Pedro Sánchez, Felipe VI y la Reina Letizia, durante la Pascua Militar de 2024.

Pedro Sánchez, Felipe VI y la Reina Letizia, durante la Pascua Militar de 2024. EFE EFE

Política

La Pascua Militar volverá a reunir a Sánchez y Felipe VI en un momento sensible para la relación Moncloa-Zarzuela

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La ceremonia de la Pascua Militar que se celebrará este lunes en el Palacio Real de Madrid volverá a reunir a la Familia Real y al presidente Pedro Sánchez, en un momento especialmente sensible en las relaciones entre la Zarzuela y la Moncloa.

El acto con el que se da inicio al año militar, y que reunirá a la cúpula de los tres Ejércitos y la Guardia Civil, también contará con la asistencia de la Princesa Leonor por segundo año consecutivo. 

El encuentro de este lunes entre el presidente y el Jefe del Estado se produce después de que el Rey declinase, por motivos de agenda, su asistencia al acto que Moncloa ha convocado para el próximo miércoles en el Museo Reina Sofía, el primero de los cien que tiene previsto celebrar el Gobierno para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de Franco.

La ceremonia de este lunes, además de poner en valor la labor de las Fuerzas Armadas, sirve para hacer una reflexión sobre las experiencias del año anterior y los retos que 2025 traerá consigo.

Será la undécima Pascua Militar para Felipe VI y la segunda para Leonor, gran protagonista el año pasado.

Si en 2024 el Rey elogió el papel de las Fuerzas Armadas en la "defensa del marco de convivencia democrática elegida por los españoles en 1978", este año es esperable que se haga referencia al papel de los militares durante las tareas de rehabilitación en Valencia y al compromiso de España ante los múltiples conflictos que sacuden el ámbito geopolítico.

La creciente polarización política y la diferente actuación de Pedro Sánchez y Felipe VI en los altercados de Paiporta —el presidente huyó en coche mientras el Rey se quedó consolando y escuchando las quejas de los vecinos—, ha dado pie a todo tipo de cábalas sobre un supuesto distanciamiento entre Moncloa y Zarzuela.

Además de lo sucedido en Valencia, el Rey ha rechazado la invitación al acto del 8 de enero, con el que el Gobierno dará el pistoletazo de salida a una serie de actos con los que se pretende celebrar los valores de la Transición con motivo del 50º aniversario de la muerte de Franco.

Desde Moncloa, se esperaba que el Jefe de Estado fuera uno de los asistentes, pero Felipe VI declinó la invitación alegando motivos de agenda: ha de recibir las credenciales de varios embajadores que inician su misión en España, antes de la tradicional recepción que ofrecerá el jueves al Cuerpo Consular.

No es la primera vez que la agenda causa revuelo en las relaciones institucionales entre el Ejecutivo y la Corona. En junio del año pasado, Felipe VI visitó las repúblicas bálticas sin ningún miembro del Gobierno.

Por primera vez en diez años de reinado, ningún representante político acompañó al monarca, ya que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y su homóloga de Defensa, Margarita Robles, alegaron motivos de agenda.

La Constitución dictamina que los actos del monarca han de ser refrendados por el presidente o sus ministros.

En el caso de la política exterior, la responsabilidad es del Gobierno, por lo que el Rey siempre ha de estar acompañado, al menos simbólicamente, por miembros del Ejecutivo.

La misma situación se produjo durante los viajes de Felipe VI a los actos de posesión del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y de Argentina, Javier Milei.

La soledad institucional del Rey fue aprovechada rápidamente por la oposición para atacar al Gobierno y alimentar la supuesta falta de sintonía entre las dos instituciones.

Una ceremonia con casi 250 años de historia

El acto de este lunes arrancará a mediodía con la llegada de los Reyes y la Princesa de Asturias a la Plaza de la Almudena, donde serán recibidos por Sánchez.

Después, accederán a la Plaza de la Armería, donde les estarán esperando la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Tras el himno y una salva de 21 cañonazos, accederán al Palacio Real, donde se impondrán las distintas condecoraciones y la ministra de Defensa pronunciará un discurso antes de dar paso al del Rey.

La celebración de la Pascua Militar se instituyó para conmemorar la recuperación de la isla de Menorca un 6 de enero de 1782, durante el reinado de Carlos III, tras casi un siglo de dominación británica.

A raíz de la celebración de esta victoria militar, el monarca decretó que cada año, coincidiendo con el día de la Epifanía del Señor, se rendiría homenaje a las Fuerzas Armadas en un acto solemne.