Moncloa prepara ya el relato para seguir gobernando sin Presupuestos y utilizará a Mañueco y Prohens de coartada
Baleares y Castilla y León abren la lista de comunidades del PP que prorrogan sus cuentas, lo que según Moncloa distorsiona el discurso de Feijóo.
En política es importante poder utilizar las estrategias y actuaciones del adversario en beneficio propio y, sobre todo, como coartada y munición. Eso intenta hacer el PSOE estos días.
En sus argumentaciones públicas, los socialistas están recurriendo a dos situaciones del PP para poder justificar las propias: el intento de Alberto Núñez Feijóo de acercarse y pactar con Junts, y las dificultades del PP para sacar adelante los Presupuestos en las comunidades en las que gobierna sin mayoría absoluta.
El contexto político es el del presidente del Gobierno dedicado estas semanas a recuperar el apoyo del prófugo Puigdemont. Pedro Sánchez necesita el apoyo del líder de Junts para aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2025 e incluso mantener viva la legislatura aunque no lo consiga.
Entre los gestos que contempla la Moncloa para atraer a Carles Puigdemont está el de reunirse con él en Bruselas para culminar lo que el expresidente de la Generalitat caracteriza como "la amnistía política". Es decir, el reconocimiento del líder independentista como interlocutor político normalizado, incluso para un presidente del Gobierno.
Fuentes socialistas explican que esa relación normalizada era más complicada cuando Feijóo mantenía una especie de cordón sanitario en torno a Puigdemont. Entienden que tuvieron que arriesgar cuando se iniciaron las reuniones del número tres del PSOE, Santos Cerdán, con el líder de Junts. Antes abrió el precinto la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en plena negociación para la investidura de Sánchez.
Ahora, hay una estrategia del PP, admitida públicamente por sus dirigentes, para acercarse a Junts y, de esa forma, poner en aprietos en el Congreso al Gobierno. Por ejemplo, PP y Junts pactaron enmiendas a la reforma fiscal del PSOE que han sido aprobadas en el Congreso en contra de la posición del PSOE.
Ese acercamiento busca además, a largo plazo, tener socios para completar mayorías con las que poder alcanzar la Moncloa. Según el Gobierno, eso "blanquea" la Ley de Amnistía, porque finalmente hasta Feijóo se beneficiará de la integración de Junts a la política institucional, acercándose a lo que fue Convergència.
A este argumento se agarra el Gobierno para justificar la próxima foto de Sánchez y Puigdemont.
Baleares y Castilla y León
Moncloa también utiliza la situación en las comunidades en las que Vox rompió con el PP para establecer una comparación entre esas coaliciones y la coalición entre el PSOE y Sumar para mantener a Sánchez en la Moncloa. Es decir, para contraponer la estabilidad del Gobierno central con Sumar -y antes con Unidas Podemos- a la breve duración de la coalición de PP y Vox.
Otro de los contextos que Moncloa considera favorable es el de las dificultades de los gobiernos del PP en minoría para aprobar sus Presupuestos. Sobre todo porque Sánchez no tiene asegurado aprobar los de 2025, tiene ya que prorrogar los que se aprobaron en 2023 y, además, anuncia que está dispuesto a gobernar aunque no los tenga
Este jueves, el presidente de la Junta de Castilla y León ha prorrogado las cuentas de esa comunidad y ha tirado la toalla para aprobar unas nuevas. Alfonso Fernández Mañueco está dispuesto a seguir gobernando. De hecho, acumula cinco prórrogas presupuestarias en seis años.
Este mismo mes, la presidenta balear, Marga Prohens retiró los Presupuestos para 2025. Al no tener garantizados los votos de Vox para sacarlos adelante, ha decidido prorrogar los de 2024.
Fuentes socialistas explican que el PP carece de legitimidad, por tanto, para cuestionar la decisión de Sánchez de seguir gobernando pese a no actualizar las cuentas, y denuncian que Feijóo tampoco puede criticar los pactos con Puigdemont, dado que se ha acercado a Junts en busca de acuerdos parlamentarios.