Ayuso, Moreno, Page, Aznar y Feijóo: cuatro del PP, figuras políticas más valoradas en el último cuarto de siglo
- De entre los líderes de izquierdas del siglo XXI, Page es el único que aprueba.
- Todos los presidentes del Gobierno de este siglo suspenden: Aznar (4,4), Zapatero (3,2), Rajoy (3,1) y Sánchez (3).
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Se puede estar entre los mejores suspendiendo. Es una tendencia inamovible en las encuestas sobre líderes políticos españoles ya desde hace décadas. Un mero aprobado es un gran exotismo, suspender es lo corriente y hacerlo con un 3 supone circular en la media. Isabel Díaz Ayuso (5,5), Juanma Moreno (5), Emiliano García-Page (4,9), José María Aznar (4,4) y Alberto Núñez Feijóo (4,1) son las figuras políticas más valoradas de los últimos veinticinco años.
En el otro extremo de la clasificación figuran Carles Puigdemont (0,5), Jordi Pujol (0,6), Artur Mas (0,6) y Arnaldo Otegi (1,5). Así se desprende del último sondeo realizado por SocioMétrica para este periódico.
En esta muestra del sondeo, se analizan los liderazgos políticos españoles del siglo XXI. Es decir: desde la era Aznar hasta la era Sánchez. También se ha preguntado a los encuestados por los rostros autonómicos más reseñables. No aprueba ni uno solo de los presidentes de la nación en nuestro tiempo.
Isabel Díaz Ayuso
Isabel Díaz Ayuso alcanzó la presidencia de la Comunidad de Madrid perdiendo las elecciones en 2019. Entonces, ganó en las urnas Ángel Gabilondo a una desconocidísima Ayuso, que fue elegida candidata in extremis por Casado. La popular pactó una coalición con Ciudadanos y se convirtió así en presidenta.
Dos años después, en 2021, convocó elecciones tras la ruptura con Cs. Ganó Ayuso, pero necesitó los votos de Vox para ser investida. Fue en 2023 cuando su liderazgo alcanzó su punto álgido: mayoría absoluta. El fenómeno Ayuso ha ido in crescendo y ha trascendido lo político. Cuando un candidato gana con mayoría absoluta, es inevitable que lo haya hecho gracias al apoyo de electores de ideología contraria a la suya.
Ayuso, con un 5,5 de nota global, consigue más apoyo entre mujeres que entre hombres. De hecho, las mujeres la aprueban (6,5) y los hombres la suspenden (4,5). Si desglosamos los datos por edad, consigue su mejor nota entre quienes van de los 36 a los 60 años; es decir, su generación: un 5,9. Los menores de 35 le dan un 5,2; y la tercera edad, un 5,2.
Políticamente, se trata de una líder que genera mucha polarización. En el PSOE le conceden un 2,1 y en Sumar un 0,4. Los nacionalistas la rechazan con un 1,5. Por el otro lado, los votantes del PP la celebran con un 8,7 y los de Vox con un 7,9. El notable que le dan los de Abascal explica en gran medida su mayoría absoluta.
Juanma Moreno
Igual que el de Isabel Díaz Ayuso, fue el suyo un liderazgo inesperado. Hoy, también gobierna con mayoría absoluta. Primero gobernó con Ciudadanos y el apoyo externo de Vox, descabalgando del poder al socialismo en su región más señera. Gobernando, estabilizó su manera de gestionar y después arrasó en las elecciones.
Hoy, demuestra las dos maneras de hacer política en el PP. Los dos PP. El templado de Moreno Bonilla y el beligerante de Díaz Ayuso. Cada uno amoldado a la tierra que le toca. Ambos, suscitando el apoyo de electores más allá de la derecha.
Moreno obtiene en el sondeo un 5. Los hombres lo suspenden (4,1) y las mujeres lo aprueban (5,8). Por edades, sólo suspende entre los jóvenes (4,7). Políticamente, obtiene para la izquierda entre un 0 y un 2. Para la derecha, va del 7,9 del PP al 6,5 de Vox.
Emiliano García-Page
Emiliano García-Page es el último mohicano de entre los barones socialistas. El único que gobierna en solitario y sin su poder en aparente riesgo. María Chivite, en Navarra, depende de los nacionalismos; y Adrián Barbón, en Asturias, depende de un movimiento vecinal a su izquierda.
Page no logra el aprobado por los pelos, pero basta un 4,9 para lograr el bronce en la clasificación del liderazgo español. Su valoración se incrementa conforme se incrementa la edad de los votantes. Los adultos y la tercera edad lo aprueban de manera holgada.
