Ministros de PSOE y UCD, asombrados por los fastos de Sánchez contra Franco: "Lo que debe celebrar es la Transición"
- Una amplia mayoría de los ministros de Suárez y González coinciden: "Lo que acabó con el franquismo fue la Transición. Es mentira que la libertad llegara en 1975".
- Más información: Pedro Sánchez anuncia un centenar de actos en 2025 para conmemorar los 50 años de la muerte de Franco.
Ironía, asombro, indignación, desconcierto. Es difícil resumir en una frase la reacción de la mayoría de ministros de UCD y del PSOE en la etapa de Felipe González al conocer los fastos de Pedro Sánchez para conmemorar la muerte de Franco.
Muchos de ellos, que estaban esperando al informativo de las nueve de la noche, se enteraron por la llamada de este periódico: "¿Está usted seguro de lo que dice? (...) ¡Cien actos! ¿Nos hemos vuelto locos? (...) ¡Pero cómo van a hacer eso! (...) Otro torpedo de Sánchez a la Transición".
"España en libertad" es el eslogan fabricado por Moncloa para celebrar la muerte del dictador a lo largo de todo 2025, cuando se cumplirá medio siglo de aquel 20 de noviembre de 1975.
El problema de la efeméride –coinciden los entrevistados que pasaron por el Consejo de Ministros en la Transición– es tanto de ignorancia histórica como de sectarismo.
Porque, a lo largo de todo ese 2025, los actos de Sánchez sobre la "libertad" irán coincidiendo paulatinamente con efemérides muy oscuras del último año de dictadura, como por ejemplo los fusilamientos de Hoyo de Manzanares. España, al morir Franco, no era ni mucho menos un país libre.
Además, celebrar la muerte del dictador como un logro –inciden– tiene otro problema: Franco nunca fue derrotado. Murió en la cama y su féretro recibió el homenaje de millones de españoles. "A Franco lo matamos de muerte natural", escribió Umbral.
Lo que sí resultó derrotado fue el franquismo –posibilitado por el fallecimiento del dictador– "a través de la Transición". "Eso es lo que hay que celebrar y conmemorar, la Transición". Lo primero fue una circunstancia biológica; lo segundo, una operación política consensuada entre los reformistas y los que llegaban desde la clandestinidad.
Tanto los socialistas como los ucedistas que conversan con EL ESPAÑOL reiteran que la "maniobra propagandística" de Sánchez –así la describen– es, en el fondo, la culminación de un proceso que socava paso a paso los cimientos de la Transición.
Se refieren al último Congreso federal, donde se ocultó deliberadamente la labor de Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo como presidentes del Gobierno durante la Transición. En el vídeo oficial, se pasaba de la imagen de Franco a la de Felipe González.
Rafael Arias-Salgado fue uno de los ministros más cercanos a Suárez. Es él quien utiliza la frase "otro torpedo a la línea de flotación de la Transición". Dice: "Uno de los elementos no escritos pero sí formulados en el pacto constitucional fue dejar la Historia a los historiadores y no introducirla en el debate político".
José Manuel Otero Novas, que también fue ministro de la Presidencia con UCD, resume: "La libertad no llegó en 1975 con la muerte de Franco, sino de manera paulatina durante eso que llamamos Transición. La muerte de Franco permitió pasos importantes, pero no es cierto decir que la libertad se consiguiera entonces". Otero Novas califica los fastos de Sánchez como "un síntoma de debilidad", como una campaña propagandística.
Enrique Sánchez de León, primer ministro de Sanidad de la Democracia, define la muerte de Franco como "el pistoletazo de salida a la institucionalización de la Democracia". Pero no sale de su asombro al conocer el lema "España en libertad" referido a 1975: "El régimen, pese a su decadencia, era muy fuerte en la Administración, los medios y las fuerzas de seguridad del Estado".
"En 1975, tras la muerte de Franco, estaba ahí enquistado y resultó muy difícil desmontarlo. ¡Pero cómo que libertad en 1975! Basta haberlo vivido para darse cuenta del tremendo error. En 1975, el dictador murió en la cama, en un hospital", concluye Sánchez de León.
Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona, que desempeñó la cartera de Educación con Suárez, reacciona con ironía: "¡Joder! Me recuerda a eso de los '25 años de paz' que se inventó Fraga para conmemorar la victoria de Franco en la Guerra Civil".
Dice que en España "existe una tendencia arraigada a inventarse celebraciones propagandísticas basadas en el pasado para festejar la situación del presente y dar lustre al que manda". "Me parece penoso", resume.
"La fecha de la muerte de Franco no debería ser la conmemoración esencial. Lo importante fue la Transición, el diálogo y el consenso entre todos. La Constitución fue el hito más señalado y ahí debería volcarse España", reitera Díaz Ambrona.
Eduardo Sotillos fue el primer portavoz del gobierno de Felipe González. Recientemente, en una entrevista con este diario, denunció que el PSOE actual estaba borrando muy malintencionadamente la imagen de Suárez. De ahí que no le sorprendiera que eso volviera a suceder en el Congreso federal de Sevilla y que tampoco se le perciba atónito por los fastos sobre la muerte de Franco: "Es todo un poco... Forma parte de una evidente campaña propagandística".
Dice que en 1975 –hacía tiempo que ya trabajaba como periodista– "todavía no se habían recuperado las libertades" y que hablar de "España en libertad" para referirse a aquel año es "forzar la máquina".
"Me parece mucho más urgente que se trate de recuperar el espíritu de concordia, que ya no brilla en los actos del Día de la Constitución. El acto central de las conmemoraciones españolas debería ser sin duda la Constitución", añade.
Virgilio Zapatero, uno de los ministros más cercanos a González, articulista de este periódico, dice: "Sánchez podría utilizar todo ese esfuerzo para celebrar los aniversarios de la Constitución. Podría, por ejemplo, entregarse así para que la Constitución se enseñe como merece en las escuelas".
Julián García Vargas, ministro de Sanidad y Defensa con González, se muestra parco pero contundente: "La muerte de Franco no supuso la libertad inmediata. Hubo de llegar un proceso de consenso muy arduo que fue la Transición. Eso es lo que debemos conmemorar; el consenso más extraordinario que ha habido en España".
Rosa Conde, ministra portavoz también con González, habla de "desconcierto": "La libertad no vino con la muerte de Franco. La libertad vino porque hubo una serie de responsables políticos que pusieron todo de su parte para culminar la Transición. ¡Recordemos la Transición!".