Puigdemont dice que se siente "engañado" por el PSOE y avisa de consecuencias: "El balance del pacto es desolador"

Puigdemont ha pronunciado estas palabras durante el Consell Nacional de Junts, ante el que ha intervenido por videoconferencia, pocas horas después de que concluyera sin acuerdo la última reunión celebrada en Suiza entre Miriam Nogueras, Jordi Turull y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.

En aquel encuentro, que tuvo lugar el viernes por la noche, los emisarios de Junts se negaron a retirar la iniciativa parlamentaria registrada en el Congreso de los Diputados, en la que su partido exige que el presidente Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza.

Ante la plana mayor de Junts, el expresidente de la Generalitat ha mantenido en el aire el apoyo de su partido al Gobierno y ni siquiera ha mencionado la posibilidad de negociar los Presupuestos Generales del Estado para 2025.

"Así no podemos seguir, se lo hemos dicho en público y en privado", ha advertido este sábado Puigdemont, quien ha calificado al presidente Pedro Sánchez como "un conspicuo incumplidor" de los acuerdos firmados.

Según Puigdemont, el balance del pacto suscrito hace un año en Bruselas entre el PSOE y Junts, para facilitar la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno, es "desolador". Algo que le ha obligado a "dar un puñetazo en la mesa".

El principal incumplimiento, ha afirmado, es la propia ley de amnistía, que era una premisa previa para poder negociar "en condiciones de igualdad", sin la "amenaza permanente de meternos en prisión".

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Sin embargo, un año después, no han podido regresar a Cataluña de forma permanente ni Puigdemont ni sus exconsellers Toni Comín y Lluís Puig, ya que el Tribunal Supremo ha determinado que la amnistía no es aplicable al delito de malversación por el que están encausados, por los gastos de organización del referéndum ilegal del 1-O.

"Nuestra experiencia con el PSOE no nos invita al optimismo", ha indicado este sábado Puigdemont, "hemos de estar preparados para asumir los costes políticos y personales de las decisiones que acabemos tomando".

"No somos rehenes de nadie", ha añadido, "las zanahorias que nos poden delante no nos engañan, ni nos interesan". Y se ha mostrado contundente dirigiéndose al PSOE: "Queremos hechos. Para hacer las cosas como siempre, que no cuenten con nosotros".

Pero también ha asegurado que, desde que Salvador Illa fue elegido presidente de la Generalitat, los socialistas intentan "avalar una narrativa desnacionalizadora y desinfectadora de Cataluña", ha añadido en alusión al nombramiento de Josep Borrell como presidente del CIDOB, el think tank con sede en Barcelona que se dedica al análisis de las relaciones internacionales.

Christophe Petit Tesson Efe

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Si las cosas siguen así, ha insistido el líder de Junts a los socialistas, "nos tendrán en contra y no podrán tener nuestro apoyo". 

"No esperamos que mañana pasen cosas que necesitan una maduración", ha dicho al respecto, "pero un año de espera es suficiente para saber si hay voluntad de cumplir. Queríamos ver avances, un cambio de actitud, y no se ha producido".

Al concluir su mensaje, transmitido por videoconferencia desde Bruselas, el líder de Junts ha reiterado: "Tenemos que estar preparados para todo lo que pueda pasar en los próximos días y semanas".

Ya el pasado lunes, Carles Puigdemont ofreció un mensaje institucional en el que advirtió que el presidente Pedro Sánchez "no es de fiar" y lanzó una pregunta: "¿Cómo podemos negociar los Presupuestos con unos incumplidores? No se han ganado nuestra confianza".

La cuestión de confianza

Fue entonces cuando anunció que los diputados de Junts acababan de registrar una iniciativa en el Congreso, en la que exigen que Sánchez se someta a una cuestión de confianza para comprobar si sigue contando con el apoyo del Parlamento. El PSOE descarta por completo que el presidente vaya a dar ese paso.  

Durante las últimas semanas, los diputados de Junts han facilitado que salgan adelante con su apoyo varias iniciativas del PP en las Cortes. Por ejemplo, para aparcar el impuesto a las compañías energéticas, que el Gobierno había prometido a Sumar y Podemos.

Mientras infringe estas derrotar parlamentarias al Gobierno, el partido de Puigdemont deja en el aire la estabilidad del Ejecutivo y la aprobación de los Presupuestos del Estado para 2025.