La Confederación del Júcar carece de las sirenas de aviso a la población que exige la ley y debió activar durante la DANA

Esas sirenas nunca sonaron porque no existen, tal como reconocen fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Ello, a pesar de que el Plan Especial frente al Riesgo de Inundaciones de la Generalitat Valenciana le obliga a disponer de ellas.

La CHJ incumple la normativa vigente y no dispone de las sirenas de alerta a la población en la presa de Forata, que llegó a entrar oficialmente en Escenario Excepcional de rotura.

De hecho, fuentes presentes aquella tarde en la reunión del Cecopi confirman a este diario que los representantes de la Confederación llegaron a advertir de palabra que la presa estaba ya en Escenario 3. Es decir, el Escenario Límite, en el que "la probabilidad de rotura" de la presa "es elevada o ésta ya ha comenzado". Y en el que resulta "prácticamente inevitable que se produzca la onda de avenida generada por dicha rotura".

Y con la legislación actual, esto obligaría a haber activado los avisos a la población. Así lo recoge el mismo documento, de 312 páginas, al que ha podido acceder este periódico. 

En el Escenario 2, el director del Plan de Emergencia de la Presa debería haber procedido a "transmitir la alerta a todos los municipios afectados". Pero sobre todo, "a los organismos, servicios operativos y empresas de servicios básicos involucrados".

Esto no está certificado que se hiciese, dado que nunca se reunió el Comité Permanente de emergencia. Pero es muy probable que algunos avisos sí que se dieran, ya que a ls 19:10 horas se comunicó la suspensión del servicio de Cercanías de Renfe.

Sin embargo, de haberse llegado a decretar oficialmente el Escenario 3, como hubiera sido lo lógico, las sirenas tendrían que haber sido activadas. Pero éstas no existían, razón probable por la que sólo se advirtió de palabra en el Cecopi.

En ese escenario, según la normativa que marca el citado Plan de Inundaciones, "el director del PEP [Plan de Emergencia de Presa] activará inmediatamente el sistema de aviso a la población residente en la Zona I que se haya implementado".

En el caso de la presa de Forata, la Zona I comprende a Yátova, Macastre, Alborache y Turís, que son los municipios que quedarían anegados en los primeros 30 minutos tras el accidente de rotura de la infraestructura. 

La norma exige que, posteriormente, se confirme "telefónicamente la declaración con las autoridades de todos los municipios incluidos en la Zona I" y, de inmediato, "con las autoridades de los municipios comprendidos en la Zona II y la Zona de Alerta".

En el caso de Forata, la Zona II, que es la que se inundaría "desde la primera media hora de avenida hasta las dos horas", incluye a Montroy, Real, Llombai, Montserrat, Alfarp, Catadau, Carlet, Benimodo, L'Alcúdia, y Alginet.

Y la Zona de Alerta, a la que pertenecen "los municipios a los que la onda de avenida les afecte pasadas las dos horas", se amplía hasta Guadassuar, Algemesí, Alzira, Benicull, Albalat de la Ribera, Polinyà de Xúquer, Riola, Fortaleny, Sueca, Sollana, Corbera, Llaurí, Favara y Cullera.

Con razón, fuentes de la Confederación y de la Generalitat coinciden en una sola cosa: "Menos mal que Forata aguantó", aun con averías graves, "porque si no, la tragedia habría sido todavía muchísimo peor".

Alertar a la población

Si las sirenas "no estuvieran disponibles o implantadas", continúa el documento, el director "lo comunicará al CCE Generalitat en el momento de la declaración del Escenario 3". Pero nunca se declaró ese Escenario Límite, "y por eso nunca nos enteramos de que no había sirenas de aviso a la población", confirma una fuente de la Generalitat.

"Por eso, finalmente, se lanzó el Es-Alert", continúa esta fuente, "no para los afectados por el barranco del Poyo, de cuya crecida nunca nos avisaron en dos horas y media fatídicas, sino para las potenciales víctimas de Forata, aunque finalmente y por suerte, no hiciera falta".

Las sirenas de emergencia están indicadas, según el plan vigente, para alertar a los habitantes de las poblaciones adyacentes, ubicadas en el primer radio de inundación en 30 minutos, cuando un evento hidrológico pone en riesgo la estructura de la presa. Así lo indica el prolijo documento, que estudia las condiciones y riesgos de las 37 presas y balsas hídricas de la Comunidad.

De todas ellas, 35 son de propiedad y gestión estatal, es decir, dependiente de la CHJ, y solo dos de la Generalitat.

Las dos balsas de laminación que dependen de la Generalitat no tienen implantado el Plan Especial, según la última revisión de la normativa, que data de 2020. Sin embargo, ninguna de las dos precisan de este tipo de sirenas de alerta, dado que su pequeño volumen hace que su riesgo sea menor que el de infraestructuras mayores. Forata, por ejemplo, no es sólo una presa para controlar el cauce, sino una instalación hidráulica con producción eléctrica incluida. 

De las 35 presas y balsas nacionales, es decir, dependientes de la CHJ apenas cuatro de las 10 balsas han cumplido los requisitos vigentes desde la creación del Plan de Inundaciones en el año 2010. Y solamente una de las 25 presas completado los trabajos. Ninguna de las presas ha instalado las sirenas obligatorias: sólo el Azud de Terrateig, que cuenta con cuatro, y tres balsas (la de San Diego, la de Belcaire y la de Torrealta) las han instalado.

Pero la CHJ no lo ha hecho en Forata. Esta presa, que nivela los caudales del río Magro, está encuadrada en la Categoría A. Éstas son las presas o balsas "cuya rotura o funcionamiento incorrecto puede afectar gravemente a núcleos urbanos o servicios esenciales, o producir daños materiales o medioambientales muy importantes".

Precisamente por eso, su control es el más específico, su descripción de riesgos es la más prolija en el Plan de Inundaciones, y el incumplimiento de la normativa, "más flagrante", según fuentes de la Generalitat. 

Un portavoz del Consell de Carlos Mazón, en conversación con este periódico, exige explicaciones a la CHJ sobre si "ésta fue la razón por la que nunca se declaró oficialmente el Escenario 3 en Forata aquella tarde, a pesar de que la presa se averió gravemente, como demuestran las obras de emergencia contratadas ahora, y como prueba que el secretario de Estado de Medio Ambiente llamara desde Colombia a las 20:00 horas a la consellera para avisarle de que no podía asegurar que la presa fuera a aguantar".