disconformidad del Ejecutivo. Esto no suele pasar, ya que las mesas de las comisiones suelen estar controladas por el Gobierno, pero esta vez no fue así.
Según explican fuentes parlamentarias, el diputado socialista Juan Antonio Lorenzo, secretario primero de la Mesa de la comisión, no estuvo presente durante la votación del veto, lo que provocó un empate: dos votos a favor del PSOE y Sumar, y dos en contra del PP. Por lo tanto, el veto no prosperó.
Fuentes cercanas al diputado socialista explican a este diario que Lorenzo, que es secretario general del PSOE de Almería, no pudo estar en Madrid por "un problema familiar" que le obligó a trasladarse a otra provincia de Andalucía. Aseguran las fuentes que, de no ser así, habría estado en la comisión "como siempre acude a estas cuestiones".
Ante esto, el PSOE ha multado con 1.200 euros a Juan Antonio Lorenzo. La formación ha decidido imponer dos sanciones económicas de 600 euros, cada una de ellas por las dos votaciones en las que no participó el diputado.
Pero el hecho es que el Gobierno ha perdido su oportunidad de veto porque, según el artículo 111 del Reglamento del Congreso de los Diputados, ya no puede volver a intentarlo durante su tramitación.
"Revertir" la enmienda
Según explicó este martes el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, el Proyecto de Ley está "en una fase temprana" de su tramitación y su partido va a intentar "revertir o condicionar esa decisión". "Se ha hecho a través de una enmienda que nada tiene que ver con lo que era el objetivo", denunció y aseguró, en varias ocasiones que "el trámite sigue e intentaremos revertirlo".
Poco después de las declaraciones de Patxi López, la Mesa de la comisión se volvió a reunir para desconvocar la reunión de dicha comisión, donde se abordaría la anulación del impuesto. Esta reunión se iba a celebrar el jueves y se ha aplazado sine die.
Con este movimiento, el Gobierno ha pasado a bloquear la tramitación parlamentaria para poder encontrar esa fórmula que permita "revertir" la situación. Se trata de una maniobra similar a la que sucedió la madrugada del pasado 19 de diciembre, cuando la comisión de Hacienda tuvo un receso de más de cuatro horas para que al Gobierno le diera tiempo a negociar con sus socios y así salvar parte de su "reforma" fiscal.
El PP mandó este martes un escrito a la Mesa de la comisión denunciando que PSOE y Sumar están buscando "revertir un resultado democrático que le ha sido adverso". En el texto, al que ha tenido acceso este diario, los populares denuncian que se trata de una suspensión "antirreglamentaria del procedimiento" y que "sólo tiene una lectura política, que no es otra que la de 'ganar tiempo para recomponer la mayoría'".
"Cada día es más palpable la debilidad de este Gobierno de mayorías coyunturales que debe ir construyendo casi a diario. A cambio de lo que sea", critican los populares.
El voto particular
Según explican diversas fuentes socialistas, hay varias fórmulas para intentar que la supresión del impuesto a la producción eléctrica no entre en vigor y estas están siendo exploradas por el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas. De momento, la que más enteros gana es la de presentar un voto particular.
Las fuentes explican que los distintos partidos pueden plantear un voto particular "para quitar cosas que se han introducido durante el trámite". "Es básicamente decir que quieres que se revierta una cuestión que se ha aprobado y puede anular la enmienda, pero el voto particular también se tiene que votar", comentan.
Es en esta última parte donde radica la complejidad para el PSOE. La iniciativa pactada por el PP y Junts cuenta también con el apoyo de Vox, ERC y PNV, y para que el voto particular triunfe, uno de los socios tiene que cambiar de opinión. Para el PSOE, además, es importante hacerlo en la comisión, ya que si llega a avanzar el trámite y acaba en el Pleno, ahí el PP, Vox y Junts tendrían mayoría para aprobar lo que consideren.
Aunque cualquier socio le valdría, el PSOE concentrará sus esfuerzos en convencer a ERC y se centrará en argumentar que no se le puede pedir al Gobierno central una mayor inversión en Cataluña si por otro lado se frena la recaudación. "Para llegar a un acuerdo hay tiempo", dicen desde el PSOE, pero también asumen que tendrán que dar algo a cambio.