El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, este miércoles en la Comisión de Cultura del Senado.

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, este miércoles en la Comisión de Cultura del Senado. Efe

Política

De "compromiso familiar" a "voy como ministro": Urtasun justifica ir al circo y no a Notre Dame porque es su "obligación"

Publicada
Actualizada

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha respondido este miércoles en el Senado a las reiteradas preguntas de los grupos sobre su ausencia en la reapertura de la catedral de Notre Dame en París: "Voy al circo como ministro porque es mi obligación. A veces se hacen chistes sobre si voy al circo, es una gran actividad cultural, disculpen ustedes".

En un primer momento, Urtasun declinó la invitación (que era personal y no delegable) del Gobierno francés alegando un "compromiso familiar", sin dar más explicaciones. Ahora, tres días después, el ministro de Cultura dice que ir al circo es "su obligación". La recepción en la catedral francesa tenía lugar mientras Urtasun asistía en Madrid a Circlassica, la función del Circo Mundial, en el recinto ferial de Ifema. 

Esa función de acrobacias, payasos y malabares lleva en escena desde el 31 de octubre y seguirá hasta el 12 de enero.

Algunos grupos políticos, como Junts, han afeado al ministro su plantón y el dirigente de Sumar ha añadido que Notre Dame es un "gran lugar europeo" y ha dejado claro que no tenía intención de "avivar más la polémica". Ha insistido en que no acudió a la reapertura de la catedral por un motivo "estrictamente de agenda", y así lo había excusado. 

Mientras, el senador de Junts Francesc Ten Costa ha ironizado sobre la respuesta del ministro y ha dicho que aunque a él le gusta el circo tradicional y contemporáneo, no tiene alergia a las catedrales "ni la tendría a los actos institucionales".

"Vergüenza"

La ausencia de Urtasun y el Gobierno suscitó el fin de semana las críticas de la oposición. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, la calificó cómo "una vergüenza para nuestro país", especialmente porque el acto del sábado se celebró con la asistencia de decenas de dirigentes internacionales, como el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

Además de 150 obispos de todo el mundo, asistieron entre otros la primera dama estadounidense, Jill Biden, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni o el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que fue recibido previamente en el Elíseo junto a Trump por el presidente francés, Emmanuel Macron.