Comienza la Conferencia de Presidentes sin ninguna expectativa de acuerdo sobre migración ni financiación
- El Gobierno no ha preparado la reunión con las CCAA, que no tenían orden del día anoche. "No hay un documento que sirva de punto de partida", y el formato impide el debate, tras las intervenciones de cada presidente.
- Más información: Page, sobre las "cartas marcadas" con las que juega el PP con los jueces: "Entiendo que Sánchez lo podrá demostrar".
El Palacio de la Magdalena de Santander acoge esta mañana la Conferencia de Presidentes, con nulas expectativas de acuerdo sobre las dos grandes cuestiones que ha de abordar este foro: la financiación autonómica y la reforma de la ley de extranjería.
El Rey Felipe VI ha llegado al Palacio de la Magdalena a las 9:30 y ha saludado, uno por uno, a todos los presidentes autonómicos, así como al presidente Pedro Sánchez. También han estado presentes en este saludo los máximos representantes del Congreso (Francina Armengol) y del Senado (Pedro Rollán).
Tras la tradicional foto de familia, Felipe VI ha desayunado con el resto de autoridades en las dependencias del Palacio de la Magdalena, en un clima distendido. A continuación, Pedro Sánchez y la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, que actúa como anfitriona del encuentro, han leído una declaración institucional antes de dar inicio a las sesiones.
Pedro Sánchez ha considerado que el Estado de las Autonomías, recogido en el título octavo de la Constitución, es la mejor garantía de la "prosperidad y el desarrollo económico". Por su parte, Buruaga ha reclamado un nuevo sistema de financiación autonómica "sin privilegios y en pie de igualdad".
Todos los presidentes autonómicos, salvo el de la Generalitat, Salvador Illa, aprovecharán la cita para reiterar a Pedro Sánchez su rotundo rechazo al sistema de financiación privilegiado que ha prometido a Cataluña, mediante una fórmula similar al concierto vasco.
Y reclamarán un nuevo modelo de financiación equitativo, que garantice la solidaridad entre las regiones más ricas y las que tienen menos recursos. Una posición que también sostienen barones socialistas como Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) y Adrián Barbón (Asturias).
La otra cuestión candente es la reforma de la ley de extranjería, que el Gobierno quiere acometer para garantizar el reparto de los menores inmigrantes no acompañados que ahora permanecen hacinados en Canarias. Hasta ahora el acuerdo no ha sido posible, porque el Gobierno no compromete la dotación económica que reclaman las CCAA del PP para atender a estos menores.
El Gobierno necesita al apoyo del PP para sacar adelante esta reforma legal, porque sus socios de Junts se niegan rotundamente a que Cataluña acoja a más menas. Pedro Sánchez ha prometido al partido de Puigdemont transferir a la Generalitat la competencia "integral" sobre inmigración.
El propio presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado muy escéptico y ha considerado que sería un "milagro" que se pueda alcanzar un acuerdo en materia de inmigración. "Para poder llegar a acuerdos se tiene que trabajar y, como comprenderán, en 10 minutos que nos dan...", ha indicado en una entrevista.
Por su parte, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha reprochado al PP que sus presidentes autonómicos acudan a Santander con "un frente común" que, a su juicio, puede hacer más difícil alcanzar acuerdos.
Torres reprocha al PP que quiera derogar la ley de vivienda y se muestra "absolutamente pesimista" sobre la posibilidad de alcanzar acuerdos en materia de financiación autonómica.
El presidente Pedro Sánchez quería centrar la reunión en políticas de Vivienda, pero su propio reglamento del cónclave, ése que se aprobó en la última reunión, en marzo de 2022 (y que ha incumplido al no convocar la cita en 30 meses), le salió rana: los ejecutivos autonómicos, por mayoría, le impusieron abrir el orden del día a inmigración y, sobre todo, financiación autonómica.
"La clave está en que no ha habido ningún trabajo previo, no hay guion para la reunión", apunta una fuente del PP. Ni Vivienda, que era el tema inicial que quería Moncloa, ni Sanidad, ni financiación autonómica, ni política migratoria, ni cuestiones de Protección Civil tras el desastre de la DANA, "no han preparado nada".
Pedro Sánchez "se va a enfrentar a la realidad, nadie se va a contentar con las migajas que le sobren del cupo independentista catalán", advierte un presidente regional del Partido Popular.
De los 19 gobiernos autónomos convocados a la Conferencia de Presidentes, 13 los preside el PP; en uno más, Canarias, los populares forman parte de la coalición; y otros dos son suyos, del PSOE, pero rechazan de plano el acuerdo de "financiación singular para Cataluña" que firmaron oficialmente ERC y el PSC y, en realidad, pactaron Moncloa y Hacienda con la líder separatista (y entonces prófuga de la Justicia) Marta Rovira.
Castilla-La Mancha, con Emiliano García Page como ariete, ha advertido de que su fidelidad de partido ha llegado "hasta aquí". Primero, por la defensa de los servicios públicos de los castellano-manchegos; y segundo, por "la injusticia" del sistema propuesto. El mismo barón socialista ha lamentado "la falta de un documento previo que sirva de punto de partida para el debate".