Disgregando el dato por recuerdo de voto, a Page le dan un notable alto los socialistas y un 7 –dato tremendamente sorprendente– los de Sumar/Podemos. Los electores de Vox le dan un 1, pero los del PP le conceden un 4, lo que tratándose de una nota sobre liderazgo resulta bastante alta.
Page llegó a la presidencia castellano-manchega en 2015 mediante un acuerdo con Podemos. En las siguientes dos convocatorias se hizo con la mayoría absoluta de la que ahora disfruta.
José María Aznar
José María Aznar está entre los mejor valorados con un 4,4. Comenzó el siglo XXI en la presidencia del Gobierno y con mayoría absoluta. La guerra de Irak y el 11-M fueron los principales baldones en su gestión. En el apartado del haber quedan la prosperidad económica, la influencia internacional o el fin de la mili.
Con su presidencia, se produjo el final de la Transición práctica. La derecha tal cual, a secas, volvía al poder después de los catorce años de Felipe González. Si consideramos de centro a la UCD, la derecha no había estado al frente de España desde el franquismo.
Aznar, igual que Juanma Moreno, aprueba entre las mujeres (5,2) y suspende entre los hombres (3,6). Gusta a la generación adulta (5,1) y suspende entre jóvenes (4,3) y tercera edad (4,1). Políticamente, la izquierda lo sitúa entre el 0 y el 2. En PP y Vox le dan la misma nota: un 7,1.
Alberto Núñez Feijóo
Feijóo llegó a la presidencia del Partido Popular tras la guerra fratricida entre Casado y Ayuso que acabó con la muerte política del primero. Con su liderazgo tranquilo, ha conseguido la paz civil en la organización, pero fracasó en las elecciones generales. Se vio en La Moncloa y resbaló. Ganó en las urnas, pero no con el suficiente margen como para desbancar la alianza de Sánchez y nacionalistas.
Su nota desde que es líder de la oposición es peor que la que tenía cuando era presidente autonómico incuestionable en Galicia. Hoy, tiene un 4,1. Su consuelo, probablemente, sea estar en puesto Champions –cuarto en la tabla– y un punto por encima de Sánchez, su competidor.
Gusta más a mujeres (4,9) que a hombres (3,4). La única franja de edad en la que casi logra el aprobado es la adulta (4,7). La izquierda lo sitúa entre el 0 y el 2. En la derecha, los partidarios del PP le dan un 7,6 y en Vox un 6.
Albert Rivera
Albert Rivera, expresidente y excandidato de Ciudadanos, ha sido otro de los fenómenos políticos más reseñables en lo que llevamos de siglo. Encuestas de medios editorialmente contrarios lo llegaron a situar como presidente del Gobierno. Él creyó en esa oportunidad hasta el final. Se negó a actuar como partido bisagra, rol tradicional de las formaciones centristas en Europa.
Cuando sumó mayoría absoluta con Sánchez, no intentó un pacto y prefirió provocar una repetición electoral. Los españoles lo culparon y redujeron su rédito de 57 a 10 escaños. Se acababa así la carrera del hombre que logró, junto a Arrimadas, llevar a una formación antinacionalista, nacida de la sociedad civil, al lugar más alto de las elecciones en Cataluña. Con él, a punto estuvo de repetirse el milagro del centro en España que surgió con Suárez.
Tiene un 3,7. Las mujeres lo valoran ligeramente mejor que los hombres. Está a punto de aprobar (4,7) entre los jóvenes. La izquierda lo sitúa entre el 2 y el 3. Aprueba entre los electores del PP (5,1) y los de Vox (5,5).
Iñigo Urkullu
Fue primero presidente del PNV y después lehendakari del País Vasco durante doce años. Bajo su mandato, Euskadi conoció una buena gestión, pero el PNV se fue anquilosando. De hecho, fue apartado de la candidatura en las últimas elecciones en detrimento de Imanol Pradales porque la organización temía ese envejecimiento. Bildu acosaba en las encuestas y a punto estuvo de dar el sorpasso.
Urkullu consigue un 3,6. La nota es bastante alta teniendo en cuenta que su impacto fuera de Euskadi es eminentemente negativo, salvo en las Comunidades donde hay nacionalismo. Los nacionalistas le dan un 7 y las izquierdas entre un 6,5 y un 7,5.
José Luis Rodríguez Zapatero
Zapatero llegó al poder tras el atentado del 11-M. Los hechos tras el atentado –las mentiras del PP en las comparecencias diciendo que fue ETA– provocaron su triunfo en las elecciones cuando las encuestas se lo venían otorgando a Rajoy.
