La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, durante su intervención en el Congreso.

La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, durante su intervención en el Congreso. Efe

Política CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Nogueras pone deberes a Sánchez: 'Muevan el culo, paguen lo que deben a Cataluña y dejen de cosernos a impuestos'

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Junts amaga pero no rompe. La portavoz de los posconvergentes en el Congreso, Míriam Nogueras, ha lanzado este miércoles un nuevo recado a Pedro Sánchez y el PSOE, con los que lleva semanas demostrando más choques que acuerdos. Solamente esta semana, los siete diputados de Carles Puigdemont han brindado al Gobierno dos sustos de muerte, el acuerdo con el PP para suspender el impuesto del 7% a la producción eléctrica y la derrota parlamentaria de la ley sobre los testamentos vitales.

"Nosotros hacemos lo que nadie se atreve, exigirles que muevan el culo y que hagan el trabajo que tienen que hacer", ha espetado Nogueras al presidente del Gobierno en su primera intervención. "Están en números rojos, señor Sánchez: dejen de cosernos a impuestos, paguen lo que deben y traspasen las competencias acordadas. Saben que no vamos de farol", ha amenazado.

El clima de confrontación que vive cada miércoles el Congreso es apabullante. Tanto es así que alguno de los diputados del PP se reía ante las faltadas de Nogueras y su "paguen lo que deben", en referencia tanto a los acuerdos de la ley de amnistía como la cesión de las competencias en inmigración, un pacto que están muy cerca de cerrar pero que siempre se resiste en el último minuto.

Sobre esto último quedan todavía algunos escollos, como que Junts pretende que se cedan asuntos como los permisos de larga y corta duración, órdenes de expulsión, control de fronteras o reagrupamiento familiar y el Gobierno es reticente a algunos de ellos. 

Nogueras se ha referido este miércoles a otras reivindicaciones no tan relacionadas con la alta política, sino que tienen más que ver con su propia pugna regional con ERC. Ahí están viejas reivindicaciones de los republicanos que los posconvergentes intentan hacer suyas desde hace tiempo, como evitar que Europa se inmiscuya en la pesca catalana o agilizar la ley de multirreincidencia.

No son temas en los que quiera entrar Sánchez, y menos en una semana en que las relaciones están resentidas entre él y sus socios. Así, el presidente ha evitado entrar al cuerpo a cuerpo con Nogueras —no lo hace desde la legislatura pasada— y se ha limitado a decir que el Gobierno "va a cumplir con todos sus compromisos, que son públicos y transparentes".

Precisamente este miércoles, en cuanto termine la sesión de control al Gobierno, el PSOE tendrá que buscar a contra reloj un acuerdo con los partidos sobre el impuesto que grava los beneficios extraordinarios de las energéticas. Su situación es complicada, dado que hace unas semanas prometieron a Podemos una ley que Junts y PNV rechazan.

Entrevista esta mañana en Radio Nacional, la portavoz duda de que se vayan a negociar los Presupuestos Generales del Estado y ha desvelado que el Gobierno no se ha puesto en contacto con su formación para hablar sobre ellos. "Tampoco nos sentaremos a hablar hasta que no se pague lo que se debe a los catalanes", ha asegurado.

Tensiones

La coalición de Gobierno está necesitada de socios, sobre todo desde que salió del verano enfrentada a derecha e izquierda con todos sus antiguos aliados. Los portavoces de varios grupos del bloque progresista llevan intentando revertir la situación, al menos la inmediata, desde que el lunes por la noche se fijaron en que los diputados del PP, en especial Guillermo Mariscal, no paraba de entrar y salir de la ponencia que estudiaba la ley energética.

Al rato se constató que el PP y Junts habían pactado una enmienda para eliminar el impuesto a la producción eléctrica. El PSOE intentó frenar la votación sin éxito, dado que uno de sus portavoces no estaba en el Congreso ese día. Ahora buscan a la desesperada fórmulas para revertir la medida en contra del criterio de algunos aliados, como ERC, que se niegan a apoyar esa marcha atrás. 

Seguidamente, la derrota de este martes fue el último susto de PNV y Junts, que ya dejaron ver sus cartas el lunes al pedir a Sánchez que se sometiera a una cuestión de confianza. Se trata, y así está siendo la tónica de la legislatura, de poner distancia con los partidos de Gobierno sin llegar a derrocarlos del todo. 

Las tensiones de este tipo llevan aumentando desde la llegada del otoño, siendo especialmente visibles durante la truculenta y caótica negociación de la reforma fiscal que mantuvo al Congreso bajo arresto una semana entera.