Y Asturias, con Adrián Barbón renegando de "todo lo que perjudique" a su tierra, tampoco aceptará el modelo de negociación bilateral Gobierno-Generalitat, para después repartir lo que quede entre los que queden. "Esto perjudica" a los asturianos, ha sostenido Barbón, basándose en la "injusticia" de una competencia desleal por favorecer a un territorio frente a los demás. Y también, sobre todo, porque favorecer a Cataluña sólo se puede hacer detrayendo recursos a las demás.
Dos gobiernos más, estos socialistas, que tampoco se lo pondrán fácil a Sánchez.
Quedan, pues, tres regiones más. Hay dos que no importa lo que digan, porque la Constitución las deja fuera del régimen común, por sus derechos forales históricos: en Navarra, donde gobierna la socialista María Chivite, y en el País Vasco, donde el PSE cogobierna con el PNV.
Y en nombre de la que resta, Cataluña, ¿qué va a decir Salvador Illa si es el único beneficiario de ese nuevo sistema pactado, que "no es un concierto" o "sí lo es" en función de cuál de los dos firmantes lo diga?
Así las cosas, Sánchez estará solo para defender su proyecto. "No se puede hacer, es inconstitucional", explica una fuente de la dirección del PP. "Pero tampoco cabe la amnistía en la Carta Magna y la han hecho... si el PSOE de Sánchez quiere seguir desmontando el Estado de derecho en España, lo hará contra todos nosotros", añade un portavoz de otro Gobierno autonómico popular.
Cada uno de los presidentes del PP llevará su propia carpeta de reivindicaciones a Santander. Pero todos se han concertado en algunos puntos clave. "No son presidentes y presidentas del PP, no van a la Conferencia con el carné del partido entre los dientes", apunta un miembro de la cúpula de Génova.
"Son Estado, cada uno de ellos, los máximos representantes del Estado en su región", añade esta fuente. "Así que como es imposible que el presidente del Gobierno cuadre el círculo de la legalidad y menos aún el económico", es decir, darle más a Cataluña sin quitárselo a las demás CCAA, "le dirán todos a coro que no permitirán que sufrague la permanencia en Moncloa, por una cesión que viene impuesta desde Suiza, con los recursos de sus ciudadanos".
Los 14 de Feijóo
Los presidentes autonómicos acudirán este viernes a la XXVII Conferencia de Presidentes que se celebrará en Santander. La misma Moncloa sabe que no hay esperanza alguna de que la reunión concluya en acuerdos. Porque más allá de lo que cada uno coloque sobre la mesa, las posiciones están polarizadas: los 14 de Feijóo por un lado, con los aliados circunstanciales ya enunciados en el tema catalán, y el Gobierno, prácticamente aislado, al otro.
Las posiciones están tan alejadas en asuntos claves como la reforma de la financiación autonómica o la inmigración, que en realidad el cónclave tiene más de representación teatral que de reunión de trabajo. "No está previsto el debate", lamentaba un presidente este jueves en conversación con este diario, antes de tomar el avión.
"Hemos tenido que llevarle a los tribunales para que convoque la reunión", recordaba un presidente autonómico de visita en Madrid esta semana, antes de subirse al AVE de vuelta a su tierra. "Con todos los respetos a Santander, nos lleva a una ciudad pequeña y un viernes, para hacerse una foto con el Rey, que haya pocos medios y la noticia pase rápido", añade otro.
Porque, según los populares, en Vivienda Sánchez "no tiene nada que ofrecer, más que su reciente negativa al pacto de Estado que le propusimos".
Y en política migratoria, la única noticia es el acuerdo alcanzado por el canario Fernando Clavijo con el vasco Imanol Pradales,"para reclamar un reparto equitativo" de los menores no acompañados, "y que cobre más el que más acoja"... que es otra manera de explicar el mismo pacto que ya firmó el presidente insular con Feijóo en septiembre.
"Y Moncloa no ha hecho nada en siete meses que nos hemos estado reuniendo", aporta el entorno del negociador del PP, Miguel Tellado.
Así que, dado el formato de la cumbre, poco se puede esperar de la Conferencia de Presidentes. El cónclave, presidido por Pedro Sánchez, comenzará con un encuentro previo de los líderes autonómicos con el Rey Felipe. Y después, tras sendas declaraciones institucionales del presidente del Gobierno y de la anfitriona, la cántabra María José Sáenz de Buruaga, comenzará el plenario a las 11:00 horas.
Cada presidente podrá hablar durante 10 minutos, con lo que habrán pasado a casi cuatro horas reunidos. Y se acaba el tiempo para debates realmente de fondo, que pudieran llevar a un eventual y remoto acuerdo. Porque la hora prevista de clausura son las 16:30.
Salvo el presidente de Melilla, todos los dirigentes autonómicos han confirmado asistencia a la cita, pero la mayoría de los focos estarán en la madrileña, Isabel Díaz Ayuso, a la que desde Moncloa se le acusa de todos los males, y la única que se negó a acudir a la ronda de contactos organizada por Sánchez en los meses previos.