Su liderazgo tranquilo, el famoso talante, lo condujo a la mayoría absoluta. Ejerció políticas modernas y transversales. Ahí queda, por ejemplo, el matrimonio homosexual. Su catastrófica gestión de la crisis, negándola hasta el final, le hizo salir por la puerta de atrás.
Hoy, con una posición muy polarizada, se ha convertido en ídolo de la izquierda y en bestia negra de la derecha. Obtiene, en líneas generales, un 3,2. No aprueba en ninguna capa poblacional por edad.
Su proximidad con los nacionalistas hace que logre un mejor resultado entre los votantes de estas formaciones (8,1) y entre los votantes de Sumar (8,9) que entre los del PSOE (7,4). En la derecha no llega al 1.
Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno obtiene como nota un 3,1, justo un punto menos que Alberto Núñez Feijóo. No aprueba en ninguna generación; suspende tanto entre hombres como entre mujeres.
La dinámica polarizadora –llegó a la presidencia mediante una moción de censura y nunca ha anunciado un proyecto para todos los españoles– ha hecho que sus calificaciones no hayan empeorado, pero tampoco mejorado.
Es el líder de la resistencia en uno de los lados del muro. Los partidarios del PSOE le dan un 7,4. Los de Sumar, un 8. En la derecha, como Zapatero, no alcanza siquiera el 1.
Mariano Rajoy
Rajoy es el último presidente de este cuarto de siglo que quedaba por analizar. Obtiene un 3. La izquierda lo desaprueba de por sí y la derecha no muestra entusiasmo por él al no haber aprovechado su mayoría absoluta para poner en práctica un proyecto político.
Enderezó al país tras la crisis, pero algunas de sus políticas llevaron a España a una situación de austeridad insostenible para las clases sociales medias y bajas. Su buen talante queda en el haber, pero en el debe figura la incapacidad para contener el procés.
Suspende entre hombres y mujeres, en las tres capas poblacionales. La izquierda lo coloca entre el 1 y el 2. En la derecha, aprueba por los pelos entre los votantes del PP (5,2). Los electores de Vox lo suspenden (4).
Yolanda Díaz
Yolanda Díaz es vicepresidenta del Gobierno desde la marcha de Pablo Iglesias. Su suspenso, como el de Sánchez, resulta transversal en términos de edad y en términos de sexo. Aprueba entre los electores del PSOE (6,3) y obtiene un notable alto entre los suyos (8,2). En la derecha, apenas llega al 1.
Santiago Abascal
Santiago Abascal es el cuarto en discordia, líder de la tercera fuerza política en España. Sus votos, según los sondeos de este periódico, siguen siendo necesarios para que Feijóo pueda alcanzar la presidencia del Gobierno.
Conoció un pronunciado descenso en los últimos tres años, pero ha conseguido estabilizarse en torno a los 30 escaños, lo que le garantiza su papel de bisagra. Obtiene un 2,2. Los votantes del PP lo aprueban por los pelos (5,1).
Resto de líderes
Pablo Iglesias fue, junto a Rivera, el otro gran fenómeno que contribuyó a derrotar al bipartidismo. Nacido del 15-M, reconvertido hoy a comunicador, obtiene un 1,7. No aprueba entre los votantes del PSOE, pero sí entre los nacionalistas.
Los líderes del independentismo catalán, Artur Mas y Carles Puigdemont, no alcanzan el 1. Si nos atenemos a los votantes nacionalistas, tampoco aprueban. Una muestra de que el tiempo del procés ya pasó. Ibarretxe, que lanzó una deriva independentista pero ateniéndose a los cauces legales, obtiene una nota mejor, un 2,6, y todavía aprueba entre los nacionalistas (5,6).
Otegi, que ya no es candidato de Bildu, también parece estar de capa caída. Suspende entre los electores nacionalistas, con un 3,9. Por último, Jordi Pujol, todavía lúcido y libre pese a los delitos cometidos, se topa con un suspenso estrepitoso incluso entre los suyos: un 2,1.
Ficha técnica
Se han realizado 2.953 encuestas a españoles mayores de edad, extraídas de forma aleatoria de un panel respresentativo de la población española de n=10.000, entre los días 26 y 30 de diciembre de 2024, con equilibraje muestral según cuotas de sexo, edad y provincia de residencia. Posteriormente, se han reponderado los resultados nacionales por recuerdo de voto en las elecciones de Jul23. La convergencia por interacción no cruzada para el total nacional es del 97%. El margen de error es <3% para un intervalo de confianza del 95%.